
El 'sell in may and go away' no tiene la vigencia de antaño. No parece ser momento de vender tras el fatídico arranque de año, pero tampoco de comprar hasta que las bolsas corrijan.
Con mayo se abre la veda para salir corriendo del mercado si apelamos al famoso aforismo bursátil de sell in may and go away... para luego regresar en noviembre. Estadísticamente está demostrado que los seis meses que van desde el quinto mes del año a octubre son más bajistas que el resto del ejercicio. Sin embargo, en esta ocasión parece un error vender antes de la temporada estival si tomamos en cuenta los antecedentes. El Ibex 35 vive el peor arranque de año desde el pasado 2012, con una caída en 2016 del 5,4 por ciento.
A falta de borrar sus pérdidas anuales, por delante se enfrenta a una importante resistencia como son los 9.544 puntos que, en caso de superar, daría paso a recuperar la tendencia alcista de largo plazo que nació en 2012. "Estamos en un movimiento de medio plazo alcista iniciado en los mínimos del pasado 11 de febrero y que sigue teniendo más recorrido. Todos los temores que cotizaron las bolsas a principios del año han resultado ser totalmente erróneos", asegura en este sentido Daniel Pingarrón, estratega de mercados de IG. Desde ese momento, el selectivo ha recuperado un 17 por ciento, que es, por cierto, la mitad de la caída que vive el Ibex desde sus máximos de abril del año pasado -allá por los 11.866 puntos-. "No tenemos que olvidar que los mercados llevan cayendo doce meses", recuerda Álvaro Blasco, director de ATL Capital. Y esa corrección ha sido del 34 por ciento para el mercado.
Tras un "enero catastrófico" y un febrero "que fue también bastante malo", continúa el experto, "da la impresión de que el sentimiento ha cambiado un poco" entre los inversores. Pero cuidado, "una cosa es no querer vender ahora y otra diferente es que queramos comprar y no es el caso", puntualiza Joan Cabrero, director de estrategia de Ecotrader.
Las últimas subidas han convertido la selección de valores en algo mucho más prudente. El Ibex 35 cotiza con una prima del 25 por ciento sobre su PER (número de veces que la acción recoge en precio el beneficio de la compañía) de 15 veces frente a la media de la última década -en 13 veces-.
Los grandes 'miedos' se disipan
O, cuanto menos, los que no se han marchado ya, asustan cada vez menos. Desde el pasado crash del mercado del 24 de agosto motivado por las dudas sobre China el temor a un hard landing en su economía ha acechado a los alcistas del mercado y al resto de países emergentes. A día de hoy, la bolsa ya no tiembla con cada publicación de un nuevo dato del gigante asiático como sí ocurría antes; no tanto por lo que allí pueda acaecer, sino por el impacto que puede tener sobre el resto del mundo.
La divisa china, el yuan, ha pasado de atemorizar a las bolsas a estabilizarse en este último tramo de año. Y es que su caída no solo exportaba deflación al resto de economías, sobre todo a las vinculadas con materias primas, sino que, además, se empleaba como una "vara de medir todas las divisas emergentes". Es lo que afirma Pingarrón al hablar de las consecuencias de la "depreciación del yuan frente al dólar estadounidense". En su opinión, es un "catalizador más" del mercado que ahora ha dejado de representar una preocupación, básicamente, porque "muchos países emergentes están endeudados en dólares y, en caso de que éste se revalorizara, tendrían muchos más costes para poder hacer frente a los pagos".
El petróleo viene siendo, por su parte, el gran aliado de China capaz de desestabilizar al mercado. Y, por ahora, parece ser otro flanco resuelto. Con un rebote que va ya por el 72 por ciento desde los mínimos que marcara en enero de este año, el oro negro parece haber encontrado acomodo sobre la zona de los 40 dólares, como mínimo. Acumula ya dos semanas cotizando sobre la barrera, incluso, de los 45 dólares, alejando los miedos que apuntaban a una recesión mundial.
