
Como en una tarde de verano con el Tour de Francia de fondo, las operadoras de telecomunicaciones europeas han estado durmiendo una larga siesta que ya se prolonga más de una década en la que las fuertes inversiones necesarias para su supervivencia y un entorno de mercado marcado por la alta competencia han impedido que el sector se despierte y se desperece, algo que podría estar pasando ahora.
No se puede entender el nuevo contexto del sector de las telecomunicaciones en Europa sin mirar al espejo que debe ser esa industria en Estados Unidos, donde apenas hay 4 o 5 operadoras para un mercado tan grande como todo el europeo en su conjunto, donde cada país tiene entre tres y cinco competidores. Por eso el proceso de consolidación que viene guiando a estas empresas en los últimos tiempos es crítico para su futuro.
Tras un fuerte ciclo de capex para ajustarse a los nuevos retos de la conectividad y las nuevas demandas de ancho de banda para hacer frente al desarrollo de la Inteligencia Artificial, el futuro próximo de estas compañías aparece más prometedor y, en este sentido, los analistas esperan que vuelva a ofrecer un crecimiento de beneficios considerable de cara a 2026. En concreto, la estimación de BPA (beneficio por acción) apunta a una mejora de más del 24% frente a lo que se espera para 2025.
Es más, el consenso cifra en 17,8 euros el beneficio por acción del sectorial en Europa de cara al año próximo, lo que de ser así supondría el mayor beneficio en más de una década, desde 2013, cuando se acercó a los 20 euros por acción. Así, en estos últimos 12 años, ha pasado de esas cifras a tocar suelo el año de la pandemia, en 2020, en 13,8 euros. Desde entonces, la recuperación ha ido a trompicones en un sector que está cambiando mucho tras los últimos movimientos corporativos en Reino Unido, España e Italia, sobre todo.
"De cara a este lustro que finaliza en 2030 nos mostramos más optimistas con respecto al sector y a los retornos de capital que pueden ofrecer a sus accionistas, y lo vemos como una transición de un sector defensivo a un sector de crecimiento defensivo ya que prevemos una tasa de crecimiento de los flujos de caja del 10% anual en estos cinco años frente al 0% que han promediado desde 2018 después de un periodo de mucho castigo y falta de retornos frente al resto del mercado", explican en Berenberg.
Esto es algo que ya se está reflejando en bolsa. El sectorial europeo que engloba a las principales operadoras de telecomunicaciones del continente y a las que gestionan las infraestructuras se anota algo más de un 10% desde que comenzó el año, por encima del índice de referencia, el Stoxx 600, que sube un 7% en estos casi siete meses del año. De hecho, ha marcado sus máximos históricos este pasado mes de marzo.
"Creemos que el hecho de que lo haya hecho mejor que el mercado durante los últimos tiempos se debe a la expectativa de que haya un gran cambio regulatorio con respecto a la competencia que permita una mayor consolidación y a las nuevas oportunidades de crecimiento que se pueden abrir relacionadas con el sector Defensa y centros de datos", apuntan en Bank of America.
Telefónica crecerá a doble dígito
Si estas previsiones se desagregan, por compañías, la que más destaca en este pequeño ciclo de dos años, entre lo reportado en 2024 y lo que se espera para 2026, es Swisscom. La gran operadora helvética es la segunda empresa más grande del sector por capitalización, solo por detrás de Deutsche Telekom. Así, los expertos calculan que la suiza elevará su ebitda casi un 50% del año pasado al que viene. Detrás de ella destacan también la propia Deutsche Telekom, beneficiada por su exposición a EEUU, y KPN, con ingresos procedentes del alquiler de torres. Ambas, con mejoras de doble dígito entre 2024 y 2026 en su ebitda.
En este contexto, las dos compañías españolas del sector también aumentarán su beneficio bruto en este bienio. En el caso de Cellnex, lo hará en un 9% hasta los 3.540 millones que, sin embargo, todavía no supondrán un beneficio neto positivo este curso. Telefónica, por su parte, mejorará su ebitda en casi un 12% gracias también al proceso de desinversiones que ha llevado a cabo en los últimos meses y que deja atrás también las grandes amortizaciones de activos.
