
El ministro francés de la Reconstrucción Productiva, Arnaud Montebourg, ha manifestado su descontento con la actual cotización de la divisa comunitaria. En una entrevista con el diario galo Le Parisien ha afirmado que el euro "es demasiado caro, demasiado fuerte y un poco demasiado alemán". El euro supera los 1,37 dólares y marca máximos desde noviembre de 2011.
El ministro continúa en sus declaraciones con una petición al Banco Central Europeo (BCE) a que ajuste los tipos de cambio a favor de Francia y del resto de países, a los que en su opinión favorecería una moneda menos fortalecida. "Debería ser un poco más italiano, un poco más francés y simplemente europeo", añade.
En el mercado de divisas, el euro se mueve hoy alrededor de los 1,377 dólares, su nivel más elevado desde el pasado noviembre de 2011.
"Irritación" con Bruselas
Según asegura Montebourg, si el euro se abaratase un 10% frente al dólar, la riqueza nacional de Francia se elevaría en un 1,2%, se crearían 120.000 puestos de trabajo y el déficit del país se reduciría en 12.000 millones de euros.
"Si el euro bajase el 20%, crearíamos 300.000 empleos y reduciríamos nuestro déficit en un tercio", señaló el ministro, quien agregó que el Gobierno francés está elevando su voz para expresar su "irritación" y su "impaciencia" con las autoridades de Bruselas.
Pero no todos los líderes europeos piensan igual que el Gobierno francés. El pasado mes de junio, el primer ministro de Luxemburgo, Jean-Claude Juncker, afirmó que el euro debe ser una divisa "fuerte y estable" y sostuvo que una devaluación a fin de impulsar la actividad económica "no sería beneficiosa a largo plazo".
Por su parte, el presidente del BCE, Mario Draghi, no ha vuelto a intervenir para relajar la apreciación del euro, al alza desde que la Fed garantizó la continuidad de sus medidas de estímulo. El pasado mes de febrero, Draghi aseguró que el tipo de cambio "no es un objetivo" de la política de la institución, aunque recordó que vigilan si la apreciación altera la inflación.