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Las mujeres necesitan ahorrar un 35% más para su jubilación

Con las elecciones a la vuelta de la esquina, una de las constantes durante la campaña electoral ha sido que los principales partidos políticos han elegido ignorar el que es el mayor problema de medio plazo que afronta el país, el de la sostenibilidad del sistema público de pensiones.

Y es que el ahorro privado para la jubilación casi duplica al de la hucha pública de las pensiones, que ha menguado durante los últimos años a pasos agigantados para pagar a los pensionistas actuales. Para Ignacio Izquierdo, consejero delegado de Aviva, este es un tema que se debe tratar "desde un punto de vista técnico" y que, asimismo, es necesario que se afronte "desde la neutralidad política dentro del marco del Pacto de Toledo".

Uno de los aspectos más problemáticos de este problema es la situación de la mujer: según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) del año 2013 (que son los últimos disponibles), la esperanza de vida al nacer de las mujeres españolas alcanza los 85,6 años, frente a los 80 de los hombres, una brecha de 5,6 años que con la edad de jubilación en los 65 años -se elevará paulatinamente hasta los 67 años en 2027- hace que ellas necesiten un ahorro superior al de ellos para afrontar su retiro. Enrique Borrajeros, presidente del Comité de Comunicación de EFPA, explica que "las mujeres, que viven de media cinco años más necesitan un 35% más de ahorro".

Una problemática que se ve agravada por el hecho de que la incorporación de la mujer al mercado laboral sigue sustancialmente por detrás de la del hombre. Y es que, según la EPA del tercer trimestre, la tasa de empleo de las mujeres se queda en el 53,75%, frente al 64,94% de los hombres, una brecha de más de 10 puntos porcentuales.

En cualquier caso, este no es el único punto problemático al que se enfrentan los españoles en su jubilación. "Lo realista es pensar que las pensiones públicas no pueden a largo plazo sostener los niveles de vida que se corresponden con los periodos de actividad", apunta Álvaro García Diéguez, director general de Seguros de ABANCA. En este sentido, asegura que los otros dos pilares de las pensiones -planes de pensiones de las empresas y privados individuales- "deberían ocupar un espacio que, desde el punto de vista del valor económico, no están siendo capaces de ocupar".

El patrimonio de los planes de pensiones individuales supera los 65.500 millones de euros, según los datos de la patronal, mientras que el del segundo pilar, los planes de empleo -es decir, los que las empresas y sindicatos ponen a disposición de sus trabajadores-, supone unos 35.000 millones.

En esta línea, José Antonio de Paz Carbajo, subdirector general de Fondos y Planes de Pensiones del Ministerio de Economía, explica que el porcentaje del patrimonio en fondos de pensiones "supone en España el 10% del PIB" y considera que una cantidad razonable sería "un término medio dentro de los países de la OCDE". Según Inverco, en el conjunto de países de la OCDE supone el 86% del PIB, en media ponderada.

Según el Banco Mundial, desde 1996 hasta 2013 la esperanza de vida al nacer ha aumentado en 4 años, hasta los 82. Para Jaime Sol, socio responsable de Tributación Personal de KPMG Abogados, el problema que afronta España "no es un tema de demografía, es de longevidad". De este modo, explica que si una persona tiene como objetivo lograr una prestación indefinida de 20.000 euros anuales, con la esperanza de vida actual, habría que multiplicar esta cantidad casi por 20, para conseguir tener ahorrados 400.000 euros. Así, señala que con el límite de aportaciones de 8.000 euros "no hay capacidad para constituir ese ahorro, con lo cual hay que acudir a mecanismos alternativos como seguros que permitan complementarlo", comenta Sol.

Por su parte, Borrajeros asegura que también hay un problema demográfico y se muestra "convencido de que la jubilación va a cambiar en España de manera radical" e indica que "en planes de pensiones la falta de competencia es manifiesta". "Los planes donde están la mayoría de los ahorradores suelen ser los menos rentables y más caros que el resto", completa.

De hecho, según los datos que ofrece Morningstar, ninguno de los 20 mayores productos de ahorro para la jubilación se encuentra entre los 20 más rentables de la última década. No obstante, no solo entre los que atesoran mayor patrimonio bajo gestión hay malos resultados. Un 40% de los planes de pensiones domiciliados en España desde hace al menos diez años no ha cumplido con el que debería ser el objetivo de cualquier producto de ahorro a largo plazo: superar el coste de la vida (es decir, que no han subido más que lo que lo ha hecho el IPC anualizado durante la última década, un 1,81%), según Morningstar. Con ellos, el inversor habrá perdido poder adquisitivo.

