
La elevada volatilidad que acompaña a los mercados explica el rally que vive el bono americano a diez años a lo largo de este ejercicio. Sin embargo, su relajación tendría los días contados porque los economistas encuestados por Bloomberg sitúan su rentabilidad en el 1,84% antes de fin de mes, lo que supondría pérdidas para los inversores del 1%.
Las dudas sobre China, los bajos precios del petróleo y el castigo a la banca han llevado a los inversores a refugiarse en deuda americana (y alemana), lo que ha hecho que la rentabilidad del bono estadounidense a diez años baje este ejercicio del 2,26% al 1,71%. Se trata de un movimiento que ha regado las carteras de los inversores con ganancias del 4%, aproximadamente.
Pero las compras pronto podrían tornarse en ventas. "La gente se dará cuenta de que existe presión de inflación en Estados Unidos", asegura Hiroki Shimazu, economista en SMBC Nikko Securities en declaraciones a Bloomberg. Por lo que "no es una buena idea precipitarse a comprar bonos del Tesoro americano", añade.
Pendientes del libro Beige
Es el gran objetivo de la Fed y de cualquier otro banco central, que la inflación se sitúe en torno al 2% y de lo que está pendiente la institución para continuar la normalización de su política monetaria. De eso y de la salud de la economía en general, sobre lo que podrían llegar pistas mañana tras la publicación del libro Beige.
"Aplazar la decisión de subir tipos es lo máximo que se le puede pedir a la Fed en estos momentos, cuando cualquier decisión que tome será muy controvertida tanto a nivel del Consejo como en su interpretación por el mercado", recuerda José Luis Martínez Campuzano, estratega jefe de Citi en España. Aunque lo cierto es que por el momento el mercado retrasa cualquier subida más allá de febrero de 2017.
Además del libro Beige habrá más pistas porque el miércoles también se dará a conocer el ISM de Nueva York de febrero (el anterior se situó en los 54,6 puntos) y el cambio de empleo ADP, que se espera sea ligeramente inferior al dato de enero: un incremento de 185.000 trabajadores frente a los 205.000 anteriores.