Cleveland viste hoy con orgullo la camiseta de uno de los mejores jugadores de la historia del baloncesto: la de LeBron James, cuya espectacular actuación en el último partido de la final de la NBA fue decisiva para que los Cavaliers se impusieran a los Golden State Warriors de Stephen Curry. En la camiseta y las zapatillas de king James, el héroe de Ohio, luce la pipa de Nike, líder mundial de ventas de calzado y ropa deportiva, a la que Under Amour, patrocinador de su principal rival, ha planteado una competencia feroz, no menos vibrante que la vivida en la cancha.
Sea efecto Lebron James o no, Nike (NKE.NY) ha arrancado la semana en bolsa liderando las subidas en el Dow Jones, con alzas cercanas al 3%. La venta de zapatillas supone un 60% de la cifra de negocio total para la compañía norteamericana. Nike manda en este mercado en buena parte gracias al patrocinio de grandes estrellas del deporte mundial, que se reserva con contratos millonarios, que en casos como el del actual rey del baloncesto son, incluso, vitalicios.
Un dominio que la figura de Stephen Curry ha puesto en cuestión, tanto en la cancha, como en las tiendas. La explosión deportiva del jugador franquicia de Golden State Warriors, blindado por Under Amour, ha multiplicado las ventas de esta joven firma de ropa deportiva, que se ha convertido en la principal amenaza de Nike, al menos en Estados Unidos.
Mientras se espera que los beneficios de Under Amour se dupliquen en los próximos tres años, los de Nike se incrementarán a un ritmo menor, un 50%, en el mismo periodo. Esto ha hecho que muchos inversores hayan buscado en Stephen Curry una buena razón para invertir en el sector. Las acciones de Under Amour se revalorizan un 300% en los últimos cinco años, mientras que las de Nike lo han hecho un 150%. Ahora, LeBron James podría haber devuelto el tirón a su patrocinador, al ganar su tercer anillo de la NBA. No obstante, la compañía no ha desaprovechado la oportunidad de publicar un vídeo enternecedor sobre la victoria de los Cleveland Cavaliers.
