
La bolsa europea arranca la sesión con signo mixto entre principales bolsas europeas. Mientras la bolsa de Londres cae después de publicarse el dato de inflación en el Reino Unido, peor de lo esperado por el mercado, el resto de grandes referencias de la eurozona cotizan planas. El Ibex 35 lidera las alzas al subir un 0,3% mientras que el EuroStoxx 50 apenas sube un 0,1%. Así, el gran índice europeo se queda por debajo de los 5.000 puntos perdidos en la última jornada y el Ibex 35 defiende los 10.500 puntos.
También los índices de futuros de Wall Street apuntan a una sesión plana, según los índices de futuros, después de cotizar el pasado martes las últimas palabras del presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, que insistió que las presiones sobre los precios persisten y fuerza a mantener los tipos de interés sin cambios "por el tiempo que sea necesario".
Que los principales índices bursátiles reboten en algún momento no borra las repentinas caídas de la sesión del martes. El conflicto en Oriente Medio y las débiles perspectivas de crecimiento de la economía China no han desaparecido de la cabeza de los inversores, además de que los banqueros centrales no han dado signos de querer girar sus políticas monetarias.
Más importante aún, el índice tecnológico de Wall Street muestra mayores signos de agotamiento después del rally bursátil visto desde finales del 2023. El Nasdaq 100 ha dado un paso atrás esta semana al perder los 17.800 puntos, la línea divisoria que separaba un contexto consolidativo previo a mayores alzas de uno potencialmente bajista.
De hecho, ahora el índice tecnológico puede ceder hasta alcanzar los 17.100 puntos o hasta la media de sus últimas 200 últimas sesiones, en los 16.680 puntos, que supondría asistir a una caída adicional del 6%. "No me sorprendería que viniera una eventual caída rápida e intensa a diferencia de la vista a mediados del año pasado que fue lateral y duró tres meses", explicó el asesor técnico de Ecotrader, Joan Cabrero.

El Banco Central Europeo, el cierre del grifo del gas ruso y la débil e irregular recuperación de la economía china pasa factura al motor europeo. La rentabilidad de la deuda soberana alemana refleja el estrés de su economía en lo que va de año y que sitúa al bund alemán a diez años a la zona del 2,5% de retorno.
En estos niveles, el bono estadounidense con igual vencimiento mantiene su prima de riesgo de más de 200 puntos frente a la deuda alemana (que se presupone de las más seguras dentro de la eurozona). Es decir, la deuda soberana estadounidense a diez años se sitúa en el 4,66% mientras que a más corto plazo, a dos años, roza el 5% no superado desde octubre del año pasado.
Gracias a una Reserva Federal de Estados Unidos que se niega a reconocer una inminente bajada de tipos de interés, el dólar vuelve a ser el todopoderoso dólar. El billete verde se disparó en las últimas semanas y ya sube un 4,45% en 2024 frente a la cesta de las principales divisas del mundo, entre las que se incluyen el euro, la libra esterlina o el yen, entre otras diez.
De hecho, frente al euro avanza un 4% en este mismo periodo hasta cambiarse un euro por 1,06 dólares. Los inversores han encontrado refugio de nuevo en el dólar, como ya ocurrió a mediados del año pasado y antes de que se detuvieran las alzas de tipos de interés de los principales bancos centrales.