
La mejora de los datos de actividad, en particular en Estados Unidos, junto con el principio de acuerdo para desbloquear las ayudas a Grecia y la reducción de los temores ante la posibilidad del Brexit han dado soporte a los mercados durante el mes de mayo. Sin embargo, junio va a venir marcado por citas políticas y económicas que introducirán volatilidad.
Comenzando por la economía estadounidense, se ha confirmado la recuperación tras el bache del primer trimestre gracias a consumo y sector inmobiliario, así como la fortaleza del mercado laboral. Para 2016, pensamos que la previsión de un 2,1% de crecimiento es válida.
En la eurozona, los datos de confianza empresarial señalan que la economía sigue en expansión, con una estimación de crecimiento del 1,5% en 2016. Los apoyos seguirán siendo el consumo y la inversión, así como el programa de compras de bonos del BCE. España ha repetido un crecimiento interanual del 3,4 por ciento impulsado por el consumo, aunque se espera un avance menor para este año, en torno al 2,7%, debido a la incertidumbre política y los menores estímulos externos.
En materia económica, las citas más relevantes serán las reuniones de los bancos centrales: el BCE ayer, y la Fed, el 15 de junio. Como se esperaba, el BCE mantuvo su discurso expansivo sin grandes cambios en política monetaria, tras poner en marcha su programa de compra de bonos. Por parte de la Fed, esperamos que continúe con la normalización de su política monetaria con una subida de 0,25 puntos básicos entre junio y julio. Prevemos dos incrementos del precio del dinero a lo largo de 2016.
En cuanto a la inflación, la desaceleración del crecimiento en los primeros meses del año y la caída del precio del crudo han presionado a la baja hasta el 3,1% a nivel mundial. En EEUU prevemos una mayor aceleración de los precios por la fortaleza del empleo y los salarios, mientras que la eurozona (0,5%), España (0,4%) y Japón (0,3%) seguirán muy bajos.
Por tipos de activo, pensamos que la renta fija soberana (bonos del Estado) de la eurozona va a continuar soportada por el BCE, aunque los niveles exiguos de rentabilidad hacen que las oportunidades de inversión sean escasas y centradas en los países de la periferia del euro. En deuda corporativa, el entorno económico sigue apoyando con bajas tasas de impago previstas y un nivel de los diferenciales de crédito aún atractivo, pese a que han tenido un gran recorrido, apoyados por el BCE, a la espera del inicio del programa de compra de bonos corporativos que comenzará este mes. En ese contexto, mantenemos nuestra apuesta por el crédito, específicamente el crédito high yield a escala global. Seguimos recomendando cautela a la hora de invertir en renta fija, eligiendo vencimientos próximos y bonos emitidos por empresas con buenos fundamentales.
En cuanto a las bolsas, seguimos positivos, aunque las valoraciones se sitúan en niveles razonables pero no baratos. Las previsiones de beneficios para este año incluyen dos o tres trimestres de caída de beneficios y recuperación a finales de año y en 2017, por lo que será la unión de los beneficios, junto con los dividendos, lo que hagan atractivo este tipo de activo.
Mantenemos la cautela dado el calendario cargado de incertidumbre que tenemos durante el año, especialmente en aquellas regiones que han llegado a alcanzar niveles de márgenes empresariales y máximos del índice, como son las bolsas de EEUU. En términos regionales, preferimos las bolsas de la eurozona por su menor valoración, dividendos más elevados y mayor potencial de mejora de beneficios. También estamos positivos en la evolución de las bolsas asiáticas, por su mayor potencial.
En relación al mercado de divisas, mantenemos nuestra previsión de apreciación del dólar en 2016 si la Fed mantiene su discurso de incrementar los tipos de interés. No obstante, creemos que el grado de apreciación del billete verde será modesto y estimamos que se podría llegar a un cruce más cerca de 1,08 dólares por euro que de la paridad. La libra esterlina va a seguir bajo presión por el riesgo de salida del Reino Unido de la Unión Europea que se votará el 23 de junio. Si pierde la moción de salida, la libra tendería a apreciarse.
Los mercados de materias primas se han estabilizado, aunque no esperamos una tendencia clara de rebote hasta el segundo semestre del año. Por lo tanto, no recomendamos tomar posiciones por la volatilidad y la incertidumbre del corto plazo.
En resumen, un panorama de crecimiento modesto, pero no de recesión, que invita a mantener posiciones en los mercados, aunque con cautela y apostando siempre por buenos fundamentales.