
Las empresas españolas han sido sometidas a un difícil examen durante los últimos años a medida que los tipos de interés al alza han puesto a prueba la salud de sus balances y la gestión de sus vencimientos de deuda. El resultado de este examen ha sido que todas, con mayor o menor éxito, lo han aprobado, demostrando que tenían la lección bien aprendida de anteriores épocas.
De hecho, entre las compañías más importantes del país no ha habido prácticamente ninguna que haya pasado dificultades para devolver el dinero que le habían prestado y seguir financiándose pese a que los bancos y los acreedores, por la coyuntura general, les exigiesen mayores rentabilidades a sus préstamos. Tan solo algunos nombres han sufrido alguna rebaja de rating en este tiempo derivada de problemas particulares como Grifols, por ejemplo, que ahora está revirtiendo con la mejora de rating de Moody's.
Más allá de esto, la fotografía general actual deja un panorama mucho más fácil de llevar para las compañías españolas, que durante los últimos meses se habían visto presionadas por el incremento del coste del capital y del coste de financiación derivado del alza de los tipos de interés de referencia que tuvo que llevar a cabo el BCE para atajar el rebote de la inflación tras la crisis del Covid y de la percepción del riesgo que interprete el mercado para cada compañía en cada momento.
Así, en los últimos cinco años las firmas del Ibex han llegado a soportar un WACC (Coste del Capital Medio Ponderado, por sus siglas en inglés) del 11,4% de media en el peor momento, que para la mayoría de las empresas se sitúa a lo largo de 2023. Entre las compañías que soportaron mayores tasas en ese contexto destacan IAG, Amadeus e Inditex, todas por encima del 20%, penalizadas por un contexto de baja movilidad y de ascenso de la inflación.
A partir de finales de 2023, el BCE comenzó a desandar su senda de tipos de interés, que llegaron a situarse en el 4,5% y paulatinamente han ido reduciendo el interés del activo libre de riesgo que sirve como referencia para los retornos exigidos al resto de los activos. Así, el coste del capital ponderado de las compañías del Ibex se ha reducido hasta el 8% actual.
Este coste ponderado del capital no se distribuye de forma equivalente entre el coste del capital propio y el coste de financiación ya que tiene un peso mucho mayor el primero en la WACC de las empresas, por lo general. Actualmente el coste de los recursos propios, que es la rentabilidad esperada por los inversores de su participación en la empresa, se sitúa en el 12,1% mientras que el coste de financiación medio de las 35 firmas está en el 2,8%.
Ignacio Albizuri, director de mercados de Miraltabank, explica que "con el bono español a 10 años en el 3,25% y la prima de riesgo frente a Alemania sobre los 60 puntos, es normal que las empresas del Ibex financien gran parte de su deuda a un tipo muy bajo y que los inversores exijan menos por asumir el riesgo de la renta variable española". "Cuanto más bajo es el WACC, más valen los beneficios futuros y una tasa de alrededor del 6% es más que un viento de cola para la bolsa ya que anima a las empresas a invertir y eleva las valoraciones de las acciones y, aunque la prima re riesgo llegó a tocar 57 puntos a principios de marzo, su mínimo en cuatro años, difícilmente bajará mucho más in un cambio brusco en la política del BCE o en la percepción de la estabilidad de la Eurozona", concluye Albizuri.
Donde más se reduce
En este último lustro se ha pasado de una crisis derivada de la pandemia a un ciclo inflacionista que obligó al BCE a a elevar unos tipos que ya están de nuevo en la senda de la normalización. Esto ha ido moviendo los costes del capital de las compañías a la baja. En la que más se ha reflejado es en IAG, que ha pasado de un WACC de casi el 27% al 12% actual. Su caso, no obstante, es bastante particular ya que el impacto de la pandemia fue especialmente duro para la aerolínea, que tuvo que reestructurar su deuda e incluso llegó a perder el grado de inversión como emisor a la vez que los inversores deshacían posiciones en ella.
La segunda en la que más se ha reducido el coste del capital es Amadeus, caso que tiene algunas semejanzas con el de IAG por la crisis del sector turístico a partir de 2020. Su WACC actual es del 12,6%, 10 puntos menos de lo que llegó a soportar. Ahora, su coste de financiación se sitúa en el 2,9%, incluso por debajo del bono a 10 años español.
Completa el podio de las mayores mejorías en este aspecto Inditex. La compañía textil lo ha visto reducido en más de 8 puntos, situándose ahora ligeramente por encima del 13%. Contrasta esta cifra con la rentabilidad que la gallega obtiene de sus inversiones, que roza el 22% actualmente.
Por el lado contrario, destaca que el sector bancario en general está viendo cómo sus costes de capital se están incrementando en los últimos dos años a medida que, aunque pueda financiarse más barato, el hecho de que los tipos de interés estén en retroceso hace de su negocio menos rentable. "No solo influye la tasa libre de riesgo si no también la prima de riesgo que se le quiera dar al sector y esta es probable que esté subiendo", explica Nuria Álvarez, analista de Renta 4.