
El Banco Central Europeo no se sale del esquema previsto por el mercado y realiza un nuevo ajuste de 25 puntos básicos. Y, como estaba descontado este movimiento, el euro apenas reacciona en su cruce con el dólar estadounidense. El cambio cierra la sesión europea en los 1,085 dólares que implica ver el nivel más bajo de la divisa de la eurozona desde primeros de agosto de 2024, cuando el mercado financiero se encontró con un dato de empleo estadounidense no previsto y el cambio de estrategia de carry trade con el yen japonés que contagió a todo el mercado.
Tras el anuncio de Lagarde de este jueves, el euro sigue mostrando su debilidad frente al dólar. El diferencial entre las referencias del precio del dinero de ambas economías se amplía a la espera de ver el próximo movimiento de la Reserva Federal de Estados Unidos que no sería tan agresiva como la última de 50 puntos básicos de recorte, según Bloomberg. No obstante, en aquella ocasión el mercado tampoco esperaba un cambio tan brusco en la referencia para el dólar. De esta forma, el euro cede en lo que va de octubre un 2,5% en el que sería el mes más bajista para la divisa común desde septiembre de 2023.
Tampoco en el conjunto del 2024 el euro mantiene el pulso al billete verde, ya que retrocede un 1,7% desde el primero de enero. A pesar de que los bancos centrales llevan a cabo sus ajustes a la baja en sus respectivas políticas monetarias a la par, el dólar no encuentra motivos para ceder su trono en el mercado de divisas. De hecho, varias firmas de análisis consideran que aún no se ha visto el suelo en el cuarto trimestre del 2024 en el cruce entre el euro y el dólar estadounidense.
Si bien el consenso de mercado que recoge Bloomberg espera que el euro recupere terreno en el cierre del 2024 y coja impulso a partir del ejercicio próximo, existen otros aspectos que condicionan la recuperación de la divisa común. Desde Bank of America descartan el alcance de la paridad entre ambas divisas. "La paridad no es imposible, pero sería raro. Tendría que salir todo mal y que la situación se quedara así por un tiempo", comentaron desde el banco de inversión.
Y es que hay otros aspectos que afectan al cruce entre las dos divisas más utilizadas por el mercado y más presentes en las reservas de los bancos centrales. La evolución de la deuda europea y cómo reduzca su balance el BCE puede condicionar al euro en los próximos años. Pero también los elementos externos como una guerra comercial en la que se vieran envueltos la eurozona, Estados Unidos y China, donde el euro podría salir perjudicado, según Bank of America.
Mientras tanto, el oro mantiene su impulso anotando nuevos máximos históricos en la zona de los 2.670 dólares por onza. Con la subida de casi un 30% en 2024, el valor refugio también coge ritmo por la euforia del mercado que descuenta "unos fundamentales a favor del dólar y la expectativa de tipos a la baja en Estados Unidos", comentó el responsable de investigaciones del Next Generation de Julius Baer, Carsten Menke. El experto no descuenta caídas puntuales en el precio del metal precioso por la volatilidad del mercado aunque considera que los inversores aprovecharán estos momentos para incrementar el peso en el oro.