El debate entre alcistas y bajistas está más vigente que nunca. El descalabro de las negociaciones entre Grecia y sus acreedores marcó ayer el paso de los índices, que se anotaron los esperados descensos, tanto en Europa como en EEUU. Con todo, todavía no predomina el pánico y se mantienen las opciones al alza.
Las caídas generalizadas de este lunes hicieron regresar algunos fantasmas del pasado. Salvo España y Portugal, la mayoría de bolsas de la zona euro no sufría un desplome de tal magnitud desde principios de noviembre de 2011. Una fecha importante, en la que también se quiso dar la palabra a los ciudadanos griegos. Aquella sesión negra para las bolsas europeas se produjo justo después de que Yorgos Papandreu, el entonces primer ministro griego, anunciase un referéndum para decidir si el país aceptaba o no las condiciones del segundo plan de rescate al país. Una consulta que finalmente descartó Papandreu dimitiento días más tarde.
La economía griega representa entre el 1,5 y el 2% del PIB de la zona euro y el peso de la bolsa helena es todavía menos significativo en Europa. "El MSCI Greece es menos del 0,2% del MSCI Europe", reflexionan desde Fidelity. Pese a estas cifras, y mientras la bolsa helena permanecía cerrada, el resto de mercados acusaba este lunes la incertidumbre sobre el futuro de Grecia, ya que el referéndum del próximo domingo, en principio para consultar las propuestas que plantean los acreedores, se ha convertido en una consulta sobre su permanencia en el euro.
Las bolsas más afectadas este lunes, como ha ocurrido durante toda la tragedia griega, fueron las de los países de la periferia europea. Las plazas de Portugal, Italia y España sufrieron los descensos más verticales: el PSI se desplomó un 5,22%, el Ftse Mib perdió un 5,17% y el Ibex 35 cedió un 4,56%. El resto de índices de la zona euro también reaccionó de inmediato a la ruptura de las negociaciones entre el primer ministro griego, Alexis Tsipras, y los acreedores. Para el EuroStoxx 50, el Cac 40 francés y el Dax 30 alemán fue la jornada más bajista desde aquella convocatoria de referéndum en Grecia, en noviembre de 2011.
"Los mercados globales han reaccionado con nerviosismo, pero lo fundamental es que el riesgo de un impacto signigicativo fuera de Grecia es limitado", subrayan en Fidelity. "Muy pronto los inversores en Nueva York y Beijing volverán a centrarse en sus temas locales, como las perspectivas de una subida de tipos por parte de la Fed en septiembre y recortes de tipos adicionales en China. Estas decisiones tienen más posibilidades de tener un impacto profundo en la renta variable que el capítulo final de un impago griego ya bien documentado", considera Dominic Rossi, director mundial de renta variable de la firma.
Más caídas
No obstante, los expertos esperan que las caídas continúen en los próximos días. "Es muy probable que caiga la bolsa, que como ya hemos visto en otras ocasiones es la válvula de escape más usada por los inversores cuando quieren reducir riesgo en sus carteras, aunque los fundamentales de las compañías no hayan cambiado", apunta Joaquín Casasús, director general de la gestora de Abante Asesores.
Oportunidad de compra
Unos descensos que se ven más como oportunidades de entrada. "Consideramos que son una buena oportunidad de compra, ya que aún después de lo sucedido este fin de semana seguimos pensando que lo más probable es que Grecia siga dentro del euro y que en el caso de producirse un accidente, éste sería negativo principalmente para los griegos pero no necesariamente para el resto de Europa", añade Casasús. Desde Banca March, señalan en la misma dirección: "Incluso si hay una reacción exagerada en las próximas sesiones aprovecharíamos para tomar posiciones de mayor riesgo en las carteras y deshacer posiciones en divisa".
quedan opciones para una reestructuración alcista", comenta el analista de Ecotrader, quien admite que ésta dependerá del transcurso de los acontecimientos y no descarta que en los próximos días los soportes puedan caer ante la presión vendedora. "Con permiso del último giro dramático, un final feliz es aún posible. El mantenimiento del ELA por el Banco Central Europeo, o la intervención de Obama, también lo apoyan", afirma Daniel Pingarrón, analista de IG.
Y es que ayer, pese a las profundas caídas, en el Viejo Continente en ningún momento se perforaron las zonas de soporte clave que suponen los mínimos que hace ya dos semanas originaron el último tramo alcista. En el caso del Ibex 35, la verdadera línea roja se sitúa en los 10.654 puntos, desde donde rebotó el pasado 18 de junio: perderlos supondría la entrada en una tendencia bajista en dirección al mínimo de los 9.370 puntos de octubre de 2014.
