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¿Hasta dónde llegará la fiesta de Wall Street? La Fed y la 'espuma' prometen sustos y el final del frenesí

  • El giro de la Fed con dos recortes marcará el paso... 
  • ... pero lo más importante es un mercado sobrecalentado por la IA

Tras un año de completo vértigo y locura para la renta variable de EEUU crece la preocupación de que el vigor que le ha permitido romper repetidamente la frontera de los máximos históricos se esté resquebrajando. La Fed ha hecho saltar las alarmas con su 'dot plot' y menores previsiones de recortes de tipos (ya solo presupuestan dos movimientos para 2025) pero la realidad es que el S&P 500 ya lleva dos semanas consecutivas en retroceso. Si bien esta es una dinámica habitual, esto llega en uno de los momentos de más efervescencia del año, el 'rally de la Navidad'. En ese sentido, la alerta de la Reserva Federal está levantando dudas de si la era de las subidas frenéticas en la bolsa de Nueva York puede estar dando al fin señales de terminar y, pronto, podría darse a un ritmo más pausado.

A día de hoy el S&P 500 acumula una subida del 25,26% en el año, situándose en los 5,941 puntos. El Dow Jones también suma un remarcable 13,26% y el Nasdaq 100 se lleva el gato al agua con una potente revalorización del 29,38%. De terminar los tres en estos niveles estaríamos hablando de un gran año, lejos de la recuperación poscovid de 2021 pero a los mismos niveles de 2023. Tras una potente subida de tipos de interés la recta final de ese año inició un potente rally apoyado en las perspectivas de futuros recortes en el banco central, una economía de EEUU que se despedía de las posibilidades de recesión y una revolución tecnológica como la Inteligencia Artificial que sacudió por completo las perspectivas de los índices.

Con el paso de los meses cada vez hay más dudas sobre hasta cuándo puede durar este potente rally que ha llevado a los índices a romper máximos sesión tras sesión y algunos creen que la respuesta puede estar en lo ocurrido la semana pasada. El pasado miércoles la Reserva Federal. Ese día, más allá del recorte de 25 puntos básicos que el mercado ya daba por hecho, la clave estuvo en su dot plot en el que el banco central dejaba bien claro que ahora espera una inflación más alta que antes en 2025 (la actualizó al alza al 2,5% desde el 2,1%) y, en consecuencia, unos tipos más altos. Concretamente las perspectivas de la Fed apuntaban a solo dos recortes para todo un año, dos menos que en su última previsión.

Ahora con esta nueva perspectiva hay quien duda de que la trayectoria de la renta variable pueda seguir con su brillante desempeño. "Esos movimientos más amplios indican que algunos inversores están preocupados" comenta Bill Merz, estratega de US Bank. Concretamente el experto habla de las dudas de que "los comentarios de Powell sugieran tal vez que incluso no haya ningún recorte más".

Pero la sensación en otros muchos es que este giro no es definitivo para los mercados. Desde J Safra Sarasin comentan que no están de acuerdo con que el giro de la Fed pueda ser tan relevante para los mercados. Dado que los recortes fiscales prometen un empujón muy importante que se estaría minusvalorando, esto podría compensar en buena medida el entorno monetario restrictivo y mantener fuerte la economía de EEUU y, en consecuencia, a sus empresas. Concretamente, solo la reducción del 15% en el impuesto de sociedades que ha prometido Trump frente al 21% actual debería elevar el beneficio entre un 3% y 4%. Algo que "se sumaría ya a un crecimiento del 10%" por la buena actividad económica que esperan en EEUU.

Todo esto con unos aranceles que no tienen claro que tengan un impacto realmente potente para los títulos de las compañías dado que "podría ser un impacto marginal o importante (especialmente sobre las cadenas de suministro) dependiendo de cómo se aterricen". No descartan que "realmente lo utilice como moneda de cambio para conseguir aumentos de la inversión extranjera (en particular china)".

Más allá de la Fed está la 'espuma' de la IA

El problema que comparten con otros analistas más que la Fed es un mercado totalmente sobrecalentado tras un 'boom' de la IA que ha llevado las valoraciones a territorios desconocidos. En ese sentido destaca el PER de 30,29 veces al que cotiza el S&P 500. Esta cifra marca un territorio realmente preocupante dado que la media histórica es de 17,9 veces. Esto está muy lejos para proclamar que hay una burbuja y prueba de ello es que durante la de las puntocom este ratio llegó a 200. En la burbuja japonesa era de 80 veces. Sin embargo, si que habla de un mercado sobrecalentado que dificulta nuevos avances.

Sin embargo, a pesar de estos argumentos la realidad es que no creen que haya mucho más recorrido para la renta variable no por el propio giro de la Fed, ni siquiera por el golpe económico que pueda surgir, sino más bien por las altas valoraciones que ya reinan en los mercados a raíz de la fiebre de la IA. "es poco probable que las valoraciones aumenten en 2025, pero deberían normalizarse gradualmente". Hasta finales de año, "esperamos un objetivo para finales de año 2025 de 6300 para el S&P 500".

