
Tesla ha vuelto al ojo del huracán, una vez más, por razones políticas. Los increíbles dardos públicos que se están lanzando su consejero delegado, Elon Musk, y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, salpican a la compañía. El empresario lleva un tiempo distanciándose de la Administración, en parte, debido a las repercusiones que está teniendo su papel político en sus negocios. Sin embargo, esa brecha ya es un abismo después de que Musk pasara de criticar la reforma fiscal del mandatario a acusarle de salir en los papeles de Jeffrey Epstein, dejando entrever que ha cometido delitos graves. A medida que ha crecido la tensión entre ambos, también ha aumentado el daño a Tesla.
La firma de vehículos eléctricos rebota este viernes en Wall Street tras el castañazo de ayer, cuando se cruzaron las acusaciones más graves. Tesla viene de un desplome del 14,3%, lo que implica que borró 150.000 millones de dólares de capitalización, su mayor pérdida de valor en su historia en una sola sesión. En lo que va de ejercicio, cae un 27% en el parqué. Y parece que a la compañía no le espera un futuro prometedor.
Los analistas no han tardado en revisar sus perspectivas sobre Tesla. Grandes firmas de inversión, como Goldman Sachs y Barclays, ya dan por muerta a la compañía. La primera sitúa su precio objetivo en los 285 dólares, lo que implicaría un potencial del 0% para los próximos 12 meses respecto al cierre de ayer y del -4,1% respecto a los niveles de esta sesión. La segunda ya se puso pesimista a mediados de abril, dándole un precio objetivo de 275 dólares, y ahora reitera ese escenario, que supone una caída del 7,4% en el próximo año desde precios actuales.
En los últimos meses, el consenso del mercado ha virado con Tesla y sus vaivenes. Entre febrero y abril, los expertos daban potencial a Tesla, pero, de mayo hasta ahora, se ha vuelto a imponer el pesimismo. La compañía tiene varios frentes abiertos y algunos se retroalimentan entre ellos. En el primer trimestre, sus beneficios cayeron un 71%. El prometido coche barato de la marca no llega y los aranceles no son buena noticia. Y a eso se ha sumado la crisis reputacional, que ha provocado que unas ventas ya debilitadas se debiliten aún más.
La influencia de la política sobre Tesla
?? TESLA vuelve al ojo del huracán por la guerra entre Musk y Trump
— elEconomista.es (@elEconomistaes) June 6, 2025
? Saltan chispas entre ambos. El empresario pasó de criticar su plan fiscal a acusarlo de delitos graves.
?? Lo está contando @carlotagv6
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"Todo este asunto es absurdo. La gente en este tipo de posiciones debería saber actuar mejor que como niños en el instituto. Lo que hace todo esto realmente difícil para Tesla es el hecho de que no se puede separar el valor de la compañía de él. Tesla siempre ha cotizado al calor de Musk. Cuando se le veía como un visionario, sus acciones volaban. Cuando se puso al frente de DOGE, le mataron. Cuando se apartó de DOGE, rebotó. Musk es el tipo que mueve las acciones, así que, obviamente, van a caer cuando Musk hace esto de la situación. Nadie sabe lo que va a pasar pero, si verdad hubiera un gran valor intrínseco en la compañía, no se estaría hundiendo como lo hace. Nunca ha cotizado en base a los fundamentales", plantea Wayne Kaufman, analista de mercados jefe en Phoenix Financial Services, en un comentario a Bloomberg.
"Claramente, Elon y Trump ya no están alineados. No sabemos cuáles son las ramificaciones de todo esto y por eso la gente ha vendido. Esta no es el tipo de situación en la que hay una solución clara. Si esto va a más, creo que tiene el verdadero potencial para dañar los ingresos de Tesla. Los dos son de las personas más importantes del mundo y, si hay una batalla de egos, Trump saldrá victorioso. El impacto para la acción es incalculable. Ahora mismo, sus acciones están totalmente en el terreno de la especulación", dice a la agencia Adam Sarhan, consejero delegado de 50 Park Investments.
Aparte del impacto de este conflicto en Tesla, las consecuencias pueden abarcar a su empresa espacial SpaceX, que tiene varios contratos con la NASA. De hecho, Trump ironizaba con esa posibilidad en su red social. Como Musk ha criticado su plan fiscal, que va a suponer un aumento del déficit de 2,4 billones de dólares, el presidente ha respondido que pueden ahorrar miles de millones si suspenden los contratos que tiene esa firma con el gobierno y las subvenciones concedidas a sus empresas.