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Arabia Saudí y los aranceles de Trump hunden al petróleo: pierde por primera vez en cuatro años los 60 dólares por barril

  • La referencia en Europa, el Brent, cae a niveles de mayo de 2021
  • La caída del PIB en EEUU y el posible aumento de producción ponen en jaque al crudo
  • En lo que va de 2025, el precio retrocede cerca de un 22% 

La hemorragia sobre el petróleo no se detiene. El barril de Brent, la referencia del crudo en Europa, pierde este jueves la cota de los 60 dólares (59,6 dólares), volviendo a niveles no vistos en la materia prima desde hace justo cuatro años, en mayo de 2021 y agudizando la sangría de las últimas semanas que llevan al oro negro a corregir cerca de un 22% en lo que va de año. Complementariamente, el crudo ligero Texas se deja un 4% hasta negociarse sobre los 56,6 dólares el barril.

Hace tres semanas, ocho de los países miembros de la OPEP+ tomaron la delantera y anunciaron que comenzarían a reducir, de forma gradual, los recortes voluntarios de producción que se traducirían en un incremento de 411.000 barriles diarios a partir del primero de mayo. Un incremento que se ha planificado de manera escalonada a lo largo de un trimestre, pero que coincidió en el tiempo con la gran guerra comercial iniciada a principios de abril por el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, abriendo la puerta, de esta manera, a una especie de tormenta perfecta que ha sacudido los cimientos del mercado energético.

Los líderes del cártel abren de esta manera una guerra de oferta con la intención, en última instancia, de presionar al resto de socios de la alianza que no han cumplido recientemente con sus compromisos. De hecho, se especula con que en la reunión del próximo lunes 5 de mayo, haya una nueva sorpresa en forma de aumentos de producción que amenaza con profundizar las caídas en los precios del crudo.

Según la última encuesta de Bloomberg, seis de cada diez analistas creen que el aumento que se anunciará el próximo lunes será similar al que se ha preparado para el mes de mayo.

Y más teniendo en cuenta que todavía resuenan en el mercado los ecos de la última decisión que, según varias agencias, estaría a punto de tomar Arabia Saudí. El reino del desierto estaría dispuesto a incrementar aún más su producción (genera, en la actualidad, 8,95 millones de barriles de petróleo crudo diarios), a fin de mantener los precios bajos durante un medio y largo plazo.

Así, los expertos del mercado apuntan a una debilidad continuada de los precios de esta materia prima en los próximos meses. Y lo confirmaba recientemente la Agencia Internacional de la Energía (AIE, por sus siglas en inglés) al revisar las estimaciones para abril para la oferta y la demanda, con un aumento previsto de la demanda de 730.000 barriles para el año que viene, frente a una oferta que crecerá en más de 1,2 millones de barriles.

Trump y EEUU no ayudan

Además, entre este mar de dudas comerciales -con la tregua de 90 días dada por Washington para negociar nuevos acuerdos con el resto de países del mundo- y las nuevas dinámicas de producción, se ha colado el último informe de actividad económica en EEUU, relativo al primer trimestre del ejercicio, anunciando por sorpresa una contracción del PIB del 0,3% en los primeros compases de 2025. Este enfriamiento de la actividad, atribuido en parte al incremento de las importaciones por la anticipación a los aranceles, contrastó con el crecimiento del 2,4% del último trimestre de 2024, según los registros de la BEA (Oficina de Análisis Económico de EEUU, por sus siglas en inglés).

Signos preocupantes de desaceleración en la primera economía del mundo que ensombrecen el horizonte para una materia prima como el petróleo que llegó, allá por agosto de 2022, a negociarse en máximos desde la pandemia, sobre los casi 128 dólares por barril (53,4% sobre los niveles actuales).

Además, en su último informe semanal, la AIE indicó que los inventarios de petróleo en EEUU siguen siendo reducidos, con un déficit de 47,4 millones de barriles, en comparación con los niveles de los últimos cinco años. Un déficit que se ha incrementado en las últimas tres semanas hasta tocar máximos de los últimos 20 meses. Esta discrepancia entre los bajos inventarios y la caída de los precios es una señal de que las políticas de la Casa Blanca y el aumento decidido de la producción en países como Irak y Kazajistán están generando un desequilibrio en el mercado petrolero.

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