
La crisis bursátil se descontaba a primera hora de este pasado lunes tras las arengas diplomáticas que durante el fin de semana el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, lanzó para su audiencia y contra México, Canadá y China, en estos momentos, el tridente que, según él, amenaza a la mayor potencia económica del planeta. Sin embargo, después de hablar con los responsables políticos de Ciudad de México y Ottawa -y tras arrancarles compromisos interesados- decidió pausar la aplicación de estas tarifas que tanta amenazan suponen para el comercio en la región y los inversores se tranquilizaron.
Pasado el susto, Wall Street respiró aliviada preparándose para una larga guerra comercial, pero anticipando una crisis de resistencia de la que no todos los sectores y valores podrían salir indemnes. A día de hoy, la mayor parte de los expertos consultados por elEconomista confluyen en la misma idea y es que la volatilidad va a ser el 'tempo' que marque el compás de los flujos de capital a lo largo de los próximos meses.
Del seísmo de las últimas horas los grandes damnificados fueron los fabricantes de vehículos con plantas de producción en México -destinadas en gran medida a expertos sus productos a Estados Unidos- como Stellantis, BMW, Volkswagen, Ford o General Motors. No obstante también se espera un impacto negativo en sectores como el de la energía ya que los aranceles al petróleo canadiense -extraído, en mayor medida de la región de Alberta- genera una larga sombra que se cierne sobre los precios del barril y, en última instancia, podría desatar una nueva crisis inflacionaria en Estados Unidos.
Precisamente, en un contexto de presión de precios al alza junto a un mayor crecimiento económico como el proyectado para la economía norteamericana, las compañías que se financien en dólares también podrían sufrir el envite de la segunda presidencia de Trump.
Sin embargo, la realidad es que en las últimas 48 horas han sido títulos distintos de variopintos sectores los que más han acusado la consecución de titulares que se han ido sucediendo desde el sillón presidencial del Despacho Oval de la Casa Blanca. En Wall Street, Estée Lauder lideró las caídas tras perder casi un 20% de capitalización en apenas dos días tras presentar una pérdida operativa de 580 millones de dólares y una reestructuración operativa que conllevará el despido de entre 5.800 y 7.000 puestos de trabajo.
También se dio un comportamiento errático en las participaciones de Moderna con un retroceso que superó los diez puntos porcentuales y Merck. Asimismo, la presentación de cuentas trimestrales también provocó un balance negativo en las últimas horas para PayPal cuyo valor se ha llegado a desplomar un 8,3% a pesar de haber superado las estimaciones del mercado, pero sin llegar a impresionar a los inversores. Por su parte, Archer-Daniels, el gigante agrícola estadounidense, también obtuvo un balance negativo de la negociación de las jornadas más recientes tras advertir a los inversores de que la demanda de semillas y oleaginosas se está debilitando.

En el caso de Europa, el fabricante danés de vacunas Bavarian Nordic fue el valor más castigado después de que ofreciera unas previsiones que no lograron impresionar con ingresos preliminares para 2024 de 5.716 millones de euros y tras cosechar una rebaja de calificación por parte de Nordea de "comprar" a "mantener".
Complementariamente, las entidades Julius Baer y UBS se colocaron entre los títulos más vendidos por los inversores. En el caso de la primera tras anunciar un recorte del 5 % de su plantilla para hacer frente a una reestructuración de las cuentas provocada por su exposición al austriaco Grupo Signa, con varios de sus negocios en bancarrota ; mientras tanto, la segunda acción dio cuenta de sus últimos resultados trimestrales en los que aumentó su beneficio anual en 54% y anunció un programa de recompra de acciones por un importe de 1.000 millones en el primer semestre de este año y de hasta 2.000 millones en el segundo semestre, algo que no fue suficiente para conseguir el plácet de los inversores.
Más allá, en el mercado español y, en esta ocasión, sí ligado íntimamente con la guerra comercial abierta entre Estados Unidos y China, Puig firmó la sesión de este martes como uno de los títulos con peor desempeño, a pesar de contar con una de las mejores recomendaciones del Ibex 35. El grupo de origen catalán con más de medio millar de empleados en China se ha dejado casi un 6% de capitalización desde este pasado lunes aquejando una posible caída de la demanda en el gigante asiático por el envite arancelario de Donald Trump.