Bolsa, mercados y cotizaciones

El Ibex 35 se aferra a los 11.200 puntos para no sucumbir a un escenario bajista

La última semana de mayo ha devuelto las dudas periféricas a la eurozona. Esta vez sí, el patrón de la corrección está respondiendo al paradigma que ha imperado durante toda la crisis de los países mediterráneos: ventas en bolsa, subidas de las primas de riesgo, caída del euro y compras de bonos de los países del centro de Europa. Esto es lo que ocurrió ayer mientras la cuenta atrás de Grecia seguía avanzando y la resaca electoral dejaba más titulares en España.

El Ibex 35 cayó en la jornada un 0,72%, pero consiguió aferrarse al soporte de los 11.200 puntos . Este nivel separa el escenario todavía alcista, de otro potencialmente bajista, como explica Joan Cabrero, director de estrategia de Ecotrader. Al cierre de la sesión salvó este suelo por 40 puntos , un margen muy estrecho si la sesión de hoy trae más pérdidas (al cierre de ayer, Wall Street caía más de un punto). Tensión, incertidumbre y mucho en juego.

'Gasticidio'

Con la llegada del año electoral, el término popularizado durante la crisis como austericidio, deja paso al gasticidio. Ayer se conoció que el déficit de las Administraciones Públicas del primer trimestre, que avanzó hasta el 0,78 por ciento del PIB frente al 0,65 por ciento de 2014, todo ello, pese al avance del denominador de esta ratio (el PIB) y a la subida de los ingresos fiscales. La agencia de calificación Moody's alertó ayer que no espera que la deuda pública se estabilice este año ya que, según sus cálculos, España no cumplirá con el objetivo de Bruselas del 4,2 por ciento del PIB: acabará el año en el 4,5 por ciento.

Ni el factor que suma (ingresos) ni el que divide (PIB) conseguirá evitar un nuevo déficit superior al objetivo. La agencia explicó que el peso de la deuda seguirá cargando sobre el rating soberano. Más si las expectativas de crecimiento siguen siendo demasiado optimistas. Moody's estima un crecimiento del PIB del 2,7 por ciento para este año y del 2,2 por ciento en 2016, dos y cinco puntos por debajo de las estimaciones del Ejecutivo.

Los expertos de Bank of America Merrill Lynch también alertaron de los riesgos derivados de las elecciones regionales del domingo, a las que compararon con un sudoku donde ninguno de los nuevos partidos, véanse Podemos y Ciudadanos, "facilitará la formación de una coalición". Esa "debilidad" a la hora de gobernar en distintas áreas del país se puede convertir en la "nueva norma". El equipo liderado por el economista Rubén Segura-Cayuela y Gilles Moec aseguraba que los resultados de los comicios "podrían tener una gran influencia en los resultados de las presidenciales a finales de este año".

Pese a esta "fragmentación", los expertos del banco estadounidense consideran que los riesgos que pongan en peligro la marcha de la economía a corto plazo "se han rebajado bastante". A largo plazo, por el contrario, persisten desafíos estructurales que tendrán que resolverse: "La revisión tributaria, las reformas de pensiones y del mercado laboral así como el ajuste fiscal seguirán en peligro más allá de 2015". Una vez más, el ajuste de ingresos y gastos aparece como un problema pendiente de resolución.

Del corto al largo plazo

El Ibex 35 y la renta variable española se postulan como los más propensos a sufrir los riesgos derivados de las elecciones. En este sentido, tanto Segura-Cayuela como Moec explican que en parlamento "fragmentado" será más fácil centrarse en políticas "heterodoxas" que en aquellas realmente necesarias para garantizar la sostenibilidad del país. El selectivo español empieza a descontar este escenario después de dos sesiones en rojo en las que perdió un 2,72 por ciento. Esto significa que pone precio, en el corto plazo, a un riesgo estructural de largo.

Este movimiento se produce en una zona relevante para el Ibex , como es el soporte que marcan los 11.200 puntos y que podrían abrir la puerta a un escenario de mayores correcciones. La prima de riesgo sigue presionando al alza: ayer superó los 132 puntos básicos y marcar su segundo nivel más alto del año. Este avance del riesgo país se produjo tanto por la subida de la rentabilidad del bono español hasta el 1,87 por ciento, como por el descenso del Bund alemán hasta el 0,55 por ciento.

Estados Unidos tampoco ayudó al cierre de la sesión, con la publicación de un puñado de datos macroeconómicos que consolidan la recuperación del país. Las ventas de viviendas y la confianza de los consumidores vuelven a acercarse a los máximos desde el inicio de la crisis, lo que acerca más la primera subida de tipos de la Reserva Federal. Estas cifras aceleraron la subida del dólar y, por consiguiente, el descenso del euro. La divisa común perdió ayer el nivel de los 1,09 dólares por primera vez en un mes.

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