El dato de desempleo llegó con retraso, pero sirvió para avivar los ánimos de los inversores. El cierre parcial del gobierno de Washington aplazó la publicación de datos macro que, una vez publicados, dan pistas de que la Fed podría tener que prorrogar sus medidas extraordinarias. El momento sigue siendo de los alcistas.
Los 148.000 puestos de trabajo creados no fueron suficientes para alcanzar los 180.000 estimados por el consenso de mercado y esto avivó las compras en Wall Street.
¿Cómo puede un dato macroeconómico peor de lo esperado espolear a las bolsas? Esta situación no es tan insólita, y menos cuando se trata de un dato de empleo de EEUU. Ben Bernanke puso la tasa de paro como referencia a la hora de mantener sus políticas de estímulo, de forma que los inversores son plenamente conscientes de que la impresión de billetes de la Reserva Federal (Fed) continuará mientras el mercado laboral de EEUU siga débil.
Así, los alcistas controlaron toda la sesión hasta el punto de llevar al S&P 500 a marcar nuevos máximos históricos después de superar por primera vez la cota de los 1.750 puntos.
También Europa vivió una jornada de subidas generalizadas, con "nuevos máximos anuales en la mayoría de índices europeos, que prosiguen de este modo la impecable tendencia alcista que definen a lo largo de las últimas semanas", explica Joan Cabrero, analista de Ecotrader.
Donde también se notó el influjo de la Fed fue en el mercado de divisas. La previsible mayor oferta de dólares en el mercado ha llevado a los inversores a deshacer posiciones con fuerza en el billete verde, que ayer marcó nuevos mínimos anuales frente al euro. La divisa comunitaria superó los 1,375 dólares por primera vez desde noviembre de 2011. "El euro es demasiado caro, demasiado fuerte y demasiado alemán".