Búsqueda de soluciones

En este contexto, los expertos coinciden en la necesidad de buscar soluciones para lograr la sostenibilidad de las pensiones del país. De Paz considera que "de todos los modelos se pueden extraer elementos" si bien apunta "que no hay uno para todos los países". "El objetivo es que el trabajador a los 65 años tenga constituido un patrimonio", asevera.

Por su parte, Izquierdo recuerda que "el ahorro a corto y largo plazo tienen el mismo tratamiento" y que si este "es para la jubilación debe ser incentivado". En este mismo sentido, Sol cree que "en fiscalidad hay mucho terreno para avanzar". Asimismo, Borrajeros se muestra "muy de acuerdo con la teoría del ahorro finalista y con que se beneficie fiscalmente al concepto de ahorro y que si va para jubilación tenga una fiscalidad ventajosa".

Así, explica que los instrumentos actuales en España "no son del todo malos, pero hay que ver cómo se mejora". Del mismo modo, los expertos hacen hincapié en la necesidad de que la población tenga más información. Sol apunta que "hay una falta de conocimiento de los distintos productos financieros". "Siempre existe la disyuntiva entre consumo actual y ahorro para la jubilación", indica Izquierdo, y recuerda que, aunque "ahora es más difícil ahorrar que hace años, cuando se ha podido hacerlo tampoco se ha hecho". "Se ha perdido la cultura del ahorro y hemos pasado a una del consumo y del endeudamiento y creo que es momento de rebalancear esto", completa.

Hay que asumir más riesgo

Este año podría ser bautizado como el año de la pérdida de la inocencia en renta fija. Y es que si no hay un rally en los bonos de aquí a final de año, podría ser el primero desde 2010 en que el inversor incurre en pérdidas en los planes de pensiones que invierten en deuda.

Hay que tener en cuenta, además, que las pérdidas de hace cinco años fueron excepcionales por la crisis de deuda periférica, cuando la rentabilidad del bono español alcanzó el 7,6%. Nunca antes habían cerrado en negativo. La pérdida para los inversores de renta fija es muy importante, más en un país donde el grueso de la inversión se concentra en este activo.

De ahí la importancia que tienen las gestoras de concienciar a los ahorradores de que hay que asumir más riesgo si quieren optar a una rentabilidad por encima del cero. Ignacio Izquierdo, de Aviva, considera que "las entidades tenemos mucha responsabilidad. Hemos comunicado a los partícipes de esos fondos que las rentabilidades en renta fija, sobre todo a largo plazo, son muy bajas y con mucho riesgo". Y es que el perfil del ahorrador español es muy conservador: "Un 30% del patrimonio en pensiones está en renta variable y el resto está en renta fija, ya sea de forma directa o indirecta", considera Enrique Borrajeros, de EFPA.

Según los datos de Inverco, los fondos de pensiones invierten un 60% de su cartera en deuda y solo un 20% en bolsa. Por eso, el experto aconseja que, en lugar de fijarse objetivos de rentabilidad, hay que buscar "el binomio rentabilidad/riesgo adecuado a un objetivo de ganancias", ya que a medida que vaya avanzando su vida lo irá adaptando a sus necesidades [alguien que empiece a ahorrar desde su primer salario podrá invertir más en renta variable que una persona cuya jubilación esté más próxima]. Un entorno de bajos tipos de interés como el actual, en el que la expectativa de rentabilidad de los bonos es mucho más baja, también "tiene cosas positivas", ya que "el ahorrador está empezando a mirar otras posibilidades y a incluir activos de mayor riesgo", añade Ignacio Izquierdo, de Aviva.

Pero no solo los inversores particulares deben concienciarse de que para buscar rentabilidad hay que irse a activos con más riesgo, es decir, fuera del mercado de deuda. También la Administración, ya que el Fondo de Reserva de la Seguridad Social, es decir, la hucha que se utiliza para atender a las necesidades de pago de las pensiones contributivas a las que el Sistema de Seguridad Social no puede hacer frente, solo invierte en deuda pública española. Más cuando muchos expertos recomiendan delegar la gestión del ahorro de todos los españoles en manos profesionales especializados en la gestión de activos como una de las soluciones para optimizar sus rendimientos.

A este respecto, Ignacio Izquierdo, de Aviva, opina que "sería buena una gestión más profesional y diversificada". Mientras Jaime Sol, de KPMG Abogados, se muestra algo más cauto: "Se han planteado diversas alternativas pero tiene que analizarse con mucho cuidado porque no es solo lograr rentabilidad, sino garantizar y mantener el ahorro de los españoles".

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