Una década después, las aerolíneas se cambian los papeles y vuelven a su origen. IAG es hoy la aerolínea de bandera más grande de Europa en bolsa, Lufthansa se queda a más de 9.000 millones de euros y Air France, que en el 2007 llegó a ser la más capitalizada, se sitúa a la cola del sector.
En los años noventa eran conocidas como aerolíneas de bandera porque pertenecían a los diferentes Estados europeos y, generalmente, contaban con el monopolio de los vuelos locales en los países de los que eran abanderadas. Entre todas ellas: Iberia, Air France, Lufthansa o Alitalia... British Arways era la referencia. En 1997, la compañía británica llegó a alcanzar un tamaño de 10.600 millones de euros en bolsa. La capitalización de la británica duplicaba entonces la de Air France y superaba en más de un 35% la de Lufthansa. Ambas eran sus principales competidoras en aquellos momentos y pronto, las que marcarían la estela a seguir en el Viejo Continente.
La fuerte competencia planteada por la Star Alliance -alianza de aerolíneas de la que formaba parte Lufthansa- en los últimos noventa, obligó a British Arways a impulsar Oneworld, una iniciativa similar, lo que no impidió que en los primeros dos mil, la alemana pasara a liderar el sector en Europa ante el derrumbe de British Airways, que, junto a la feroz competencia desatada por las privatizaciones de las aerolíneas estatales, acusaba los problemas financieros que le ocasionaron los planes de pensiones de sus empleados.
La británica llegó a reducir su tamaño hasta los 1.200 millones de euros, mientras Lufthansa conseguía en los meses previos al estallido de la crisis alcanzar el máximo tamaño que se había conocido hasta entonces entre las aerolíneas europeas. En abril de 2007, llegó a rozar los 11.000 millones de euros de capitalización. Paralelamente, Air France, que en 2003 había adquirido a la compañía neerlandesa KLM -con la que previamente formó la alianza SkyTeam-, describía un constante crecimiento en bolsa que la llevó a liderar el sector en junio de 2007, cuando su capitalización estableció su cota histórica en los 10.700 millones de euros.
Con la crisis mediante, las fuertes caídas sufridas en el parqué por todas las aerolíneas, sin excepción, llevó al sector a un punto de partida en el que British Arways buscó en su fusión con Iberia (y la caja que aportaba la española en la operación) la solución a sus problemas y en el que el que se hizo patente que Ryanair, con la que no se contaba a finales de los noventa, había llegado para quedarse. Tanto la nueva IAG como la irlandesa marcaron un ritmo de crecimiento que Lufthansa y Air France no pudieron seguir, dada su incapacidad para digerir la competencia planteada por las low cost y la de los nuevos actores internacionales provenientes de Oriente Medio.
Con Ryanair como invitada, las cosas entre las aerolíneas de bandera han regresado hoy a su origen. British Arways fue durante años la abanderada europea más grande de Europa. Trono que vuelve a ocupar, como IAG, tras cederlo hace una década en favor de Lufthansa y Air France, que, en los últimos años, han dilapidado su ventaja. En cifras, la aerolínea alemana pierde 4.800 millones de euros respecto a la capitalización histórica que alcanzó en 2007. La francesa cede incluso más: 8.870 millones de euros respecto a la misma referencia.
En total, 13.700 millones de euros. Dinero que en bolsa ha ido a parar íntegramente a IAG y Ryanair, que, desde los 8.500 millones de euros de capitalización que promediaban en el período en el que Lufthansa y Air France tocaron sus máximos, ganan en conjunto 15.200 millones de euros. Hoy, Ryanair lidera el sector europeo al capitalizar más de 17.000 millones de euros. IAG la sigue de cerca al superar los 15.300 millones de euros.
Un sólido liderazgo
"IAG llevó a cabo una restructuración que está dando sus frutos pero es que el momento acompaña", remarca CMC Markets en referencia a un escenario de crudo barato, esperanzadores datos macroeconómicos y euro débil en el que las estimaciones de beneficios del grupo que engloba a British Airways, Iberia, Vueling y Aer Lingus se han disparado. Los analistas esperan que IAG cierre 2015 con unas ganancias que ya superan los 1.500 millones de euros y que duplique los 982 millones de euros que ganó el pasado ejercicio en 2017.
Por el contrario, Lufthansa y Air France sufren las consecuencias de los conflictos laborales abiertos por su estrategia de recortes de gastos y capean con dificultad la competencia de las aerolíneas low cost, algo que "no es problema para IAG ya que con Vueling tiene su propia aerolínea de bajo coste", explica CMC Markets. "Está abriendo rutas cerradas con Latinoamérica, ganando la partida a Air France, hasta ahora líder en la zona", añade Tressis. En el caso de Lufthansa, son "las aerolíneas de Oriente Medio", según JP Morgan, las que están rebajando su cuota de mercado.