Los expertos de la Financière de l'Échiquier (LFDE) defienden que si bien los mercados han reaccionado "demasiado violentamente" al anuncio de la Fed, esto muestra realmente el peligro que se ha instalado en los mercados. Los movimientos ponen de relieve "el altísimo nivel de la renta variable estadounidense desde el punto de vista de la valoración". También muestra las claras "que los inversores están con un optimismo extremo que hace que la más mínima mala noticia puede pagarse muy cara. Por lo tanto "es probable que esta situación persista hasta que los índices regresen a valoraciones más razonables".

"Se han generado valoraciones extremas, lo que podría aumentar la vulnerabilidad ante "shocks" como el vivido esta semana pasada"

Desde eToro coinciden alegando que a pesar de que el S&P 500 se perfila para cerrar 2024 con una ganancia de más del 24%, "esto se ha producido por el apetito por acciones de EEUU en detrimento de los activos internacionales, especialmente emergentes". Sin embargo, "esta preferencia ha generado valoraciones extremas, lo que podría aumentar la vulnerabilidad ante "shocks" como el vivido esta semana pasada". Todo esto con "temores inflacionarios que se mantienen tras las proyecciones de la Fed".

Por su parte, los expertos de Goldman Sachs, pese a que mantienen sus perspectivas de una subida del 10% del principal índice de cara a 2025 creen que será una montaña rusa. "Un mercado de valores que ya está descontando un contexto macroeconómico optimista y que tiene valoraciones altas crea riesgos de cara a 2025", escribía David Kostin, estratega estrella de la firma, en su último informe. "Según las perspectivas macroeconómicas de referencia de Goldman Sachs Research, la economía y las ganancias siguen creciendo y los rendimientos de los bonos se mantendrán en torno a los niveles actuales en los próximos años. Pero hay una serie de riesgos de cara a 2025, incluida la posible amenaza de un arancel generalizado y la posibilidad de un aumento de los rendimientos de los bonos".

Siguiendo con este último tema, Enguerrand Artaz, gestor de fondos de LFDE, hablaba de "extrema sensibilidad a la inflación". Si bien esto puede ser normal en un entorno de altos tipo de interés la realidad es que supone un gran riesgo. "Dentro de unos meses, cuando se elimine la base de cálculo la fuerte subida de precios del arranque de 2024" se creará "una asimetría desfavorable". Todo esto mientras el empleo, que parecía que se iba a convertir en el gran protagonista para la Fed "sigue deteriorándose poco a poco". En ese sentido, Artaz comenta que veremos la tasa de paro empeorando dado que "habrá una débil creación de empleo privado".

A pesar de todo, los analistas dan por hecho que se viene un periodo de crecimiento eso sí algo más moderado. El consenso de Bloomberg habla de un S&P 500 conquistando los 6.500 puntos para finales de 2025. Todo esto con firmas como Bank of America, HSCBC, SG, Barclays, Citi o Morgan Stanley dando por hecho subidas hasta un rango de entre los 6.500 y los 6.700 puntos. Una subida más moderada pero todavía con gran vitalidad. De hecho, algunos incluso siguen creyendo que seguirá un frenesí comparable al de este año. Este es el caso de John Higgins, de Capital Economics que cree que el S&P 500 cerrará el año en los 7.000 puntos. A pesar de lo que haga la Fed cree que "los beneficios de las firmas seguirán creciendo un poco el año que viene".

¿Qué sectores subirán?

Desde Goldman Sachs defienden que la renta variable verá como crecen más el conjunto de las empresas ante una economía que mantiene el ritmo, pero el que ha sido el gran motor, las megacapitalizadas, va a brillar con mucha menos intensidad. Las siete firmas tecnológicas más grandes, las conocidas como Siete Magníficas han subido un 33% este 2024 frente al escaso 3% de las otras 493 firmas. De cara a 2025 esperan que haya un balance mucho más equilibrado, con un alza del 18% frente al 12% del resto.

Desde Saxobank, por su parte, han hecho una lista de los que creen que serán los grandes ganadores de los próximos meses y del año en general. Concretamente creen que, desde el punto de vista de la IA ahora todo pasará a las empresas energéticas que tengas que abastecer a los centros de datos como las nucleares como Vistra o las renovables. Sin embargo, en las 'chiperas' han detectado "un crecimiento de la competencia y una carrera por la eliminación".

Por su parte, Charu Chanana, analista de la firma, comenta que las firmas armamentísticas vivirán un claro repunte gracias a "las tensiones geopolíticas y el enfoque de Trump que incrementará el gasto en Defensa". Por su parte, siguiendo con los 'ganadores' del ascenso del republicano señala a las energéticas tradiciones que "se enfrentan a un entorno de oportunidades (en particular las petroleras y gasistas) ante la narrativa de Drill baby drill". Es decir, la expansión de producción que el magnate neoyorquino ha prometido a bombo y platillo.

En última instancia, Chanana habla de dos firmas más. La atención sanitaria, que está en horas bajas con Biden y su Medicare y que "ahora recuperará terreno gracias al crecimiento a través de estrategias defensivas y nuevas oportunidades de inversión". El sector del consumo por su parte, ha sido uno de los más bajistas de EEUU ante los temores de desaceleración de las compras y ahora toca un efecto rebote, eso sí, con claros ganadores y perdedores. "Algunos minoristas que logren adaptarse a las preferencias cambiantes de los consumidores se posicionarán como los grandes beneficiados del nuevo mercado".

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