Bolsa, mercados y cotizaciones

La banca italiana y Commerzbank derrumban el soporte del Ibex 35

  • El Ibex dilapida en dos sesiones tres cuartas partes de lo recuperado en julio

Julio se convirtió en el mejor mes del año para el Ibex 35 gracias a un ascenso del 5,2%. Sin embargo, dos sesiones de agosto han bastado para echar por tierra el 73% de las ganancias que se apuntó el selectivo el mes pasado. El índice cerró ayer con un descenso del 2,8% -su mayor caída desde el Brexit-, hasta los 8.277,3 puntos, arrastrado por los descensos de la banca.

Esto muestra el agotamiento comprador y ha provocado que el selectivo haya perdido los soportes que presentaba en la zona de los 8.440, "lo cual abre la puerta a que entre en fase de reacción de las subidas de las últimas semanas", según indica Joan Cabrero, director de estrategia de Ecotrader. No obstante, Cabrero cree que "mientras no se pierdan los 8.000 puntos no se abrirá la puerta a poder ver un retorno a los mínimos del año".

Nuevo castigo a la banca

En el inicio del octavo mes del año se han recrudecido los temores que han estado presentes en el mercado durante todo el año. Los test de estrés de la banca no han convencido al mercado y el sector ha vuelto a arrastrar a los índices europeos.

Los inversores se lanzaron ayer a vender -una vez más- sus acciones financieras, no tanto porque las entidades resultasen mal paradas en las pruebas de estrés al sector, sino por la incertidumbre que han levantado acerca de su viabilidad. "Agosto comienza con una nueva crisis algo sobrevenida en la cotización de los bancos", reconoce Daniel Pingarrón, estratega de mercados de IG, que apunta, más allá de los test realizados por la EBA, a una "idea que subyace" en el mercado: "El estigma sobre el sector bancario europeo, constituido sobre la doble sensación del fortísimo riesgo de solvencia actual y la ausencia de visibilidad en la rentabilidad futura".

Y es, dice, una sensación que perdura ya más de un año. El sectorial bancario europeo acumula una caída del 48% desde que marcara máximos -en los 162 puntos- en julio del año pasado. Es, a todas luces, un índice en tendencia bajista: el Stoxx 600 Banks retrocede un 28% en 2016. Y la puntilla la ha puesto la EBA.

Las pruebas de estrés al sector lo han llevado a perder unos 44.000 millones de su valor en bolsa, después de caer un 7,5% en dos días. ¿Los culpables? Básicamente son dos: de un lado, el desplome de la banca italiana y, del otro, las entidades alemanas, que protagonizaron ayer un profit warning en el caso de Commerzbank de cara a sus cuentas previstas para 2016 (que le llevó a caer ayer un 9%) y una expulsión del Stoxx Europe 50 en el caso de Deutsche Bank -junto a Crédit Suisse- también presionó a la baja.

De las diez entidades más bajistas de la sesión, seis de ellas fueron italianas y vinieron lideradas por las ventas en Monte dei Paschi di Siena. El banco, pendiente aún de determinar los términos de su rescate, se desplomó un 16%, después de haber sido suspendido en varias ocasiones de cotización. Los expertos de Berenberg cifran en unos 45.000 millones de euros las provisiones extra que deberá acometer el sector en Italia para sanear el balance de Monte dei Paschi.

La entidad más antigua del mundo -fue fundada en 1472- tiene en su poder un 13% de los créditos morosos del sistema, una cifra que para Barclays indica "la complicada limpieza que deberá acometer la entidad" de ahora en adelante. Difícil por el volumen de los préstamos dudosos que existen en Italia, pero también por la media de 7,8 años que tarda en recuperarse su sector bancario de una quiebra, según cálculos de Bloomberg, frente al promedio de dos años que define al resto de Europa.

Aquellos que deberán sostener -y financiar- el rescate de Monte dei Paschi son también quienes le siguen en las caídas. Bancos como Banca Popolare Emilia Romagna (un 12% a la baja), Banco Popolare (que cayó otro 10%), Unicredit (un 7% de caída), además de Banca Popolare di Milano y Mediobanca, que cedieron un 10% y un 8%, en cada caso. Unicredit es una de las entidades sobre las que planea una futura ampliación de capital de entre 7.000 y 8.000 millones, después de aprobar por la mínima los stress test.

Por su parte, el primer ministro italiano, Matteo Renzi, sigue insistiendo en rescatar a la entidad con dinero público -algo que no contempla Bruselas- para evitar que sean sus acreedores quienes asuman las pérdidas en primer término. "Para mí Italia está luchando por evitar el rescate porque un bail-in (rescate) suave podría ser un desastre para la credibilidad y la confianza" del sector, aseguró Renzi en una entrevista a la cadena CNBC.

La banca española, que arrastró al Ibex 35 a perforar su soporte, mantuvo la sangría del día previo. Esto llevó a caer un 5,3% a firmas como CaixaBank, Popular y Santander que contrastan con el recorte del 3% de Bankinter, el menor de los bancos cotizados.

El mercado mira al crudo

Otra de las preocupaciones durante los primeros meses del año fueron las fuertes caídas del precio del petróleo, hasta el punto de que la renta variable se movió al son del crudo. Durante julio esta relación desapareció -el Stoxx 600 tuvo su mejor mes desde octubre y el Brent, de referencia en Europa, sufría su mayor caída mensual (un 14,5%) en el año-, sin embargo, el oro negro no va a ponerlo fácil. Ya corrige un 21% desde máximos y se encuentra solo un 11% por encima de su nivel de comienzo del año.

"Se ha reavivado un fuego que parecía olvidado", explica Felipe López Gálvez, analista de Self Bank, que recuerda que "el precio vuelve a ser muy sensible a cualquier noticia relacionada con la oferta y con la demanda".

Además, el fin de la temporada de resultados también estará en el punto de mira. Hasta ahora, las firmas europeas han batido en un 5% de media las expectativas de beneficios del consenso de mercado. Sin embargo, tras una caída del 14% de las estimaciones de ganancias en el año, desde Barclays explican que una de las causas de esta mejora "parecen ser las bajas expectativas".

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