
En la búsqueda incansable de la protección frente al empeoramiento de la rentabilidad de algunas carteras, los inversores hacen bien en estar pendientes de los dividendos cuyos pagos recurrentes pueden dar sus frutos con e l tiempo. Porque la rentabilidad no siempre lo es todo y, en ocasiones, es necesario evaluar también la durabilidad y fiabilidad de las retribuciones al accionista de cara al futuro. "Es fundamental ser selectivos al comprar acciones que pagan dividendos y buscar rentabilidad", aclaran desde Morningstar.
Y es que en un mercado caracterizado por la volatilidad como el actual, las compañías del S&P Dividend Aristocrats emergen como una estrategia defensiva fundamental para los que buscan protección y rentabilidad. Las de este índice son empresas de élite que han demostrado su capacidad para incrementar los dividendos al menos, durante 25 años consecutivos. Nada más y nada menos. Pero de entre las más de 60 compañías que componen el índice, apenas una decena salen a relucir como las más atractivas de este universo, combinando un potencial de revalorización significativo como recomendaciones sólidas de los analistas.
Modelos de negocio entrelazados que va desde West Pharmaceutical que fabrica los componentes que permiten a AbbVie distribuir sus medicamentos, hasta NextEra Energy que suministra parte de la energía limpia que requieren las operaciones de Walmart. Estas empresas han construido un marco de interdependencia que trasciende los límites sectoriales tradicionales.
West Pharmaceuticals, esa especie de arquitecto invisible detrás de los gigantes farmacéuticos, recoge el mayor quórum de los analistas en torno al valor. A pesar de la corrección de más del 41% en lo que va de año, la empresa mantiene un potencial alcista a 12 meses del 24,2%, lo que refleja la confianza del mercado en su posición estratégica dentro de negocio de los dispositivos de autoinyección para la diabetes y la obesidad. Más allá, en la industria energética, tres titanes podrían complementar también una cartera en la que la estabilidad se prioriza. NextEra, Chevron y ExxonMobil son los máximos exponentes.
Y luego está Amcor, líder mundial en el desarrollo y producción de envases. La compañía ofrece una rentabilidad por dividendo de más del 5% y un potencial del 21,8%. La empresa australiana tiene un PER (veces que se recoge el beneficio en el precio de la acción) de 12,7 veces, es decir, podría representar una oportunidad atractiva en un sector defensivo como este. Menor volatilidad en el año -con una caída del 3,8% en bolsa-, pero más potencial da Roper Technologies, la única empresa del grupo con recomendación de "mantener", lo que refleja una valoración más ajustada por parte del mercado.
Pero de entre todos, sobresale el nombre de Walmart, el gigante de los supermercados. La empresa, que opera casi 11.000 tiendas bajo 65 marcas diferentes, tiene todavía un recorrido alcista proyectado para la acción del 13,3% para el próximo año. Air Products & Chemicals y Federal Realty Investment Trust son otras opciones a considerar.
La clave de estas compañías, más allá de repartir dividendos está en atributos clave como el valor y la calidad, dos trucos para ganar en bolsa a largo plazo. ¿Dónde está el valor? En la capacidad de las empresas para generar beneficios con los que retribuir al accionistas, con lo que aumentan el atractivo para el inversor. ¿Y la calidad? Ésta se manifiesta en la gestión responsable del capital: al comprometerse a repartir dividendos, estas empresas tienden a mantener una disciplina financiera más estricta respecto al uso del efectivo que retienen.

Por el momento, 44 de las 69 empresas que componen el índice han anunciado incrementos en sus dividendos este año, de media, 4,86%.
Con Europa en el radar
Más allá de Wall Street, la realidad es que en lo que va de 2025, las acciones europeas han dejado atrás a EEUU, con un rendimiento de más del 20%, por ejemplo, en el caso del Ibex español o el Dax alemán frente al apenas 6% de avance del S&P 500. Los tipos de interés divergentes en una y otra orilla del Atlántico y las propuestas de aumento del gasto en defensa han contribuido a este débil desempeño del mercado norteamericano.
Ahora, mientras Trump negocia un sinfín de acuerdos comerciales y el dólar mantiene la debilidad que, recientemente, le ha valido firmar su peor primer semestre desde 2009, los inversores hacen frente a problemas añadidos que les podrían hacer mantener el interés sobre las bolsas europeas frente a las estadounidenses. De entre todas las oportunidades, Reino Unido, Alemania, Suiza y Francia ofrecen las mejores oportunidades, según Wolfe Research.
En estas geografías nombres propios como Legal & General Group, Enel, DBN Bank, Telenor, British American Tobacco y Telenor, entre otras, se presentan como los predilectos para el mercado. Según datos de FactSet, estas empresas prevén un crecimiento del beneficio de dos dígitos a cierre de año, a pesar de la ralentización esperada de las ganancias de cara a 2026.
Sea como fuere, y el aunque no se considere el dividendo como un elemento diferenciador a la hora de invertir, la realidad es que más allá de la retribución en sí, el accionista debería entender estos pagos como una demostración de la solidez de una empresa y el rigor en la toma de decisiones del equipo gestor, algo que a la larga, acaba generando valor y confianza para el inversor.