Bolsa, mercados y cotizaciones

El beneficio estimado de las petroleras europeas se desploma más de un 17% por el 'golpe' de la OPEP al crudo

  • En lo que va de año, el precio del Brent ha caído más de un 19%
  • La española Repsol, la menos damnificada por la guerra dentro del cártel
  • Los expertos mantienen su apuesta por el sector a pesar de las circunstancias
Camión de reparto de combustible en camino de tierra para abastecer a cabañas particulares en el parque natural de la Sierra de Mariola. iStock

Efecto arrastre en el petróleo. La caídas abruptas en menos de una semana (-8%) del crudo llevando de vuelta a la referencia europea de esta materia prima, el Brent, a niveles no vistos desde hace cuatro años, allá por 2021, entre los 58 y 60 dólares ya está teniendo réplica en el sector. La debilidad económica de EEUU y China y los enfrentamientos en el seno de la OPEP+ están detrás de esta crisis. Las estimaciones de beneficios de cara a cierre de 2025 para los titanes petroleros europeos (Repsol, Eni, BP, Shell, TotalEnergies, Galp y Equinor) ha caído más de un 17% en comparación con las cifras pronosticadas a principios de año, hace algo más de cuatro meses, hasta acercarse a los 126.700 millones de euros.

Entre todos los grandes nombres, BP es el más perjudicado, con una rebaja del 32% en las previsiones de beneficio hasta los 5.229 millones de euros, seguida por la italiana Eni (-19%) y la angloholandesa Shell (-18%). Por el contrario, la que mejor ha resistido el recorte de expectativas ha sido la española Repsol, con un ajuste más moderado del 8%, hasta los 2.411 millones de euros. Así, Equinor, pese a su volumen elevado de beneficio estimado (82.373 millones), también ha experimentado una caída significativa, concretamente, del 12%.

Todo ello en un año de clara debilidad en bolsa para las petroleras del Viejo Continente. BP y Galp acumulan ya caídas del 14%, seguidas de Equinor (-9%) y Repsol (-8%). En todo caso, pese a este mal arranque, los potenciales son todavía elevados: Galp a la cabeza cuenta con un recorrido alcista proyectado de cerca del 40%. BP y TotalEnergies, ambas con un 27% de potencial, Shell (22%) y Repsol (26%) completan el top cinco.

Así, la apuesta de Bank of America tiene nombre: Shell, TotalEnergies y Equinor. "Los sólidos balances les permitirán soportar la presión sobre los flujos de caja derivada de la bajada de los precios del petróleo sin exponer a los accionistas a una dilución tan grande, ya sea por desinversiones procíclicas, recortes orgánicos en su base de recursos y perspectivas de crecimiento, o incluso retribuciones a los accionistas", exponen los expertos de los bancos de inversión.

De momento, varios de los grandes bancos de inversión internacionales están tomando cartas en el asunto y apostando a lo que ya es una realidad: por la debilidad del crudo. Morgan Stanley ve a los precios del barril en lo que resta de año, anticipando un mayor excedente, en el entorno de los 62,5 dólares por barril en el tercer y cuarto trimestre del año, esto son cinco dólares menos que la estimación anterior.

Dice la firma que el sobrante en este mercado podría alcanzar los 1,1 millones de barriles diarios, lo que supone una revisión al alza de 400.000 unidades respecto de la previsión anterior. "Interpretamos la comunicación de la OPEP+ como una indicación de que podría reducir su cuota de producción más rápidamente", dicen los analistas.

En Goldman Sachs, los banqueros son pesimistas: el Brent estará en los 60 dólares por barril de aquí a finales de año y promediará los 56 dólares por barril a lo largo de 2026; en el caso del West Texas Intermediate el objetivo cae en tres dólares hasta los 56 para 2025 y se quedará por debajo de los 55 dólares por barril a lo largo del año próximo.

