
Los principales índices europeos arrancan la sesión con tímidos ascensos que llevan al EuroStoxx 50 a subir un 0,2% mientras que el Ibex 35 cotiza plano. Sin embargo, los futuros de la bolsa estadounidense anticipan otra jornada en la que la tecnología daría un nuevo paso atrás mientras arranca la temporada de resultados con los datos de grandes bancos de inversión a lo largo de la jornada.
Los índices tecnológicos de Wall Street retrocedieron durante el pasado jueves y sus caídas se trasladaron a este viernes en la sesión asiática. De hecho, esto puede poner en peligro al cómputo total de la semana con índices como el EuroStoxx 50 que apenas sacan un 0,3% desde el pasado lunes. El Nikkei japonés retrocede más de un 2% este viernes del mismo modo que el principal índice de la bolsa de Taiwán se deja otro 2%. Si la presión vendedora no echa a perder la semana, la renta variable global anotaría esta semana la sexta consecutiva al alza, una racha que no se veía desde marzo de este año.
El principal índice tecnológico de Wall Street se sitúa sobre los 20.000 puntos por la mínima. La última caída dibuja una vela en forma de estrella fugaz, una figura que desde el punto de vista del análisis técnico tiene connotaciones bajistas. El asesor de Ecotrader, Joan Cabrero, recuerda que este mismo patrón se dibujó hace dos y hace tres semanas y que, entonces, predominaron las ventas. "No obstante, mientras que el Nasdaq 100 no cierre la semana por debajo de los mínimos de esa estrella fugaz solo estamos frente a una amenaza y no una confirmación bajista", explica Cabrero.
A corto plazo, la inercia alcista ha llevado al Nasdaq 100 y al S&P 500 a marcar nuevos máximos históricos jornada tras jornada en las últimas semanas a excepción de sesiones puntuales. Este escenario se cruza a hora con una presión compradora elevada, principalmente en el índice tecnológico. "Como siempre señalo, lo importante no es como comienza la semana sino como termina", comenta el asesor técnico de Ecotrader.

La resaca electoral francesa ha dado paso a un mercado de renta fija en el que predominan las compras y la caída de las rentabilidades de las principales referencias a diez años. Además, los bonos se mantuvieron estables a ambos lados del Atlántico después de que creciera la perspectiva de ver más recortes de tipos de interés en Estados Unidos en 2024, gracias al dato de inflación en el país que cayó más de lo esperado por el mercado.
El bono estadounidense a diez años se sitúa en el 4,21% mientras que el bono alemán a diez años cae al 2,45%. De esta forma, las primas de riesgo de los países periféricos europeos tienden a la baja llegando a alcanzar los 65 puntos básicos en el caso de la deuda francesa y los 76 en el caso de la española.
Por el lado de las divisas, el dato del IPC de Estados Unidos sacudió al mercado ante la expectativa de que el primer recorte de tipos en EEUU sea en septiembre, según las previsiones de los expertor. La caída del yen japonés del 11% frente al dólar estadounidense en 2024 sitúa a la divisa nipona como la que peor desempeño muestra frente al billete verde. Más allá de que el yen tocase la semana pasada su nivel más bajo desde 1986, los operadores están esperando una intervención por parte de las autoridades japonesas para reforzar la moneda y así evitar que se cambie por más de 160 yenes por dólar. De hecho, los movimientos de la divisa de las dos últimas sesiones apuntaría a que el Banco de Japón ya podría haber comprado yenes para apuntalar el precio de su moneda, según señalan desde Bloomberg.
"Nuestra práctica, básicamente, es no mencionar si hemos intervenido o no el yen. Unos creen que es la reacción a los datos del IPC de Estados Unidos y otros hablan de otras fuerzas que pueden haber actuado", comentó el funcionario del Banco de Japón, Masato Kanda, esta madrugada.