
Los principales mercados bursátiles siguen atrapados en un movimiento lateral, después de que ayer nos se registraran cambios analíticos importantes. La jornada de hoy estará marcada por la cuádruple hora bruja, esto es, el vencimiento de futuros y opciones trimestral. El cierre semanal llega con las espadas en alto.
Veremos qué sucede al cierre semanal. Un cierre que estará marcado por la conocida como cuádruple hora bruja: el vencimiento de futuros y opciones sobre acciones e índices que se producirá en las principales bolsas, como cada tercer viernes del mes que cierra un trimestre. Una circunstancia que suele provocar un aumento de la volatilidad en los parqués.
De momento, se ha conocido que la agencia de calificación Fitch ha elevado la perspectiva de la deuda estadounidense de negativa a estable, uniéndose tanto a S&P como Moody´s, que ya lo habían hecho. El acuerdo para elevar el techo de deuda ha sido la clave para que EEUU conserve la triple A.
De esta forma se culminará una semana de incertidumbres mundiales que han tenido tres focos principales: el conflicto de Crimea, la reunión de la Reserva Federal y las dudas de la economía china. Las posibilidades de los toros no se romperán del todo mientras se mantengan los niveles que marcan los mínimos de la semana pasada, como son los 8.950 puntos en el caso del Dax alemán, o los 3.050 puntos del EuroStoxx 50, comentan los analistas de Ecotrader.
La sesión se completará hoy con la publicación de la confianza del consumidor en la Eurozona correspondiente al mes de marzo y la publicación de los resultados trimestrales de Tiffany en Estados Unidos.
La Fed asustó, pero no demasiado
El mercado americano volvió ayer al terreno de las alzas. Los buenos datos manufactureros y del índice de indicadores líderes muestran que la primera economía del mundo gana fortaleza. Una sesión de transición "que no cambia la situación técnica con un S&P que continúa a medio camino entre los mínimos de la pasada semana y los máximos históricos", explican los analistas de Ecotrader.
El miércoles los inversores se asustaron cuando Janet Yellen, la nueva presidenta de la Fed, anunció que la institución espera un nivel de tipos de interés más alto para el cierre de 2015 y 2016 (ahora estima que se situarán en el 1% y en el 2,25%, respectivamente) y que podría comenzar a elevar el precio del dinero "seis meses" después de acabar con el tapering (la paulatina rebaja de compras mensuales de deuda).
Sin embargo, la lectura de estas palabras es que la Fed ve que la economía americana está fuerte. Y ayer los datos le dieron la razón: el índice manufacturero de la Fed de Philadelphia (una de las principales áreas de actividad del país) ha mostrado una fuerte subida inesperada, mientras que el índice de indicadores líderes también ha reflejado una mejora en febrero.