Los grandes bancos norteamericanos sufrieron fuertes caídas ayer después de que la división de banca de inversión del gigante suizo UBS registrara, entre enero y marzo, su peor trimestre desde 2009. Los ingresos por intermediación de esta parte de su negocio se quedaron en una cuarta parte respecto al primer periodo del año pasado.
Citigroup (C.NY) llegó a caer durante la sesión un 3,64%, JP Morgan (JPM.NY) un 3,12% y Goldman Sachs un 2,89%. Teniendo en cuenta que el negocio de inversión supone un 10% y un 45% de los ingresos totales de las dos primeras entidades financieras y que la tercera es considerada estrictamente una firma de inversión, se entiende el efecto contagio provocado por las cifras de UBS.
Los bancos norteamericanos suman así otra incertidumbre a la generada por el impreciso calendario de subida de tipos de la Reserva Federal y a los riesgos que han surgido en la precampaña electoral, sobre todo en el banco demócrata.
"Han pasado más de siete años desde el punto álgido de la crisis financiera, pero los bancos están teniendo dificultades para recuperar su reputación a los ojos de la opinión pública estadounidense", explica el equipo de análisis de Fidelity International, que considera que "esto les ha convertido en un malo de película muy aludido durante el periodo de campaña".
Precisamente, "la mayor parte de los candidatos ha propuesto una legislación más estricta y el demócrata Bernie Sanders ha reclamado incluso una ley que separe la banca de inversión de la banca minorista", recalcan desde la gestora, aunque opina que "estas reformas son improbables".
Este contexto no empaña el hecho de que las subidas de los tipos de interés deberían ser un apoyo para el crecimiento de los beneficios de los bancos, lo que mantiene el atractivo del sector, dentro del que las apuestas de elMonitor son JP Morgan y Citigroup, los dos bancos que reciben las recomendaciones de compra más sólidas de parte del consenso de mercado.