MADRID (Reuters) - La suspensión de pagos de la inmobiliaria valenciana Llanera ha causado inquietud en una región ya castigada por la deslocalización y el cierre de factorías de industria nacional.
Según el representante sindical, la insolvencia de Llanera podría afectar a más de 3.000 trabajadores, entre personal directo e indirecto.
"Ha habido una importante caída de las ventas (inmobiliarias) desde Semana Santa", dijo la semana pasada José Luis Olivas, presidente de Bancaja, uno de los principales acreedores de Llanera.
Pero Fernando Gallego, consejero delegado de Llanera, reconoció también que la estrategia del grupo - financiarse a corto plazo para obtener recursos a largo plazo - tropezó con la crisis crediticia y limitó el acceso del grupo a nuevos recursos.
Ante la caída de las ventas, las entidades financieras cerraron el grifo del crédito a Llanera y se negaron a comprar los terrenos en manos del grupo valenciano e inyectar nuevos fondos.
Otros acreedores del promotor valenciano son la Caja del Mediterráneo (CAM), que no ha revelado su inversión en Llanera, y Lehman Brothers, que ha otorgado a Llanera un préstamo de 150 millones de euros para la compra de terreno.
"... hay por lo menos 10 ó 12 compañías más con problemas de liquidez. Es un problema generalizado en la costa, desde Valencia y Murcia hasta Andalucía. No se vende nada," dijo la fuente.
Moody's no da nombres pero dijo que el perfil de estas entidades tenía que ver con cajas de ahorro líderes en sus mercados regionales.
/Por Jane Barrett y Robert Hetz/
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