
Las Letras del Tesoro despiden 2024 muy por debajo del nivel en el que lo empezaron, en zona de mínimos de dos años, tras haber perdido buena parte de su atractivo arrastradas por el ciclo de bajadas de tipos. La rentabilidad de la deuda del Reino de España a 12 meses se sitúa actualmente en el 2,20%, frente al 3,20% que rondaba un año atrás. Son 100 puntos básicos menos que se embolsan ahora los inversores con estos títulos de renta fija (nos referimos a su rendimiento en el mercado secundario, en el que se compran y venden las Letras una vez emitidas). Esta tendencia de rentabilidades a la baja también quedó patente en la última subasta de deuda española a un año, celebrada el pasado 3 de diciembre, cuando el Tesoro desembolsó un 2,21% frente al 2,61% del mes anterior.
Termina el año en el que, tras una época en que se convirtieron en un activo estrella -recordemos las colas frente al Banco de España en 2023-, las Letras han visto desinflarse sus rendimientos. Lo han hecho en línea con los recortes del precio del dinero que ha ido anunciando el Banco Central Europeo (BCE). La entidad ha ejecutado cuatro bajadas de las tasas este año: en junio, septiembre, octubre y, el más reciente, en diciembre, cada uno de ellos por 25 puntos básicos. El mercado aún anticipa recortes por más de 100 puntos básicos en Europa de aquí a un año, según recoge Bloomberg. Ya no se puede rascar más: las Letras ya empiezan a renovarse a una rentabilidad inferior a la de hace un año.
Los inversores más conservadores se verán abocados a tomar algo más de riesgo si aspiran a arañar un 3% de rentabilidad, un porcentaje al que se habían acostumbrado. No puede olvidarse que hace poco más de un año -en octubre de 2023- el interés que desembolsó el Tesoro alcanzó rozó el 3,9%, el rendimiento más alto desde la crisis de la deuda periférica de 2012, pero esto ahora resulta muy lejano. Es cierto que los plazos más cortos, en concreto las Letras a 3 meses, permiten arañar un poco más de rentabilidad: ofrecen actualmente un 2,57%. Pero los expertos coinciden en que son "pan para hoy y hambre para mañana". Aconsejan mirar hacia bonos corporativos de alta calidad (grado de inversión), preferiblemente europeos, y alargar los vencimientos hasta el rango de los 3-5 años.