Incluso, puede hablarse de cierta mejoría del sector financiero durante el último mes de abril. "También había temores a principios de año sobre los bancos, cuando se creía que los problemas de Deutsche Bank (dudas que surgieron sobre su solvencia para hacer frente al pago de los cupones por sus bonos) podrían convertirle en el nuevo Lehman Brothers" a la europea, comentan desde IG. Hoy puede decirse que el sectorial europeo ha recuperado el tono, siendo el tercero más alcista desde el último rebote iniciado el pasado 7 de abril y que va ya por 13 por ciento desde entonces. "El sector financiero es el que está realmente atractivo por valoraciones y entraría solamente si pensamos en el largo plazo, esto es, un mínimo de dos o tres años. Por el momento, es muy difícil que pueda mejorar sus resultados con un entorno de tipos de cero, que va a seguir presionando sus márgenes", reconoce Blasco.
El punto de inflexión
Todo ello ha llevado a pensar que nos encontramos ante un momento clave para pensar, sino en la recuperación, sí en una estabilización de la economía. "El primer trimestre del año fue tan bestia que da la sensación de que han pasado dos años en un solo trimestre. Creo que el trimestre en el que estamos ahora va a ser más estable y más normal. Los resultados ya estarán algo más armonizados porque el mercado ha recogido parte de esta situación", afirma Kai Torrella, de Gesinter. La evolución trimestral de las estimaciones de ganancias para las compañías confirma esta idea. El beneficio previsto por el consenso de mercado para el Ibex 35 cae un 7 por ciento con respecto a lo que pensaban los analistas hace tres meses, a pesar de que el beneficio crecerá con respecto al año pasado, hasta los 36.000 millones de euros. Lo importante es que esta rebaja de previsiones es la menor para nuestro selectivo de todo el año. O, en otras palabras, los expertos siguen pensando que el beneficio de las compañías se resentirá con respecto a lo que se esperaba de ellas al inicio de 2016, pero cada vez menos gracias a la mejora del entorno macro y de las previsiones de las compañías.
"El momentum de revisiones comienza a sacudirse el pesimismo", dice Álex Fusté, economista jefe de AndBank. "Los analistas comienzan a corregir su exceso de negatividad en lo que a beneficio por acción esperado se refiere, tanto en Estados Unidos como en Europa", concluye. Aún así, el Ibex se encontraría "un 25 por ciento por debajo de alcanzar el beneficio máximo histórico conseguido en 2010, en 49.700 millones de euros", asegura Victoria Torre, responsable de Self Bank.
Con este contexto no se puede sobreentender, no obstante, que las aguas estén calmadas, ni mucho menos. Por delante, las bolsas se enfrentan a grandes dudas sin resolver que pasan por la compleja situación económica de Grecia, las futuras elecciones generales en España -y donde la falta de gobierno hay quien sostiene que está penalizando a nuestro mercado- y, principalmente por el Brexit, el referéndum en el que se votará la permanencia de Reino Unido dentro de la Unión Europea el próximo 23 de junio. En caso de resolverse de manera positiva, estas incertidumbres actuales podrían convertirse en motivos para impulsar a las bolsas en el futuro. "El que quiera ganar dinero no debería salir ahora del mercado, no vaya a ser que uno de estos bandazos le pille fuera", asegura Álvaro Blasco.
Por no mencionar América Latina. Brasil, país al que mantienen una importante exposición firmas españolas lideradas por Telefónica y Banco Santander, se ha resuelto como un miedo real, pero de impacto limitado. Su economía permanecerá en recesión también este año, según las últimas previsiones del Fondo Monetario Internacional (FMI), pero se cree que la repercusión sobre las cuentas de las compañías ya ha tocado fondo. Su divisa, el real, acumula una revalorización del 8,8 por ciento en el año después de haber protagonizado un desplome del 38 por ciento desde enero del año pasado a mínimos anuales.
Meses de grandes retribuciones
Hay quien empieza a estar convencido ya de que estar en bolsa es casi mejor opción que invertir en renta fija, aunque sólo sea por la rentabilidad que ofrecen sus dividendos frente a la caída en picado los intereses de los bonos. No hay que olvidar que la bolsa española sigue siendo una de las mejores en lo que se refiere a retribuir a sus accionistas. Julio será el mes en el que se produzca la mayor avalancha de pagos de las cotizadas españolas. En la actualidad, la rentabilidad por dividendo ofrecida por el Ibex 35 es del 4,3 por ciento, sólo por detrás por una décima de la bolsa británica. Los índices de París, Fráncfort y Milán ofrecen una rentabilidad media superior al 3 por ciento.
Para acceder a los pagos de las compañías españolas recuerde que deberá contar con las acciones cuatro días antes del mismo o tres días antes a partir del próximo 27 de junio, según la nueva normativa introducida por la CNMV.