
Acciona Energía se sitúa como líder del Ranking ESG de elEconomista.es tras su última revisión, que tuvo lugar en marzo y que permanecerá vigente hasta septiembre de 2024. Esta clasificación ordena a las empresas del Ibex 35 en base a un algoritmo propio que combina las notas de las grandes agencias de calificaciones ESG (ambientales, sociales y de gobierno corporativo): S&P Global, Morningstar, CDP e ISS. Acciona Energía se dedica en exclusiva a las energías limpias, pero aún así la descarbonización es uno de sus principales retos, explica Mariola Domenech, su directora de Sostenibilidad. Domenech también menciona como grandes desafíos la seguridad, la gestión de residuos (qué hacer con las palas eólicas tras acabar su vida útil) o el impacto sobre la biodiversidad (ya que las turbinas se cruzan en el camino de aves o murciélagos). La cosa se complica todavía más ahora, cuando acaba de aprobarse en Europa la Directiva de Diligencia Debida, advierte. Visite el portal especializado elEconomista ESG.
¿Una empresa de energías limpias tiene en la descarbonización uno de sus principales retos?
Sí, porque toda actividad conlleva un impacto. Tenemos multitud de tecnologías para las que necesitamos desarrollar una serie de actividades, algunas de las cuales emiten algún gas de efecto invernadero; por ejemplo, la biomasa, que es un combustible renovable que utilizamos. Nuestros objetivos de reducción de emisiones son muy ambiciosos (un 60% menos de emisiones de alcance 1 y 2, y un 47% menos para el alcance 3, en 2030). Al mismo tiempo, estamos creciendo: el año pasado construimos 1,7 gigavatios y este año construiremos una cantidad similar. El reto es desacoplar ese crecimiento de las emisiones. Más aún cuando hablamos de las emisiones de alcance 3 [relativas a toda la cadena de suministro].
¿Cómo de difícil es gestionar los residuos para una empresa que desarrolla parques eólicos y fotovoltaicos?
No generamos muchos residuos en comparación con otras industrias, pero algunos de ellos tienen cierta dificultad en su tratamiento, como pueden ser las palas de aerogenerador [las aspas]. Son la parte de las turbinas más difícil de reciclar debido a su composición, al incluir fibra de vidrio y de carbono. En Acciona Energía desechamos un volumen muy pequeño de palas, y estamos trabajando en iniciativas que permiten reciclarlas al 100%.
¿Cómo puede reutilizarse una pala tras terminar su vida útil?
Hemos llevado a cabo un proyecto de construcción de una viga de torsión que se utiliza para sustentar los módulos fotovoltaicos en una de nuestras plantas en España. También hemos lanzado, junto a El Ganso, una iniciativa para la fabricación de unas zapatillas cuyas suelas se han fabricado con este material. Pero para mí el proyecto más relevante es la creación de RenerCycle, un consorcio que explora soluciones de reciclado y valorización de palas. En España, cerca de 4.000 turbinas están llegando al final de su vida útil. Renercycle, junto a Acciona y Acciona Energía, está construyendo en Navarra una planta dedicada al reciclado de palas eólicas.
"Por su composición, es más complicado reciclar una pala eólica que un panel solar"
¿Cuántos años de vida tiene, generalmente, un parque eólico?
De media, unos 25 o 30 años. Trabajamos mucho en el alargamiento de la vida útil de los activos.
¿Es más problemático el reciclaje de turbinas que el de placas solares?
Sí, en Acciona Energía reciclamos el 100% de los paneles solares; la cadena de reciclado para estos elementos está muy avanzada, ya que se componen de materiales totalmente reciclables, fundamentalmente vidrio, metales como aluminio y cobre, polisilicio y plástico. Una vez tratados, pueden utilizarse en otras industrias, como la construcción, o en nuevos paneles solares.
¿Cómo afecta su actividad a la fauna y flora y cómo gestionan dicho impacto?
Sin duda nuestra actividad tiene un impacto sobre la biodiversidad. Las plantas fotovoltaicas ocupan una gran extensión de suelo; los parques eólicos ocupan un espacio mucho más pequeño, pero tienen una afección sobre pájaros y murciélagos. La gestión de la biodiversidad será el próximo gran asunto en materia de sostenibilidad. En lo que respecta a las plantas fotovoltaicas, siempre trabajamos con la comunidad local para que se pueda compatibilizar este uso del suelo con otros usos, agrícolas o ganaderos. Te voy a poner un ejemplo muy simple, pero muy gráfico. Un rebaño de ovino va a poder seguir utilizando ese suelo [donde se han instalado placas solares] y, de hecho, incluso se produce una simbiosis, porque esos animales impiden que la hierba crezca y dé sombra sobre los paneles.
¿Y en los parques eólicos?
Desde siempre hemos trabajado para minimizar los impactos, realizando un seguimiento de las especies de aves en todas nuestras instalaciones. Llevamos a cabo una monitorización, que en algunos casos es 24/7, 365 días al año, y que en muchas ocasiones implica una parada de máquinas, por ejemplo cuando se produce un paso de aves. En el caso de los murciélagos, la casuística es distinta, ya que la afección tiene que ver con los ultrasonidos, y también contamos con varios proyectos piloto en este sentido.
¿Ha crecido el rechazo ciudadano a este tipo de instalaciones?
