
El cobre, el metal clave en la industria y que suele ir alineado con la economía mundial por ello, estaba en llamas con Trump. Una escasez estructural y un suministro estrecho chocó con la cruda realidad de unos aranceles que desbarataron el equilibrio que se había formado. Sin embargo, el republicano cuando finalmente anunció los aranceles al cobre, estos fueron muy laxos, solo aplicándose un 50% a los productos semiacabados, pero no al mineral importado. La noticia provocó una situación que parecía paradójica superficialmente, los precios del cobre se hundieron hasta un 22% en un solo día en el que se anunciaban los aranceles y el mercado se preparaba para una espiral bajista más tranquila. Sin embargo, una gran piedra se ha puesto en el camino del mercado, una mina en Chile vive días oscuros y, por sí sola, está atrapando, probablemente durante mucho tiempo, ese destino bajista del metal rojizo.
Se trata de la mina de El Teniente, en Chile, uno de los lugares donde más cobre se produce del planeta, con una producción de 350.000 toneladas métricas al año. Esta cifra la consagra como la mina subterránea más grande de todo el planeta y acapara por sí sola un 2% del suministro mundial. En un mercado tal estrecho como el del cobre. Estamos hablando de que, según la Asociación Internacional del Cobre, en 2024 hubo un déficit de 370.000 toneladas métricas.
Este año parecía que un aumento del 5% daba la vuelta a la situación y permitía al fin entrar en superávit, permitiendo una caída de los precios. Sin embargo, primero llegó Trump y el precio se disparó. Ahora, cuando la situación volvía a su cauce, el Teniente vive una gran crisis. Hace dos semanas se produjo un derrumbe en la mina que se cobró la vida de seis personas tras un seísmo de 4,2 en la escala richter. Se trata del incidente más grave que se ha vivido en tres décadas y no solo se trata de un drama humanitario, sino que amenaza con congelar esa nueva era del cobre que habría beneficiado a la industria mundial, pues habría relajado en buena medida los costes.
Aunque la mina se ha reabierto parcialmente el 9 de agosto en adelante, los expertos tienen claro que la producción no volverá a ser igual que antes. Desde UBS comentan que "el evento ha reducido temporalmente el suministro en unos 30.000 toneladas métricas por mes". La firma indica que "no está claro que tasas de producción se lograrán después del reinicio" y, por lo tanto, "esperamos un ritmo menor en 2025 y posiblemente en 2026".
La firma helvética explica que esta mina será el eje troncal que definirá el futuro de la cotización del cobre pues el mercado, ya sin la prima de los aranceles, se encuentra en un punto de equilibrio donde esta definirá su rumbo. "El riesgo de una interrupción material está frenando la suavización que se estaba dando en las últimas semanas y el actual apoyo al cobre solo se desvanecerá si El Teniente se reinicia de forma exitosa.
La mina el Teniente y el dominio de Chile
El Teniente es un ejemplo viviente del dominio indiscutible de Chile del mercado de esta materia prima. La firma, propiedad de Codelco, se encuentra a solo 140 kilómetros de Santiago y es la mayor mina subterránea de esta materia prima del planeta de forma ininterrumpida desde 1971. Con más de 4.500 kilómetros de túneles y 120 años de existencia (con formato industrial), sus entrañas no parecen tener fin y el cobre que emana de ella es un punto clave en el suministro mundial.
Si bien esta ya se conoce desde antes de que España llegase a América, fueron los españoles los que empezaron a ponerla en el mapa. Durante el Virreinato del Perú se incluyó por primera vez oficialmente con el nombre de 'La fortuna' en los registros de la época. Sin embargo, empezó a llamarse El Teniente, en 1760 debido a que su descubridor era un oficial del ejército español que, según la leyenda, huyó de la justicia hasta guarecerse en una cueva en la que rápidamente, vio que estaba repleta de vetas de cobre.
A pesar de este origen, la mina empezó a crecer de forma muy sensible a principios del siglo XX, en 1903, cuando el magnate estadounidense William Braden compró la explotación y la industrializó. En los años sesenta el gobierno de Chile nacionalizó la mina y fue en ese periodo cuando la prospección se convirtió en la más grande del mundo. Actualmente sigue siendo parte de la empresa Codelco, la firma pública para trabajar los recursos mineros de Chile que es la que gestiona su actividad.
Chile produce más cobre que EEUU, China, Rusia y Australia juntas
Pese a ser unos de sus buques insignia, el Teniente es solo uno de los múltiples activos que han catapultado a Chile hasta el trono mundial del Cobre. El país latinoamericano cuenta con el 23,4% de la producción mundial y el Teniente supone un 6,4% de la producción del la nación sudamericana. Esta no es la mayor ni del país ni del planeta pues hay otras a cielo abierto más abundantes, como La Escondida, en la propia Chile, que produce cerca del 23,4% de la producción del país con 1,28 millones de toneladas métricas al año.
Gracias a todos estos proyecto Chile produce más que Australia, EEUU, China y Rusia juntas (entre todas suman 4,63 millones de toneladas métricas al año frente a las 5,3 millones de Chile) y su único competidor es República del Congo, que produce 3,3 millones de toneladas y Perú, que hace lo propio con 2,6 millones.
Sin embargo, países como EEUU se han mostrado preocupados los últimos años de que el suministro del cobre no descanse en sus propias manos. De hecho, la idea inicial de Trump con los aranceles era forzar a que las empresas de todo el mundo, para entrar en el mercado local, el mayor consumidor de la materia prima, sin aranceles, decidieran aumentar los proyectos y hacer al país sostenible. Sin embargo, la realidad es que los elevados precios son un problema para la inflación y se ha optado, finalmente, por un camino más tranquilo hacia esa independencia que garantice precios más bajos… algo que esta mina podría frustrar durante un buen periodo de tiempo.
Se frustra el descenso... y amenaza la inflación
Actualmente el cobre cotiza en los 4,43 dólares por libra, según los futuros de Comex. A pesar de que se dio esa enorme caída del 22% en una sola sesión con Trump, la realidad es que todavía el metal gana un 12,34% en lo que va de año. De hecho, en lo que va de agosto se ha vivido una revalorización del 4,37%. Los expertos esperaban que el metal iniciase un calmado descenso. La Comisión Chilena del Cobre (Cochilco) mantiene su estimación del precio promedio del cobre en 4,30 dólares por libra para los años 2025 y 2026 debido, principalmente a lo ocurrido en la mina.
El efecto de los mayores precios del cobre es una inflación menos explosiva que con las subidas del precio del petróleo, pero más pegajosa. El motivo es que el cobre se usa para componentes y maquinaria industrial de todo el mundo, por lo que el golpe en los precios va transmitiendo más poco a poco que con el combustible.
Según el Centro de Estudios Estratégicos "los problemas de oferta del cobre tienen efectos significativos tanto en la inflación general como en la subyacente. Mientras que las subidas del petróleo provocan alzas instantáneas, la realidad es que a medida que la economía mundial se vuelve más intensiva en metales, lo que ocurre con el cobre puede provocar subidas en el IPC menos visibles inicialmente pero más persistentes". Jorge Miranda Pinto, analista de la institución, una subida del 10% en los precios del cobre genera una subida del 0,2% en el PC en un plazo de 12 meses. Sin embargo, el golpe se da en su máximos apogeo tres años después de una subida de precios provocando un 0,3% extra en la subyacente y del 0,5% en la general".