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Meliá reducirá su deuda neta con arrendamientos por debajo de los 1.000 millones tras la compra de Santander

Hotel Meliá en la Habana, Cuba. Dreamstime.
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Meliá recibe una inyección de liquidez que permite a la cadena hotelera continuar con la reducción de su deuda y disparar el precio de su acción un 10%. La venta de una participación del 38,2% en tres hoteles al Banco Santander por un importe de 300 millones de euros incrementa el desapalancamiento del grupo, que podría cerrar el ejercicio con una deuda financiera neta por debajo de los 1.000 millones de euros, incluyendo arrendamientos.

Los expertos ya se hacen eco de la buena acogida del mercado a la entrada del Banco Santander en hoteles localizados en Londres (con el Me London), Tenerife y Menorca. Meliá cerró el tercer trimestre del 2023 con una deuda neta financiera (contando los arrendamientos) de 1.229,7 millones de euros por lo que la compra de la entidad de los Botín daría un balón de oxígeno a Meliá en su objetivo por continuar con el saneamiento de su balance. La deuda neta a cierre de septiembre se situó en los 2.700 millones de euros. "Concretamente, estos 300 millones de euros permitirían reducir la deuda financiera neta respecto a su beneficio bruto de explotación por debajo de las cuatro veces", según apuntó el analista de Bankinter, Juan Moreno.

Así, en cuanto a las perspectivas del conjunto de 2023, desde Renta 4, que recomiendan tomar posiciones sobre sus títulos, indicaban hace unos días que "la buena evolución [de Meliá] debería notarse en una generación de caja que, además, se verá impulsada por la recepción de 15 millones de dólares como parte del segundo y último pago por la venta de una participación en un hotel en México. Así, esperamos que la deuda neta ceda en torno a -80 millones de euros, hasta 1.150 millones", puntualizaban desde la firma de análisis.

El vehículo creado entre Meliá y el Banco Santander está valorado desde Deutsche Bank por un importe de 785 millones de euros, de ahí la participación de la entidad que ascendería hasta los 300 millones de euros con ese 38%. "Teniendo en cuenta que el Me London todavía tiene deuda, el efectivo neto pagado por Santander a Meliá debería ser de unos 235 millones de euros", según el analista del banco alemán, André Juillard, por lo que la deuda financiera de la hotelera al cierre del último ejercicio seguiría por debajo de esos 1.000 millones de euros (deuda neta sin arrendamientos en los 2.500 millones de euros, según el consenso de mercado que recoge FactSet).

El CEO de Meliá, Gabrile Escarrer, ya adelantó a elEconomista.es que buscaba nuevas alianzas con inversores de confianza para fortalecer el balance de la compañía con participaciones en varias de las marcas del grupo. Esta alianza con el Banco Santander también aleja la necesidad del grupo de realizar cambios en el accionariado, como descartó el propio Escarrer en enero.

No obstante, el 2024 se presenta como el año en el que Meliá tiene que afrontar el mayor número de vencimientos de sus instrumentos de deuda. En concreto, en el año tiene que afrontar el pago o renegociación de 338 millones de euros en préstamos bancarios y otros instrumentos y otros 600 millones más desde el año que viene a 2027.

Desde Meliá recordaron que se encuentran en 'periodo de silencio' ante la presentación de resultados del cierre del 2023 (presentan el próximo 29 de febrero) por lo que no pueden realizar estimaciones al respecto de cómo evoluciona la deuda del grupo desde el pasado septiembre. No obstante, recalcaron que la operación se ha firmado en 2024 (entrará en vigor en abril) por lo que no tendría impacto en el ejercicio de 2023. "Aunque volver al dividendo siempre es un objetivo, nuestro foco prioritario es fortalecer nuestro balance, por lo que anunciaremos la decisión de retornar al dividendo cuando sea el momento indicado", reflejaron fuentes de la compañía.

El mercado ha recibido con alegría esta noticia, con una subida del valor de la acción de más del 10% de la hotelera, que supone la subida más potente en una sesión desde noviembre de 2020, y que la deja en niveles que no veía desde junio de 2022. En el año, Meliá sube más de un 13% tras este rebote.

La valoración de Meliá, de momento, no refleja importantes cambios tras la noticia, ya que de las siete firmas de análisis que revisan sus títulos en la jornada del martes solo GVC Gaesco eleva la valoración de la hotelera, de los 7,30 euros que le otorgaba anteriormente a los 7,70 euros. El resto de firmas mantienen el precio justo, y cuatro de las siete valoran a la firma presidida por Escarrer por debajo del precio objetivo que le otorga el consenso que recoge Bloomberg, en los 7,19 euros. Estas son CaixaBank (7,15 euros), Banco Sabadell (7,10 euros), Alantra (7,10 euros) y Bestinver, que le otorga un precio objetivo de 6,5 euros.

Así, tras el alza del martes, y sin notables mejoras en la valoración, Meliá se acerca a su precio objetivo y se queda con un un recorrido alcista del 7% para los próximos 12 meses. La recomendación de Meliá sí que tiene buenas nuevas en este febrero, con el menor porcentaje de consejos de ventas en los últimos cinco años. El conjunto de consenso le otorga una recomendación de mantener, según el algoritmo que emplea elEconomista.es con el consenso de mercado de FactSet.

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