
El desplome de las bolsas europeas no terminó el fin de semana. Las principales plazas del Viejo Continente arrancaron la semana ayer con descensos generalizados, que superaron el 2% en todos los casos... excepto en el Ibex 35, que cerró con un descenso del 1,83%, hasta los 7.645 puntos. Y es que, el índice español, el más bajista de Europa el viernes tras conocerse el sí al Brexit, se vio beneficiado por el resultado de las elecciones del domingo: si bien el gobierno todavía está en el aire, al mercado parece haberle gustado el resultado de los comicios. El EuroStoxx cedió un 2,83%, hasta los 2.697,4 puntos, mientras el Footsie 100 británico cedió un 2,55%. El índice que más perdió fue el italiano, que cedió un 3,94% lastrado por el peso de los bancos, acabando la jornada en los 15.103,5 puntos.
Sin embargo, además del torbellino que ha generado la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea, el lunes ha estado marcado por una nueva devaluación de la divisa china, la más fuerte que se ha llevado a cabo desde agosto de 2015 y que ha llevado a la moneda a cotizar en los 0,1504 dólares, el nivel más bajo desde 2011.
¿Por qué esta devaluación?
Las consecuencias que ha generado el Brexit en el mercado de divisas están detrás de la decisión: según afirman los expertos, el movimiento está directamente relacionado con las subidas que ha experimentado el dólar durante las últimas jornadas, y la intención que tienen las autoridades monetarias del país de evitar que su divisa avance a la par que la estadounidense.
Además, fuentes del mercado destacan que las empresas chinas, ante la perspectiva de un dólar más fuerte como refugio ante el Brexit, pueden estar acudiendo al yuan para convertirlos en dólares y cerrar su deuda en esta última divisa, lo que también explicaría las últimas caídas de la moneda.
La importancia de un yuan estable no es desdeñable. Durante los últimos meses, especialmente en agosto de 2015 y enero de 2016, se ha visto cómo el mercado se ha movido a la par que la moneda china por el miedo a los efectos deflacionistas que genera el gigante asiático en el mundo entero cuando su divisa se deprecia. Miguel Ángel Bernal, profesor del IEB, explica: "Es algo muy problemático. A los descensos que está experimentando la libra ahora hay que sumarle el yuan. El Brexit ha abierto la veda a la incertidumbre, y cuando las divisas se mueven, el mercado termina acusándolo. No creo que haya acabado lo peor. La resaca que viene después va a ser muy problemática".
Otros expertos son menos pesimistas y creen que el efecto de la devaluación será limitado. Juan Fernando Robles, profesor de finanzas y banca, no cree que vaya a suponer "una catástrofe para Europa, ni mucho menos, ya que el comercio con China es importante, pero no tanto. Los principales problemas son otros ahora: la realidad es que la economía global sigue siendo débil y, en el caso de China, los ajustes en su sector bancario son ahora más importantes que lo que haga el país con la divisa".
La libra sigue desplomándose
La divisa británica no ha conseguido frenar las caídas que empezaron el viernes, cuando perdió un 5,8% en el cruce que mantiene con el euro, hasta los 1,23 euros. Ha empezado la semana con un desplome de más del 2,7%, hasta los 1,19 euros, lo que supone un retroceso de casi el 8,4% en sólo dos jornadas. Ayer cayó en sus diez cruces más cotizados, perdiendo casi un 3,8% frente al dólar y más de un 4% en el par que mantiene con el yen japonés.
Juan Fernando Robles explica que "de momento el Brexit está afectando en que a los ingleses les va a salir todo más caro. Por ahora, al margen de las caídas de la bolsa, no trae más consecuencias que la del ajuste monetario. Otro tipo de efectos se verán más adelante".