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La renta variable china remonta en los últimos pasos del 2024 y dobla a la bolsa europea en el año

Bolsa de Frankfurt. Dreamstime

El mercado de renta variable chino adelanta a la bolsa europea en la recta final del año gracias, en gran medida, a las políticas de estímulo prometidas desde Pekín para reflotar la economía nacional y favorecer el retorno de capital a los mercados financieros del país. El principal índice bursátil sube casi un 20% en 2024 y dobla al mercado europeo en el mismo periodo, ya que los inversores encuentran en los últimos meses del presente ejercicio mayores alicientes fuera del parqué del Viejo Continente.

Mientras los principales índices de Wall Street continúan anotando nuevos máximos históricos, el Stoxx 600 europeo sube un 8,8% desde el primero de enero. La bolsa europea, con este selectivo como referencia, tocó sus máximos históricos el pasado mes de septiembre en los 528 puntos. Sin embargo, se quedó atrás en comparación con otras referencias de la renta variable global.

En esas mismas fechas el gobierno de Xi Jinping presentó al mercado sus primeras medidas orientadas a recuperar la confianza de los inversores con un paquete de estímulos enfocado a revitalizar el mercado de valores del país y apoyar al sector financiero nacional. Esto se tradujo en la compra masiva de activos chinos que llevó al Hang Seng a superar los 23.090 puntos que implicó subir un 35% en el año en euros (en yuanes chinos la subida sería del 37%). No fueron las últimas medidas anunciadas por parte de las autoridades del gigante asiático para fomentar el retorno de los inversores.

De hecho, Xi Jinping prometió este mismo fin de semana más apoyo para aliviar la situación de deuda de varios ayuntamientos y regiones. Desde Deutsche Bank cifran en 10 billones de yuanes el paquete destinado a aliviar la carga financiera de los gobiernos locales pero sin partidas especiales enfocadas a revitalizar el consumo local, según apuntaron desde el banco de inversión. De hecho, varias firmas consideran que estos paquetes de estímulos carecerá de impacto real sin ayudas expresamente dirigidas a incentivar el consumo nacional. "China ya está al borde de la deflación de la deuda, es decir, de la japonización, pero se aferra a políticas reactivas de estímulo de mínimos, con un rechazo ideológico a aplicar políticas que podrían estimular el gasto de los consumidores", comentó el economista jefe de Carmignac, Raphaël Gallardo.

A pesar de que las expectativas de la economía china para los próximos meses no mejoran, desde septiembre el Stoxx 600 encuentra mayor obstinación a continuar con las subidas. El resultado electoral en Estados Unidos y las políticas arancelarias que conlleva la victoria de Donald Trump traerá una guerra arancelaria que afectará tanto a Europa como a China. Sin embargo, las expectativas de crecimiento en países como Alemania o Francia tampoco adelantan un 2025 favorable para el conjunto de la eurozona. Y la incertidumbre política en ambas economías tampoco despeja las dudas de los inversores. "La incertidumbre política se cierne sobre las dos mayores economías de la eurozona, dejando al bloque mal preparado para enfrentarse a una administración estadounidense más asertiva", explicó el economista jefe en J. Safra Sarasin Sustainable AM, Karsten Junius.

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