Tal día como hoy en el año 1987 la bolsa norteamericana sufrió la mayor caída diaria de su historia. En concreto, el índice Dow Jones se desplomó casi un 23%, un retroceso aún mayor de los que experimentó durante el 'crash' del 29, cuando el descenso máximo diario se quedo en el 13,5%.
Así, el índice registró una bajada del 22,6%, lo que llevó al selectivo de cotizar al cierre de la sesión en los 1.738,74 puntos, un descenso de 508 frente a los 2.246,74 puntos en los que había acabado la sesión del viernes. De hecho, la caída llegó a ser del 25,33% y el Dow Jones llegó a caer hasta los 1.677,55 puntos.
"El crash del mercado de 1987 es un evento significativo no solo por la severidad del vaivén de la caída del mercado, también porque mostró la debilidad de los propios sistemas financieros", explica un documento de la Reserva Federal elaborado por Mark Carlson.
Según señala el experto, los problemas que se descubrieron en los sistemas se combinaron con la caída de los precios, lo que agravó de manera sustancial la crisis. Y es que los servidores eran incapaces de procesar el número de transacciones que recibían. De hecho, desde ese momento los sistemas han experimentado una mejora notable y algunos expertos creen que este 'crash' ha podido apoyar este progreso.
Los motivos del 'crash'
Según reza el documento elaborado por la Fed, fueron dos los eventos que aumentaron la presión sobre el mercado el miércoles anterior a que los mercados de medio mundo se precipitasen al vacío.
El primero fue que algunas agencias de noticias informaron de que la Cámara de Representantes de los Estados Unidos había presentado la legislación para eliminar los beneficios fiscales de las fusiones. El segundo detonante fue que el Departamento de Comercio anunció que el déficit comercial durante el mes de agosto estaba muy por encima de las expectativas.
Sin embargo, el gran batacazo no llegó hasta la sesión del lunes 19 de octubre de 1987, cuando resultó imposible casar todas las órdenes de venta con las de compra. De hecho, muchos traders no comenzaron sus operaciones durante la primera hora del día.
La recuperación
El martes después de la catástrofe y antes de que se abriese el mercado, la Reserva Federal emitió un comunicado en el que aseguraba: "La Reserva Federal, en coherencia con sus responsabilidades como banco central de la nación, confirma hoy que está lista para servir como fuente de liquidez para apoyar el sistema económico y financiero".
En este contexto, los mercados abrieron con una fuerte subida del 12% y al cierre ya recuperaban casi un 6%. A este ascenso le siguió una subida aún mayor en la jornada del miércoles, de algo más de un 10%.
Además del apoyo de la Fed, también contribuyó a la sostenibilidad del mercado el hecho de que durante la tarde del martes numerosas compañías anunciaron programas de recompra de acciones para apoyar la demanda de sus títulos. Según explica el documento de Mark Carlson algunas ya lo habían hecho durante la tarde del lunes, pero no fue hasta el martes cuando realmente hubo una masa crítica de empresas que anunció esta medida.