
La última encuesta a gestores de fondos que ha llevado a cabo Bank of America confirma que los inversores no se han echado atrás con sus expectativas de ver recortes de tipos en Estados Unidos este año. El dato de inflación de abril no ha sido suficiente para borrar las bajadas previstas, y los gestores encuestados tienen claro que la Fed comenzará a bajar tipos este año, un proceso que, además, continuará durante los próximos 12 meses. Con esto en mente, los gestores han optado en las últimas semanas por añadir más bolsa a sus carteras, al tiempo que reducen la liquidez. Eso sí, el inmobiliario es el activo más denostado en su portfolio, con la exposición más baja que se ha visto desde el año 2009.
La encuesta de mayo a los gestores de fondos que lanza mensualmente Bank of America refleja un menor optimismo por los activos de riesgo, un movimiento que acompaña a unas expectativas de crecimiento económico que se empiezan a relajar. Por primera vez desde noviembre de 2023 los gestores encuestados (han participado 209 inversores con un patrimonio total de 562.000 millones de dólares bajo gestión) esperan un crecimiento económico más bajo dentro de 12 meses.
Este escenario encaja con su visión para la política monetaria de la Reserva Federal: el banco central de Estados Unidos bajará tipos en la segunda mitad del ejercicio a ojos de los gestores, con un 82% de los encuestados apuntando en esta dirección. Además, no será un movimiento aislado; si se cumplen las previsiones de los encuestados la Fed bajará los tipos, como mínimo, en dos ocasiones en los próximos 12 meses, pero también cobra fuerza la posibilidad de que se produzcan 3 recortes de tipos en este periodo.
Las expectativas de que la Fed dé comienzo próximamente al ciclo de bajadas de tipos encajan con un escenario en el que la economía se debilita en cierta medida, aunque la mayor parte de encuestados descarta que se vaya a producir una recesión en el próximo año. Así lo cree, al menos, el 64% de los gestores encuestados, un porcentaje que sigue creciendo mes a mes.

En las conclusiones sobre la situación macro que deja la encuesta también destaca la percepción de que la política fiscal es excesivamente acomodaticia en este momento, hasta el punto que nunca antes habían estado tan convencidos de ello los encuestados. Con el 55% de los encuestados reconociendo que es ahora "excesivamente estimulante" se han superado ampliamente los mayores registros del pasado, que se dieron en mayo de 2010, abril de 2018 y noviembre de 2021.
Más bolsa y menos liquidez
Con este escenario macroeconómico sobre la mesa los gestores han optado por aumentar el peso de la bolsa en sus carteras, a costa de la liquidez. Así, parece que están valorando que los recortes de tipos de la Fed eclipsarán el impacto negativo de un menor crecimiento económico para las empresas cotizadas. Ahora, el 41% neto de los gestores (el porcentaje de los que dicen sobreponderar, menos el de aquellos que reconocen infraponderar) sobrepondera la renta variable, el nivel más elevado que sea visto desde enero de 2022, y ya son nueve meses consecutivos en el que la bolsa gana peso en las carteras de los gestores encuestados.
Ya son nueve meses seguidos en los que la renta variable gana peso en las carteras de los gestores encuestados por Bank of America
A cambio, la liquidez se ha reducido en las carteras hasta tocar los niveles más bajos que se han visto en casi tres años, desde junio de 2021. De media, cada gestor cuenta ahora con un 4% de liquidez en su cartera. A finales de 2022 este porcentaje superaba el 6%, un reflejo de cómo los inversores han ido volviendo al mercado poco a poco con el paso de los meses.
El activo que no quieren ni ver los inversores es el inmobiliario. A priori, un recorte de tipos de interés por parte de los bancos centrales será positivo para este tipo de activos, uno de los que más sufren cuando el precio del dinero es elevado. Sin embargo, el rechazo de los encuestados por el sector inmobiliario es ahora el más alto desde enero de 2009, una reacción a los problemas que está sufriendo el sector, tanto en Estados Unidos, como en Europa o China.
Los mayores peligros en el horizonte
Como en cada edición de la encuesta, los gestores han señalado los principales peligros que perciben en este momento para la economía y el mercado. La principal preocupación que mantienen los encuestados sigue siendo la inflación, con un 41% de los gestores encuestados destacándola en primer lugar, el mismo porcentaje que en abril.
En segundo lugar, se sitúa la geopolítica, pero está perdiendo peso frente a otros peligros. Ahora ya sólo lo selecciona como el gran peligro el 18% de los encuestados, cuando en abril era el 25%. La posibilidad de que se produzca un aterrizaje duro de la economía es el tercer gran peligro, con un 15% de respuestas. Las elecciones en Estados Unidos, un evento sistémico de crédito, una burbuja en la inteligencia artificial o una guerra de divisas en Asia cierran la lista en esta edición.