Nueva jornada color rojizo en los mercados financieros europeos con Francia como protagonista. El euro ha llegado a caer un 1% frente al dólar, mientras que la prima de riesgo de Francia se ha llegado a disparar a máximos no vistos desde 2012 (en plena crisis de deuda soberana del euro). Todo porque el breve Gobierno de Francia, la segunda economía más grande del euro, que echó a andar hace apenas dos meses, pende de un hilo. Un escenario de grave incertidumbre en medio de una 'crisis fiscal', protagonizada por un déficit público creciente y la presión de los partidos en la oposición y la sociedad para que el gasto público siga aumentando para sufragar unas pensiones cada vez más costosas. Francia se encuentra en una suerte de callejón sin salida que parece no tener solución en el corto plazo.
El partido de extrema derecha Agrupación Nacional se ha pronunciado con un lenguaje mucho más agresivo y con la amenaza de derribar al gobierno francés tan pronto como esta misma semana, horas después de que el ministro de Finanzas, Antoine Armand, dijera que su administración no se dejaría chantajear (aunque más tarde ha declarado que está dispuesto a ceder en algunas partidas y negociar, lo que ha calmado a los mercados). Marine Le Pen y su partido han amenazado con apoyar una moción de censura a menos que el primer ministro Michel Barnier modifique su presupuesto para 2025 para indexar las pensiones a la inflación, entre otras peticiones.
Los de Le Pen habían dado de plazo a Barnier hasta este lunes a mediodía. Aunque el político de centro-derecha elegido por Macron para pilotar un gobierno imposible ha intentado hacer a lo largo de este lunes algunas concesiones al partido de Le Pen, como el reembolso de los medicamentos que exigían, desde la formación de extrema derecha se ha asegurado que no es suficiente, con las pensiones en el punto de mira. Esto ha borrado la suavización de la situación que se había visto en los mercados.
Esta decisión de Agrupación Nacional ha hecho que Barnier tenga que, por el momento, aprobar la ley de presupuestos por decreto (mediante el artículo 49.3 de la Constitución), algo que la izquierda había puesto como línea roja para activar una moción de censure que tumbe al Ejecutivo y que depende del voto de los de Le Pen. Como esta moción se tendría que votar en 48 horas, está por ver si los de Le Pen finalmente tumbarán a Barnier o querrán negociar estos dos días.
El plan original de Barnier, bien acogido por los inversores, preveía recortes del gasto y subidas de impuestos por valor de 60.000 millones de euros para situar el déficit en el 5% del PIB el año que viene. Pero el partido de Marine Le Pen exige retoques al presupuesto de Barnier, incluidos sus planes de subir los impuestos sobre la electricidad, así como medidas para frenar el gasto en pensiones y reducir el reembolso estatal de medicamentos.
Aunque algunas concesiones podrían evitar la caída del Gobierno a corto plazo, diluirían el endurecimiento fiscal que, según los inversores, es crucial para situar el déficit en una senda sostenible. Mauro Valle, responsable de renta fija de Generali Asset Management, afirma que si el Gobierno cede a las exigencias de Le Pen, el proyecto de presupuesto proyectará un déficit superior al 5%.
El euro cae, la prima de riesgo sube
El euro está perdiendo más de un 0,9% frente al dólar y toca los 1,047 dólares por unidad de la divisa única. La caída se ha ido agudizando a medida que transcurrían las horas de este lunes que promete ser intenso en los mercados para Francia y, por consecuencia, para Europa. Por otro lado, la prima de riesgo francesa roza ya los 90 puntos básicos, una cota que no se veía desde finales de 2012, cuando la zona euro estaba en plena resaca de la crisis de deuda soberana que estuvo a punto de provocar la desintegración de la zona euro.
"En cualquier caso, es probable que el diferencial se mantenga en el rango observado en los últimos días durante las próximas semanas, a la espera de los acontecimientos políticos", señala Valle. Existe "un riesgo nada despreciable de que el mercado pruebe el nivel de 100 puntos básicos a partir de enero, cuando se reanude la actividad de financiación", agrega.