Sí, ha ido a más, porque hay una gran cantidad de proyectos en desarrollo y han aparecido agentes en el mercado que tradicionalmente no han estado en él, desarrolladores que han visto una oportunidad, pero que carecen de experiencia en la gestión de los impactos y en la relación con las comunidades locales. No tienen esa vocación de permanencia, con lo cual se centran en maximizar su beneficio y generan frustración en el territorio. Qué duda cabe de que esto ha contribuido a que ese rechazo social sea mayor en determinadas zonas, también en España. Nosotros llevamos trabajando con las comunidades 30 años, desde que empezamos con los primeros parques eólicos. Somos un agente de permanencia en el largo plazo en el territorio, no un desarrollador que pone en marcha un proyecto y luego lo vende. Operamos por un tiempo mínimo de 30 años, así que lo que nos interesa es que la comunidad nos quiera como vecino.
¿Cuáles son las implicaciones de la recientemente aprobada Directiva de Diligencia Debida para una empresa como Acciona Energía?
Nos supone un desafío por la propia complejidad de nuestra cadena de suministro, ya que estamos presentes en 20 países. Esta directiva implica que debes conocer bien a toda tu cadena de suministro, no solo tus tier 1 y 2, sino tus tier N, teniendo en cuenta además que algunos de tus proveedores pueden ser pequeños y quizá no conozcan esta regulación porque, al estar en otros países, no les afecta. Es verdad que tenemos margen: hasta dentro de 4 años a Acciona Energía no le aplica. Al mismo tiempo, ya tenemos muchos mecanismos puestos en práctica para cumplir con esos marcos que antes eran voluntarios y ahora son obligatorios.
"Nosotros no vemos la famosa greenium, o prima verde para el emisor, en nuestras colocaciones de deuda. Las emisiones verdes tienen costes añadidos"
¿En qué medida están vinculadas las retribuciones o bonos de los ejecutivos en Acciona Energía con metas ambientales, sociales o de gobierno corporativo (ESG)?
El 100% de las personas que trabajan en Acciona Energía tienen incorporados objetivos de sostenibilidad en su retribución. Y contamos con una estructura de retribución variable, que llamamos bono Acciona, que integra varios factores, entre ellos objetivos de sostenibilidad. El año pasado este esquema se aplicó al 82% de la compañía, tanto a directivos como a técnicos, mandos intermedios y staff. Estos objetivos ESG han ido incrementando su peso en la retribución variable desde 2019, cuando pesaban un 3,5%, hasta el año pasado, cuando alcanzaron el 12,5%.
¿En base a qué metas se otorga ese variable?
Los objetivos se fijan anualmente y van alineados con el cumplimiento de nuestro Plan Director de Sostenibilidad a 2025. Fundamentalmente se estructuran en cuatro áreas: la diversidad (porcentaje de mujeres en posiciones directivas); prevención de riesgos, en función del índice de frecuencia [de accidentes]; a esto se suma un objetivo que puede ser bien de descarbonización, o bien en base al cumplimiento de un determinado presupuesto ESG. Además, solemos establecer también un objetivo relacionado con el liderazgo de la compañía en materia de sostenibilidad, reflejado en la presencia en índices sostenibles.
Acciona Energía está incluida en el Dow Jones de Sostenibilidad europeo, no en el mundial.
Así es, pero es un tema de umbral de free float, no cumplimos con el capital flotante mínimo para estar en el Dow Jones Sustainability World Index [Acciona Energía tiene un free float del 17,37%; el resto está en manos de la matriz, Acciona].
¿Qué porcentaje de sus accionistas tiene un perfil puramente ESG?
Con datos a 31 de marzo, el 56,7% del free float está en manos de inversores ESG. Este año ha sucedido una cosa curiosa: ha crecido el porcentaje de inversores artículo 9 [los fondos más puros en ESG, según el Reglamento europeo de Divulgación]. Ahora mismo estamos en un 43,16% de inversores artículo 9 y un 42,71% de artículo 8 [sostenibles, pero más laxos]. Esto refleja que el modelo de negocio de Acciona Energía está muy alineado con los fondos de inversión más exigentes en materia de sostenibilidad.
¿En qué medida abarata la financiación de una compañía el hecho de que una emisión sea verde?
Nosotros, en este momento, no vemos la famosa greenium [abaratamiento para el emisor] en nuestras colocaciones. Una emisión verde o sostenible conlleva una serie de procesos que le añaden un coste. Debes contar con un framework de financiación sostenible y con la famosa second party opinion. Además, tienes que elaborar un informe anual para mostrar el impacto de esta financiación y especificar dónde has alocado los fondos, que debe ir verificado por una tercera parte. Debido a todos esos gastos, nosotros no vemos esa prima verde.
¿Qué porcentaje de su deuda es verde o sostenible? ¿Y cuál es su coste de financiación?
Se ha producido una evolución de nuestra deuda. Ahora mismo, el 84% de toda ella, tanto corporativa como de proyecto, es sostenible, verde o ligada a objetivos de sostenibilidad. En cuanto a la segunda pregunta, de acuerdo con la información que publicamos al cierre del año 2023 en nuestra en nuestra presentación de resultados, el coste medio de la deuda total de Acciona Energía se situó en el 4,66% el año pasado. En deuda corporativa, fue del 3,95%, y el coste de la deuda de proyecto, del 8,40%. En cuanto a la vida media, estamos en los 5,96 años.