
"El argumento para un alza de tipos de interés se ha fortalecido en los meses recientes". Estas palabras de Yanet Yellen, presidenta de la Reserva Federal, alimentaron las expectativas de un incremento del precio del dinero en la próxima reunión de la institución norteamericana -la de septiembre- e impulsaron al sector financiero en el parqué, anhelante de una medida que debería suponer un impacto positivo para su negocio.
El índice que recoge el comportamiento de las bancos cotizados en el S&P 500 llegó a repuntar un 1,24%, su mayor subida desde el 2 de junio, frente al 0,16% que perdió el principal selectivo estadounidense al cierre de la sesión en la que las palabras de Yanet Yellen acapararon toda la atención.
Los expertos coinciden en que cuanto antes llegue la subida de tipos de interés, mejor para los bancos, incluso, a pesar de otras consecuencias que se puedan desatar. De hecho, aunque tanto los demócratas de Hillary Clinton como los republicanos que representa Donald Trump parecen coincidir en promover una legislación más estricta para el sector financiero, el mercado demuestra "estar más pendiente de la Reserva Federal que de las elecciones presidenciales", según recalca Miguel Ángel Bernal, profesor del IEB, quien explica que los bancos "quieren que se suban los tipos de interés para incrementar su rentabilidad".
El consenso de mercado señala a Citi y a JP Morgan, ambas estrategias de elMonitor, y también a a Bank of America como las tres entidades mejor posicionadas -reciben las recomendaciones de compra más sólidas dentro del sector- para salvar el escenario electoral y aprovecharse de una reanudación de los incrementos del precio del dinero por parte de la Reserva Federal.
El viernes, Bank of America cerró la sesión con ganancias cercanas a un 1,7%, Citi acabó con subidas de un 0,83% y JP Morgan, de un 0,23%. Por delante, este último banco es el que más recorrido tiene: un 65% de potencial, según el consenso de mercado.
Mayor probabilidad
Las previsiones recogidas por Bloomberg sobre la actuación de la Reserva Federal en próximas reuniones reflejan también el potente eco del discurso pronunciado por la presidenta de la institución en Jackson Hole. Las probabilidades de que se produzca un incremento de los tipos de interés el 21 de septiembre son ya del 36%, según los analistas. Antes de que el viernes comenzara a hablar, se quedaban en un 28%. La puntilla la puso el vicegobernador de la Reserva Federal, Stanley Fischer, quien sugirió que el próximo dato de empleo correspondiente a agosto "será clave" para la decisión a tomar en septiembre. "Estamos razonablemente cerca de lo que se considera pleno empleo (en julio la tasa de paro fue del 4,9 por ciento). La tasa de inflación de este año es más alta que la de 2015. Todavía no está en el 2%, pero es cada vez mayor", argumentó en una entrevista concedida a la CNBC. Eso sí, una gran mayoría de los expertos apuesta aún a que la subida no será hasta después de las elecciones presidenciales de noviembre.