"Tanto si el gobierno cae como si no, los problemas de Francia son mayores que eso", ha afirmado Robert Dishner, gerente de cartera sénior de Neuberger Berman en una entrevista en Bloomberg TV. "La dirección que tomará la crisis parece indicar que los diferenciales franceses se ampliarán".
El descenso del euro es una de las señales que evidencian el riesgo real de colapso del Gobierno de Francia, puesto que la divisa única cotiza las situaciones políticas y económicas de las 20 economías que componen la moneda única. El peso de Francia en la zona euro, segunda economía del bloque y motor integrador (Francia siempre quiere ir más lejos con la integración de la zona euro), está poniendo contra las cuerdas a una divisa única que ya se enfrentaba a los riesgos que ha traído de vuelta la victoria de Donald Trump en EEUU.
Para tener una visión más completa o panorámica de lo que supondría esto para Europa y el euro en concreto. Solo Alemania (en crisis económica) y Francia (en crisis política y estancamiento económico) suponen el 50% del PIB de toda la zona euro, representando Alemania casi el 30% y Francia alrededor del 21%, según datos de Eurostat, la agencia de estadísticas de Bruselas.
Las bolsas cotizan el escenario
Como no podía ser de otra forma, la renta variable también se está viendo sacudida como activo de riesgo que es. El creciente halo de incertidumbre en la política y las finanzas francesas está teniendo su rápido reflejo en las bolsas. El CAC 40, el índice bursátil de referencia en Francia, es el que peor actuación muestra este lunes. Tras registrar caídas que superaban el 1%, el índice ha logrado recuperarse algo, pero ha seguido siendo siendo el peor de los parqués europeos.
La panorámica sobre la bolsa francesa es de todo menos positiva. El mercado bursátil galo va camino de registrar sus peores resultados frente a sus homólogos europeos desde 2010. El CAC 40 se sitúa por detrás del Stoxx 600 en más de un 11% en lo que va de año. Las dudas de los inversores han ido a más dado al estancamiento político y el deterioro de las perspectivas crediticias. Las principales agencias de calificación crediticia dieron a Francia una perspectiva negativa el mes pasado, citando el deterioro de las finanzas públicas y los retos políticos para contener los abultados déficits presupuestarios y eso ha pesado en las acciones.
"En los últimos meses, los inversores en renta variable han ido reduciendo gradualmente su exposición a las acciones francesas ante la creciente incertidumbre que rodea a las elecciones parlamentarias, que han aumentado el riesgo político. A pesar de ello, las valoraciones relativas siguen siendo elevadas en comparación con sus medias históricas, mientras que las perspectivas de beneficios parecen mediocres, con una previsión de crecimiento de un solo dígito para 2025 y posibles revisiones a la baja", analiza Leonardo Pellandini, estratega de renta variable de Julius Baer.
Según explica Pellandini, ya no es solo que persista la inestabilidad presupuestaria a corto plazo, sino que los aumentos propuestos del impuesto de sociedades pueden tener un impacto sustancial en el mercado de renta variable. En concreto, la subida prevista del impuesto de sociedades del 25% al 33,5% podría afectar significativamente al mercado de renta variable francés, reduciendo potencialmente en torno a un 2,5% el crecimiento del beneficio por acción (BPA) del CAC 40 en 2025, señala el estratega. Se espera que surjan vientos en contra adicionales del segmento de consumo cíclico, que tiene una ponderación significativa hacia los bienes de lujo, añade.
"Dada la actual agitación política, el sombrío panorama de los beneficios y las valoraciones poco atractivas, prevemos que la renta variable francesa seguirá obteniendo peores resultados que sus homólogas europeas y cambiamos nuestra calificación de Neutral a Infraponderar. Sin embargo, identificamos oportunidades específicas en la banca francesa y también en el sector industrial francés, donde las empresas expuestas a la tendencia de electrificación pueden ofrecer perspectivas de inversión atractivas", cierra el analista de Julius Baer.