Los expertos del mercado apuntan a una debilidad continuada de los precios de esta materia prima en los próximos meses. Y lo confirmaba recientemente la Agencia Internacional de la Energía (AIE, por sus siglas en inglés) al revisar las estimaciones para abril para la oferta y la demanda, con un aumento previsto de la demanda de 730.000 barriles para el año que viene, frente a una oferta que crecerá en más de 1,2 millones de barriles.

¿Fusión histórica?

Mientras tanto, el baile de sillas dentro de la industria sigue moviéndose. Según ha desvelado recientemente Bloomberg, la británica Shell estaría estudiando la posible adquisición de su competidora BP si siguen cayendo los precios de las acciones al calor de la liquidación sobre el crudo.

Una operación de mercado que, de llegar a buen puerto, constituiría una de las mayores adquisiciones de la historia de la industria petrolera, uniendo a las emblemáticas grandes petroleras británicas en un acuerdo que se ha debatido intermitentemente durante décadas.

En lo que va de 2025, BP se ha dejado más de un 13% de su valor en bolsa, en un movimiento similar a la baja protagonizada por Shell. La futurible operación podría impulsar el crecimiento de la producción de Shell al permitirle recuperar su presencia en EEUU, tras la venta de sus activos de esquisto de la Cuenca Pérmica a ConocoPhillips en 2021.

Con una capitalización de mercado combinada de casi 300.000 millones de dólares, la producción de la futura empresa se elevaría hasta los 5 millones de barriles diarios. Una fusión que podría ayudar a reducir el descuento del 40% en los beneficios esperados de Shell respecto a sus pares estadounidenses. Con todo y con ello, los expertos de Bloomberg advierten que la elevada deuda de BP, el bajo rendimiento de sus negocios y los posibles problemas planteados por las autoridades antimonopolio "podrían presentar obstáculos" a esta operación.

Castigar al rebelde

La división en el seno de la OPEP+ es de sobra conocida desde hace meses. Los grandes exportados de crudo del mundo están enfrentados por la estrategia puesta en marcha tras el estallido de la guerra de Ucrania y el papel adoptado por el cártel durante la crisis energética de hace un par de años.

Y es que, si bien, los países encargados de explotar los yacimientos petrolíferos del planeta se adhirieron a la máxima de recortar producción para mantener el equilibrio entre la oferta y la demanda, lo que resultó en unos precios más altos hace no tanto tiempo, la estrategia ahora es la opuesta: extraer todo lo posible para hundir los precios del barril y poner contra las cuerdas a los países que se desmarcaron de la doctrina de la organización. ¿La consecuencia directa? El precio del petróleo Brent ha llegado a caer en las últimas horas más de un 4% hasta perder los 60 dólares por barril y tocar niveles no vistos desde 2021.

¿Qué está pasando en la mesa de decisiones de la OPEP+? El grupo busca castigar a los países rebeldes como Kazajstán que no respetaron lo pactado hace meses cuando se decidió entre cerrar el grifo del oro negro. En los últimos meses, este país que ha estado superando en más de 300.000 barriles diarios su cuota de producción marcada debido al yacimiento de Tengiz que ha llevado a este país euroasiático a extraer cerca de 1,8 millones de barriles diarios (su cuota se sitúa en los 1,468 millones), una cantidad más que suficiente para cubrir casi toda la demanda de España y Portugal juntos.

Una actitud que no ha gustado al resto de países quienes han pedido reiteradamente a Kazajstán que se ciña al plan marcado para compensar los excesos y ajustar su cuota de producción con el paso del tiempo. Sin embargo, el Gobierno de Astaná ha hecho caso omiso de los llamamientos hasta el punto de que el recién nombrado ministro de Energía aseguraba hace unos días que actuarán "de acuerdo con los intereses nacionales", dejando entrever una posición frentista del territorio para con el cártel.

La OPEP+ probablemente aprobará aumentos acelerados de la producción en agosto, septiembre y octubre, con la idea de deshacer el resto de una gran parte de los recortes voluntarios acometidos hasta ahora.

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