
Asumir riesgo en renta fija cada vez está peor pagado en comparación a otros tipos de deuda de mayor calidad. Aunque el año no está siendo lo que se esperaba hasta ahora en renta fija, si hay un tipo de deuda que se ha comportado bien en estos primeros meses ha sido el high yield. Mientras el precio de la mayoría de los bonos arrastra pérdidas en este inicio de año, por el retrasoen el comienzo de la bajada de tipos, el precio del high yield no han dejado de subir, con revalorizaciones superiores al 2,5%, según los índices de Bloomberg y Barclays. A medida que se alejaba la posibilidad de que la economía entrase en recesión se compraban más y más bonos basura, lo que ha propiciado un estrechamiento de los diferenciales. Y ahora, la rentabilidad extra que ofrece la deuda high yield sobre la pública es la más baja de los últimos dos años.
La expectativa de rentabilidad de una cartera de bonos high yield mundial se encuentra ahora en el 8,35%, según Bloomberg, mientras que la de una cesta de deuda pública se ha elevado hasta el 3,36%. Es decir, que el high yield paga unos 5 puntos porcentuales más que los bonos soberanos. Es la menor diferencia entre ambos tipos de deuda desde abril de 2022 (ver gráfico). En gestoras como la del Santander explican que, ahora mismo, en renta fija el mayor atractivo lo encuentran en la deuda pública, sobre todo europea, más que en la americana. "En la parte de crédito, el high yield es en el que menos atractivo vemos. En la parte de crédito con grado de inversión tampoco se va a ganar mucho por estrechamiento de los diferenciales", explica Nerea Heras, responsable de Fondos Core de GMAS de Santander Asset Management.
La rentabilidad adicional que ofrece el high yield sobre la deuda con grado de inversión también se ha ido estrechando con el paso del tiempo, y la diferencia entre ambos ya sólo es de 2,84 puntos porcentuales, es la más baja, también, desde 2022, concretamente desde enero. En este caso, la expectativa de rentabilidad de una cartera con grado de inversión alcanza el 5,5%. Por eso en la gestora de Ibercaja prefieren la deuda de alta calidad frente a los bonos basura, "ya no porque desconfiemos de ciertas compañías sino porque la valoración relativa del high yield no compensa. Es decir, no paga lo suficiente para el riesgo asumido. Estamos viendo carteras con high yield que prácticamente pagan lo mismo que las que invierten en deuda con grado de inversión a un mismo plazo. Como inversor no compensa asumir un poco más de riesgo sino se está pagando", señala Beatriz Catalán, directora de inversiones de Ibercaja Gestión.
En la gestora del BBVA también valoraban modificar su posicionamiento en high yield hace una semana. "Hasta ahora hemos estado largos, pero los spreads se han reducido tanto que están en un punto poco atractivo desde el punto de vista de valoración, y es susceptible de que el mercado empiece a cotizar escenarios peores", reflexiona Jaime Martínez, responsable global de asignación de activos de BBVA Asset Management.
Sale dinero en fondos de 'high yield'
Ese menor atractivo que encuentran ahora algunas de las mayores gestoras en nuestro país se está reflejando también en los flujos hacia los fondos de inversión. Según datos de Bank of America, este tipo de productos encadena ya cinco semanas consecutivas en los que ha salido más dinero del que ha entrado, aunque el ritmo de reembolsos se ha ralentizado. En cambio, los fondos que invierten en deuda de alta calidad llevan ya 27 semanas consecutivas de entradas de dinero, con especial hincapié en los que invierten en renta fija a corto plazo. En este banco de inversión, todavía ven "una mejor relación riesgo-recompensa en la deuda IG a corto plazo".
En el año sobresale con un 2,6%
La deuda high yield es la segunda que mejor se comporta en 2024, con una revalorización por precio del 2,6%, que sólo supera la renta fija de China, que repunta un 2,77%. Sólo en lo que llevamos de mes, este tipo de bonos se ha revalorizado un 1,29%, pero a diferencia de ocasiones anteriores las subidas han sido generalizadas en todo el abanico de la renta fija. Así, un inversor en deuda pública ha recuperado un 1,2% este mes, aunque en el año todavía arrastra una caída que se acerca al 4,5%, ningún otro tipo de deuda cae más este ejercicio.