
El cierre del jueves 20 de agosto no dejó lugar a dudas. La pérdida de soportes en Wall Street hacía saltar las alarmas. La crisis china dejaba de tener una dimensión regional para pasar a ser un problema que atañía a la economía del planeta.
Poco más de un mes más tarde, el mercado de renta variable europeo confirmaba el "miedo económico" que reina en la actualidad. Las bolsas del Viejo Continente han entrado en negativo en el bagaje anual tras registrar este martes caídas cercanas al 3%. Así lo afirma José Luis Martínez Campuzano, estratega de Citi en España, que asegura que "el temor a una recesión económica global", entre otras cosas, se dejó sentir en los parqués de uno y otro lado del Atlántico.
La sucesión de datos empresariales y macroeconómicos que inundaron el mercado en la sesión hicieron que cundiera el desánimo en las principales plazas bursátiles del Viejo Continente.
"No hay nada en especial a lo que achacar la caída de este martes", afirma Javier Niederleytner, profesor del IEB. "Simplemente", prosigue el mismo experto, "la suma de pequeños datos publicados hicieron que cundiera el desánimo".
Datos como el crecimiento del PIB que anunció Brasil. Según el sondeo semanal publicado por el Banco Central del gigante sudamericano, los economistas que cubren al país pronostican una contracción de su producto interior del 2,7% para este año y del 0,8% de cara a 2016.
Un movimiento que llevó al real brasileño en su cruce frente al dólar a su nivel más bajo de la historia, los 0,247 enteros, y que a su vez provocó un alza en el seguro contra impago de la deuda carioca hasta los 457 puntos, frente a los 396 puntos a los que cerró el pasado viernes.
Otros dos incendios en forma de profit warning (reducción de las estimaciones de beneficios) asolaron este martes los parqués de Europa. En Alemania, Volkswagen acabó confirmando que el escándalo de los motores diésel -destapado en Estados Unidos- afecta a un total de 11 millones de vehículos en todo el mundo, lo que no solo hundió por segunda sesión consecutiva las acciones del grupo, sino que arrastró a todo el sector, que ya suma pérdidas en el año pese a haberlo comenzado con una revalorización del 38%. En Finlandia, Outokumpu recortó sus previsiones castigando al resto del sector acerero europeo.
A todo ello hay que sumar que "la decisión de la Fed de no subir tipos ha abierto una nueva caja de dudas", afirma Victoria Torre, responsable de desarrollo de contenidos, productos y servicio de SelfBank. Y sin olvidar la desaceleración de la economía china que,según el Banco Asiático de Desarrollo (BAD), crecerá a un ritmo del 6,8% de cara a este años, por debajo del 7,2% pronosticado en marzo.
Por técnico
En este contexto, desde Ecotrader se ha procedido a reducir aún más la exposición al mercado de renta variable europeo. Los riesgos de ver mayores caídas siguen acechando en todas las plazas europeas y no se disiparán hasta que se confirme un suelo que posibilite un intento de reestructuración alcista. Un escenario que el portal de inversión de elEconomista afronta con prudencia y liquidez -para poder volver a entrar en el mercado cuando llegue el momento- después de haber deshecho posiciones en la cartera modelo desde el jueves previo al 24 de agosto, conocido como el lunes negro, hasta acabar con una exposición a renta variable del 17%, la más baja de su historia.
La mayor debilidad mostrada por el Ibex 35 durante las últimas semanas frente al EuroStoxx 50 y al resto de índices del Viejo Continente ha precipitado al índice de referencia en España de vuelta a los mínimos anuales que se alcanzaron el día del crash chino: los 9.500 puntos. "Bajo este nivel se encuentra el soporte clave de medio plazo que suponen los 9.200/9.370 puntos y que coinciden con los mínimos de 2014", explica Joan Cabrero, director de estrategia de Ecotrader.
Este martes, el selectivo español cerró un 1,8% por encima de la banda superior de esta zona clave, que en el caso del EuroStoxx 50 se corresponde "con los 2.800/ 2.970 puntos", según el analista.
Esta zona de soporte está acotada por los mínimos del presente ejercicio y los del pasado y, hasta su rango inferior, el principal índice europeo aún tiene un margen de caída cercano al 9% después de cerrar la sesión de este martes en los 3.076 puntos.
El descenso que tienen por delante el EuroStoxx 50 hasta su soporte podría arrastrar al Ibex 35 por debajo del suyo, donde no encontraría un nuevo apoyo hasta los 8.000/8.200 puntos, "que se corresponderían con un ajuste del 66/61,80% de toda la tendencia alcista que nació en los mínimos del año 2012 en los 5.900 puntos", comenta Joan Cabrero.
"Es preocupante que niveles análogos a los 9.200/9.370 puntos del Ibex en el Eurostoxx 50 y la mayoría de índices se encuentren más alejados, algo que podría provocar que el selectivo español necesite corregir más profundamente antes de hacer un suelo sostenible", continúa el experto, quien concluye: "Esto es algo que sigue invitando a no tener ninguna prisa antes de posicionarse en el mercado. Ya habrá tiempo para ello".