
Este jueves tendrá lugar la última reunión del Banco Central Europeo (BCE) antes de tomarse unas vacaciones y volver en septiembre. Al igual que viene sucediendo desde julio del 2022 (mes en el que el organismo comenzó a subir los tipos), la política monetaria está marcando el comportamiento de las bolsas. En la reunión de mañana, el mercado no espera cambios en los tipos de interés, tras haber cometido la primera bajada de tipos en la congregación de junio.
En este escenario, los futuros de los principales índices del Viejo Continente son mixtos en estos primeros compases de la jornada, aunque los negativos que se registran son muy tímidos. El EuroStoxx 50 presenta la mayor corrección por el momento, tan solo del 0,2%. Frente a él, la bolsa inglesa se anota la mayor subida, del 0,4%.
Al otro lado del charco, aunque para la próxima reunión de la Reserva Federal de EEUU (Fed) habrá que esperar hasta finales de julio, las apuestas por el siguiente paso del organismo también están marcando el ritmo de los índices de Wall Street. El mercado da por hecho que el primer recorte de la Fed llegará en junio. En bolsa, tras haber conseguido marcar nuevos máximos históricos, en los futuros los inversores deshacen posiciones en el S&P 500 y también en el Nasdaq 100. Solo el Dow Jones alargaría su techo nuevamente esta sesión, al registrar una subida del 0,1%.
A nivel técnico, al cierre de la semana pasada, el Ibex 35 logró batir sus resistencias que, desde Ecotrader, Joan Cabrero, asesor del portal, localizaba en los 11.200 puntos. La superación de esta cota era de todo menos una señala de debilidad, pero el índice español se encuentra por el momento solo en su camino ascendente y mientras sus homólogos europeos no se unan a él, los 11.000 puntos seguirán estando en peligro.

"Ya les advertía de que era necesario que el selectivo español encontrara apoyos en el resto de sus homólogos europeos, sobre todo en su vecino CAC 40 francés, para poder fiarnos de esa señal a priori alcista", explica Cabrero. El experto añade que para que se produzca un contexto de alzas que hagan buscar al Ibex 35 los altos del año, la bolsa francesa debe superar su resistencia en los 7.750 puntos, algo que de momento no ha sucedido. Sobre niveles actuales, el Cac se encuentra a un 2% de esa resistencia.
"En tal caso todo apuntaría a que habría concluido la fase de corrección que nació en los máximos de junio y se alejaría el riesgo de ver una caída del Ibex 35 a los 10.500 puntos. Mientras el Ibex no encuentre apoyos no se podrá descartar un contexto más confuso e irregular como el que a corto estamos viendo", concluye el experto.
Una vez el Cac haya apoyado las subidas, el Ibex 35 no solo podría ir a buscar sus máximos del año, localizados en los 11.444 puntos, sino que tendría objetivos más ambiciosos como los de dirigirse en busca de los 12.000 puntos, en los que no cotiza desde el 2010 y que le dejan un margen de subida del 7%.
Trump relaja la deuda americana
Las apuestas por que Donald Trump (candidato por el partido republicano) será reelegido como el 47º presidente de los Estados Unidos, en los comicios que se celebrarán en noviembre, ganan cada vez más enteros.
"El atentado sobre Trump de este fin de semana puede llevar a los inversores a buscar los activos refugio y, desde un punto de vista político, aumenta considerablemente las posibilidades de que Trump salga elegido presidente", explican desde Julius Baer. "A nivel de mercado esperamos fortaleza del dólar, el oro y la deuda", agregan.
Esta situación está apoyando en el corto plazo a activos como el dólar o la renta fija estadounidense. En el mercado de deuda, el bono con vencimiento a 10 años, también conocido como T-Note, se sitúa por debajo del 4,2% de rentabilidad, un rendimiento que supone volver a mínimos del mes de marzo. Hace menos de tres meses, a finales de abril, la rentabilidad del papel alcanzaba el 4,7% y los inversores temían que volviese a irse por encima del 5%.
El papel a 5 años, por debajo del 4,1% de rentabilidad, también se sitúa en mínimos de marzo y el papel a 2 años se va incluso más atrás, colocándose en niveles de principios de febrero, con un rendimiento del 4,4%.
En el Viejo Continente, se espera que los inversores sigan comprando deuda, especialmente inglesa y francesa, así como la de los países más periféricos como Italia, España y Portugal. Tras las tensiones provocadas por el adelanto electoral, la deuda francesa está a punto de borrar toda la subida que sufrió a raíz de las elecciones europeas, celebradas el pasado 9 de junio, que llevaron al país a unos comicios generales.