Bolsa, mercados y cotizaciones

Buscar la eficiencia operativa y financiera en el Ibex 35

  • Las caídas nos permiten mantener posiciones en firmas de calidad a precios atractivos

Las continuadas medidas del Banco Central Europeo (BCE) deberían impulsar el crédito, el consumo privado y la inversión para lograr el objetivo de llevar la inflación a niveles cercanos pero por debajo del 2%. Su influencia sobre el mercado financiero, como siempre, es doble: por un lado, da niveles bajos de tipos que actúan como soporte de las valoraciones de los activos financieros; por otro, el aumento del flujo de crédito impactará de forma positiva en la actividad económica y, por lo tanto, en la visibilidad de la parte alta de las cuentas de resultados.

En este nuevo contexto, el análisis de los gestores de Mirabaud Equities Spain, nuestro fondo de renta variable española, sigue siendo positivo respecto a su evolución en 2016. Principalmente, gracias a las inversiones en compañías eficientes desde un punto operativo y financiero, capaces de apalancarse en los crecimientos de la parte alta de la cuenta de resultados. Tras la entrada a niveles de valoración tremendamente atractivos, las caídas vistas desde el mes de diciembre nos permiten mantener posiciones en compañías de calidad como Bankinter, Acerinox o CIE Automotive, entre otras, a precios muy atractivos.

En líneas generales, entrando ya en un análisis global, las últimas semanas han traído un entorno bastante positivo: el índice de la bolsa europea subió con fuerza desde mediados de febrero tras haber perdido cerca del 6% durante la primera quincena. El mercado de bonos se anotó ganancias importantes.

En el entorno de los países emergentes, la salud de la economía china y la cotización del yuan siguen siendo los riesgos principales a corto plazo. Aunque las salidas de capitales continúan siendo importantes (sobre todo por la vía de sobrefacturación de las importaciones para sortear los controles sobre los capitales), el banco central chino ha reaccionado recortando el coeficiente de reservas mínimas que deben mantener los bancos comerciales.

Esta medida permitirá aumentar la liquidez en el mercado interbancario para sostener el crecimiento del crédito. No obstante, el ingente endeudamiento de las empresas seguirá siendo un problema importante a más largo plazo. Por su parte, la apertura del mercado de bonos a los inversores institucionales atraerá capitales.

Dos o tres subidas de tipos en 2016 en EEUU

Por otro lado, no debemos dejar de tener en cuenta que, a escala macro, el mercado subestima la inflación en Estados Unidos, que ha subido hasta el 1,7% excluyendo el precio de la energía. Después de pasar más de un año en cotas inferiores al 1%, la inflación del PCE -indicador preferido de la Reserva Federal- repuntó en enero hasta el 1,3% en tasa interanual. La variante que excluye los precios de la energía se ha acercado al objetivo del banco central, fijado en el 2%, tras situarse en el 1,7%. El nivel actual de la inflación subyacente ya supera las previsiones que publicó la Reserva Federal para finales del año en curso.

Con semejante escenario, y aunque el deterioro de las condiciones financieras en el mercado actúa como un primer endurecimiento de la política monetaria, cabría esperar dos o incluso tres subidas de tipos este año. Por consiguiente, esperamos una subida de los rendimientos de la deuda estadounidense cuando el discurso monetario de la Reserva Federal se endurezca y aprovecharemos un nivel más interesante para recomponer una posición en títulos del Tesoro a diez años.

En cuanto a renta variable se refiere, el rebote vivido en los países emergentes será una oportunidad para recoger algunos beneficios. Las bolsas volvieron a vivir un mes difícil en febrero y la mayoría de los índices terminaron en números rojos. Uno de los pocos mercados que consiguieron ganancias fue el índice inglés Ftse 100, que se benefició del rebote de las empresas mineras y del sector de la energía.

Globalmente, mantenemos una posición neutral en los mercados de renta variable. Las políticas monetarias y los rendimientos negativos son favorables para esta clase de activos, pero el crecimiento de los beneficios sigue siendo débil y las revisiones a la baja continúan.

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