
Como si estuvieramos a punto de despertar de una pesadilla, los desequilibrios se han acumulado entre las compañías de Estados Unidos durante los últimos años. Las empresas se han apalancado y el auge de las compras y fusiones ha impulsado los precios intangibles de muchos activos a máximos de varios años. Sin embargo, con la Reserva Federal a las puertas de llevar a cabo su primera subida de tipos de interés en casi una década, muchos ponen en duda la sostenibilidad de estas tendencias.
"Las compañías que han cocinado sus beneficios en lugar de generar un crecimiento orgánico invirtiendo en sus negocios están en el punto de mira", señala en un informe Robert D. Boroujerdi analista de Goldman Sachs. En este sentido matiza que los inversores penalizarán a partir de ahora a aquellas compañías con balances débiles y que hayan llevado a cabo descomunales recompras de acciones.
Al fin y al cabo, con la Fed probablemente iniciando su normalización monetaria con una subida de 25 puntos básicos el próximo diciembre, las preocupaciones sobre una nueva ronda de fortalecimiento dólar preocupan a las multinacionales y sus inversores. De hecho, la divergencia en la política monetaria global (la subida de la Fed vs la posible ampliación de los estímulos por parte del BCE y el Banco de Japón) podría convertir de nuevo a las divisas en la principal brújula de los beneficios en 2016.
Más allá del impacto de primera línea, las empresas estadounidenses están luchando contra la competencia extranjera que utiliza la divisa como un arma defensiva en medio de una desaceleración de la demanda.
Mientras tanto, desde 2007, el apalancamiento empreasarial total se ha duplicado y la deuda es un 30 por ciento más alta sobre una base normalizada del EBITDA normalizado si lo comparamos con los últimos 10 años. Desde 2008, las fusiones y compras han ascendido en 9 billones de dólares mientras las compañías han sumado alrededor de 800.000 millones de dólares a sus balances en términos de valor intangible en relación con estas adquisiciones, acaparando un 8 por ciento de los activos.
"Aunque esto no supone un riesgo inmediato sobre la salud de las compañías estadounidenses indica un cambio de naturaleza sobre la falta de un crecimiento orgánico tras la crisis", reitera Boroujerdi.
La diferencia entre los beneficios antes de impuestos frente al incremento del beneficio por acción sigue poniendo de manifiesto que muchas compañías de EEUU han optado por limitar su inversión en favor de incrementar los retornos a sus inversores. Algunas compañías, como Bed Bath and Beyond, Flowserve o Ingredion han optado por echar mano de la contabilidad creativa a la hora de aumentar sus beneficios por acción pese a que su beneficio antes de impuestos no registrase incrementos significativos.
"Aquellos que busquen un cobijo en balances realmente fuertes deben mirar a Apple, Cisco, Microsoft y Qualcomm que cuentan un poder significativo", adivirte el analista de Goldman Sachs.