Valencia
Si algo está claro que no le falta a Salvador Martí es atrevimiento. El emprendedor y empresario alicantino puede presumir en su haber de haber sacado a bolsa tres pymes, entre ellas una tecnológica que aún no tenía ventas, Facephi, o el que es el primer equipo de fútbol español que cotiza en Bolsa, el Intercity de Alicante, que acaba de descender de categoría.
Comparadas con ambas su tercera salida al BME Growth, la cadena de cafeterías Vanadi Coffe, parecía un negocio mucho menos arriesgado y más estable. Sin embargo, la empresa alicantina está muy lejos de cumplir los planes de negocio con los que empezó a cotizar en julio de 2023. De hecho, cerró el año pasado con más pérdidas, 3,3 millones de euros, que ventas, que apenas alcanzaron los 2,8 millones de euros.
El objeto de la salida al parqué era financiar el crecimiento de esa marca de cafeterías en toda España. Sin embargo, ha llegado a cerrar establecimientos por falta de rentabilidad y al cierre del año apenas mantenía un obrador central y 5 locales. Una evolución negativa que ha provocado que en los últimos meses Vanadi ha visto como salía el que había sido su CEO y fundador junto a Martí, Víctor Terol, además de varios consejeros.
Pero el que fuera cofundador de Facephi y presidente del Intercity, acostumbrado a negociar la entrada de inversores en el límite para dar aire a sus empresas, volvió a sorprender hace unos días con un hecho relevante en el que anunciaba que una desconocida pyme alicantina, Patblasc, se subrogaba en la posición que el fondo Alpha Blue Ocean mantenía en el acuerdo para invertir hasta 10 millones de euros a través de bonos convertibles.
La otra liga
Tanto Facephi como el Intercity han recurrido frecuentemente a emisiones de bonos convertibles. De hecho, Alpha Blue Ocean se ha convertido en socio significativo del equipo con esa fórmula y es también quien está dispuesto a respaldar su salvación financiera, aportando dinero para construir un estadio que daría ingresos extra con un recinto para conciertos y eventos. Una fórmula que recuerda los recurrentes planes de los clubes de fútbol de recurrir al ladrillo y las recalificaciones cuando los ingresos deportivos no cubren ciertas ambiciones.
Pero si en el caso del Intercity la operación estadio no deja de ser una réplica de lo que hacen muchos de los históricos del balompié, en el caso de Vanadi la pirueta planteada por Martí bordea lo circense por su espectacularidad. Patblasc no se conforma con aportar los 10 millones comprometidos (algo más de 6 millones aún sin abonar), sino que sube la apuesta hasta 50 millones de euros.
Criptomonedas como salvación
Eso es lo que ha propuesto al consejo de Vanadi que financiaría mediante bonos convertibles, aunque ese dinero no sería para las cafeterías de Vanadi sino para otro fin: comprar criptomoneda. "El consejo de administración ha aprobado que siguiendo la nueva estrategia de gestión de tesorería éstos se destinen principalmente a la adquisición de bitcoins", señala el comunicado remitido este lunes por Vanadi que informa de esa propuesta. Es más, remarca que esos fondos podrían destinarse a tesorería de Vanadi, pero "puntualmente" a pesar de la difícil situación que atraviesa su actividad hasta ahora principal.
Pese al significativo cambio que supone esta "nueva estrategia de gestión de tesorería que implica la adquisición de bitcoins", que tendrán que votar los accionistas en una junta, poco más se explica. Especialmente significativa es que apenas se da información sobre la sociedad que se compromete a invertir 50 millones de euros, Patblasc, que figura inscrita desde 2019 en San Vicente del Raspeig sin apenas actividad. En la comunicación se asegura que "la firma del acuerdo final de inversión está supeditada a la garantía personal y patrimonial del presidente del consejo", el propio Martí, lo que ya es un buen indicador de la vinculación entre ambos. Además, el domicilio social en el que figura Patblasc es el mismo en el que figura otra sociedad de Martí, Inscorp Inversiones.
