
El dominio de las naciones BRICS+ (Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica, Egipto, Irán, Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudita y Etiopía) en recursos críticos refuerza su influencia estratégica y puede cambiar la dinámica del comercio y poder geopolítico mundial. Habiendo realizado, especialmente China, importantes inversiones en infraestructuras tecnológicas, exportan cada vez más productos complejos y de alto valor añadido.
A ello se añade capacidades nucleares que contrarrestan a las de la OTAN. Además, cuentan con una base de consumo y tendencias de crecimiento demográfico que seguirán superando las de Occidente al menos 35 años. Esta creciente influencia atraerá inversión extranjera e impulsará su crecimiento, con atractivas oportunidades de inversión.
Recursos para el futuro
Efectivamente, las materias primas y abundantes recursos naturales desempeñan un papel esencial en la expansión económica de la coalición BRICS+, impulsada por avances tecnológicos y transición ecológica.
Tienen más tierras raras y metales industriales que los países del G-7 y producen más petróleo. Poseen casi el doble de reservas de metales preciosos que los países del G-7 y la UE combinados. Dos terceras partes de las reservas mundiales de cobre, esencial de la infraestructura de energías verdes y vehículos eléctricos, se encuentran en países BRICS o asociados. China domina el refinado de estos minerales, esenciales para la fabricación de semiconductores y otros componentes de alta tecnología.
Además, 60 % de las reservas de uranio se encuentra en países BRICS o asociados. Dominan la producción mundial de magnesio, aluminio y antimonio necesarios para la producción de municiones. A ello se añade que Irán, Sudáfrica, Egipto, los Emiratos Árabes Unidos e Indonesia controlan cuatro de los seis cuellos de botella marítimos más importantes.
Cruciales para la transición energética
El suministro energético es otro factor de crecimiento de las economías BRICS+. La coalición dispone de combustibles fósiles y minerales esenciales para energías no contaminantes y nuclear, una diversificación que mejora su resistencia económica y refuerza su influencia geopolítica a medida que el control de los recursos energéticos se vuelve más crucial en un mundo polarizado. China, Brasil y la India son los tres primeros países del mundo en reservas de tierras raras, con más de un millón de toneladas cada uno.
China es ejemplo destacado de iniciativas de descarbonización. Todavía depende de combustibles fósiles, sobre todo del carbón, pero produce más de 80 % de todos los paneles solares, la mitad de los principales vehículos eléctricos y un tercio de la energía eólica en el mundo. El país tiene como objetivo que el 80 % de su combinación energética total provenga de fuentes de combustibles no fósiles para 2060 y es probable que este año alcance su objetivo de limitación de emisiones de carbono para 2030. Sus esfuerzos, junto con la de sus países vecinos, contribuye a que los países emergentes de Asia sean segundos (después de Europa) en gasto en tecnologías verdes en relación con combustibles fósiles. Otras potencias emergentes están apostando por el sol, con importantes inversiones previstas o en vías de ejecución en India y Emiratos Árabes Unidos.
Líderes en inteligencia artificial
A ello se añaden enormes oportunidades en China y Corea del Sur en el lado tecnológico, comercio electrónico, servicios de Internet, inteligencia artificial, robótica y la computación en la nube.
Algunas de las empresas de semiconductores más grandes del mundo se encuentran en Taiwán y Corea del Sur. En conjunto, los mercados emergentes están en vías de ofrecer alternativas a empresas como NVIDIA y META. Es el caso de las relacionadas con inteligencia artificial (IA) en Asia emergente, unas 40 cotizadas que desarrollan actividades en Taiwán, Corea del Sur y China. Fabrican casi todos los chips para IA del mundo y muchos productos asistidos por IA. Destacan TSMC y SK Hynix en la cadena de suministro de unidades de procesamiento gráfico (GPU) de Nvidia. Por su parte Samsung, Xiaomi y Lenovo están a la cabeza de los fabricantes de dispositivos IA Edge, tecnología que permite ejecutar algoritmos directamente en smartphones u ordenadores sin conexión a Internet. Además, Mediatek es líder mundial en chips CPU para estos dispositivos. En aplicaciones para IA las empresas de India y Vietnam dominan la adopción de las empresas.
Además, a raíz de los aranceles de EEUU, algunas cotizadas asiáticas pueden sumarse a Wiwynn, proveedor taiwanés de infraestructuras en la nube, para establecer centros de producción en EEUU. No obstante, independientemente de su ubicación, seguirán siendo protagonistas tecnológicas por sus capacidades punteras en I+D.