Economía

Los resultados devuelven la certidumbre a Francia con una posible coalición de centroizquierda

  • El ala moderada del bloque de izquierdas apoyaría este nuevo Ejecutivo
  • El presidente pide a Attal que siga en el cargo "por el momento" para garantizar estabilidad
  • El mercado confía pero con la incertidumbre de qué política fiscal se llevará en esta legislatura
El presidente de Francia, Emmanuel Macron.

Lo que podría ser una serie de catastróficas desdichas en Francia con las elecciones legislativas, al final se quedó en el resultado 'menos malo' que podría suceder, aunque ahora Macron va a tener que lidiar con un bloqueo político que puede hacer que la segunda economía de Europa se estanque. Aún así, ya hay voces que hablan de una posible coalición de centroizquierda que estaría compuesta por los grupos más moderados de la coalición de Nuevo Frente Popular.

Tal y como manda la tradición, el primer ministro, Gabriel Attal, presentó su dimisión al presidente de la República, Emmanuel Macron, pero Attal seguirá en el cargo "de momento" a petición del presidente para "garantizar la estabilidad" del país, rezaba un comunicado enviado este lunes por el Elíseo.

Los economistas Eleonora Mavroeidi, Maeva Cousin y Jamie Rush escribieron en un comentario para Bloomberg que, según los resultados oficiales, el Nuevo Frente Popular (178 escaños, de los cuales 71 son para la Francia Insumisa de Jean-Luc Mélenchon) y el Ensemble! de Macron (156 escaños) se podrían unir para conformar un gobierno de coalición.

"Un posible resultado es alguna forma de gobierno de centro izquierda, con políticos provenientes del ala moderada de la alianza izquierdista y del grupo de Macron. También podría haber un importante matiz tecnocrático en la administración para reforzar la confianza en ella y facilitar que esos diferentes partidos se reúnan en un entorno más neutral", aseguran los expertos.

En definitiva, Mélenchon solo cuenta con el apoyo de 71 diputados de la Asamblea Nacional, por lo que eso le aleja un poco de la idea de alzarse como primer ministro y llevar a cabo su programa económico centrado en incrementar todavía más el gasto público, sin justificar cómo iba a costear su proyecto.

A pesar de la incertidumbre que sigue habiendo, los mercados no comparten este sentimiento. Los principales índices del Viejo Continente acabaron la jornada postelectoral prácticamente en tablas. Aunque el Cac 40 vio mermada su cotización con una magnitud mayor, en esta sesión, la bolsa francesa llegó a subir hasta un 1%, aunque posteriormente su alza se moderó y finalmente cerró con un retroceso del 0,60% .

La semana pasada, los índices vivieron un rally bursátil en el continente, en que destaca especialmente el índice europeo de referencia, el EuroStoxx 50, que recuperó su alza del 10% en este 2024 en el cierre semanal del viernes y continúa manteniéndolo. Incluso, el índice galo cerró la pasada semana, siendo el índice más alcista de Europa, con su subida del 2,6% en esos cinco días previos a la segunda vuelta.

Por otro lado, en este año la Bolsa de París crece un 1,12%, con este impulso ya casi recupera la mitad de su caída de junio, con la que se borraron sus ganancias anuales. Esta fue la reacción de los inversores a los resultados positivos para la extrema derecha en los comicios europeos dentro del territorio francés.

De todas formas, el analista y gestor de Ecotrader, Joan Cabrero, opina que la estabilización del índice francés no llegará hasta que pise el soporte de los 7.725 puntos, junto con el resto del Viejo Continente. Según afirma el analista, si el Cac 40 llega a cerrar por encima de este soporte se traduciría en que "la corrección que iniciaron las bolsas europeas a mediados de mayo habría encontrado suelo y sería partidario de volver a aumentar exposición en bolsa europea".

Con respecto a la prima de riesgo francesa, la semana previa a la primera vuelta se incrementó hasta los 81,9 puntos, los niveles máximos de finales de 2012. Pero a partir de este pico ha caído hasta un 23%, hasta los 62,7 puntos, todavía por debajo de los 50 previos a las europeas.

París tendrá muy difícil cumplir con las reglas fiscales de Bruselas

Con la entrada de este posible gobierno de coalición más progresista implicará que el bloque de la izquierda pida concesiones en materia fiscal que le permitan llevar a cabo medidas más expansivas.

El problema es que las cuentas francesas están desbocadas, con un déficit que se sitúa en el 5% del PIB este año y una deuda alrededor del 111%. Francia está en una posición fiscal muy tensa y la izquierda francesa no estará muy por la labor de remar a favor de la consolidación fiscal impuesta por Bruselas.

"Como escenario ilustrativo, modelamos lo que sucede si el nuevo gobierno deja de lado el programa de estabilidad del presidente Macron y ofrece una donación fiscal del 0,5% del PIB, manteniendo la prima de riesgo en aproximadamente 75 puntos básicos", explican los economistas de Bloomberg.

De este modo, en el escenario planteado prevén que el PIB crezca un 0,7% este año y la deuda se expandiría hacia el 116% del PIBen 2027, mucho más elevada que en el escenario que planteó el FMI a finales de mayo.

Los expertos de Bloomberg recalcan que es posible que la izquierda "insista en edulcorantes fiscales a cambio de unirse a un gobierno o apoyar a uno tecnocrático", esto provoca que sea difícil concebir una reducción del déficit que sea exitosa.

Las consecuencias de esto es que París chocaría, inevitablemente, con Bruselas, lo que provocaría que la credibilidad de la disciplina fiscal de la Unión Europea se vea cuestionada. Al mismo tiempo, esto traería importantes riesgos para la calificación de la deuda de Francia. Sin duda todo un reto para el presidente Emmanuel Macron.

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