
Mirenchu del Valle es la nueva presidenta de Unespa desde el año pasado, pero conoce los entresijos del mundo del seguro como pocas personas porque fue la secretaria general de la organización en los últimos treinta años, por lo que ha participado en todo el proceso de adaptación del sector. Ha accedido al cargo en un momento de cambio, tanto en el ministerio de la Seguridad Social, tras las elecciones del pasado mes de julio, como con las próximas elecciones al Parlamento Europeo. Dos centros de poder con los que habrá que negociar aspectos importantes para la industria de inversión, como la posibilidad de crear un régimen transitorio para los planes de empleo o la tramitación de la Retail Investment Srategy (RIS) en Bruselas.
La normalización de tipos permitió un ingreso por primas de 76.463 millones de euros el año pasado, un 18% más. ¿Se va a poder mantener este ritmo si entramos en una previsible fase de rebaja de tipos a partir del segundo semestre?
Es una buena noticia que hayamos vuelto a crecimientos de doble dígito, que no son muy normales en la evolución del seguro, porque para encontrar una cifra parecida tendríamos que irnos a 1999, con la finalización del proceso de externalización de los compromisos por pensiones. Pero ese crecimiento es una buena noticia por la relevancia que tiene el seguro para las personas y las empresas, con un claro protagonista que es el seguro de vida. Es difícil decir cuáles podrán ser los crecimientos de 2024, pero el sector seguirá poniendo en el mercado productos para intentar cubrir las necesidades de la sociedad.
¿Pero las rentabilidades ya serán menores de lo que han sido hasta ahora?
La subida de tipos de interés ha permitido poner nuevamente en el mercado productos altamente demandados por los ahorradores españoles que, en una enorme proporción, priman seguridad por rentabilidad. Y las aseguradoras, si los tipos de interés acompañan, pondrán en el mercado productos garantizados y unit linked, que también se han comportado muy bien el año pasado, aupados por la buena marcha de los mercados. Seguiremos viendo cómo mantenemos esa dualidad de productos que responde al distinto tipo de ahorrador que tenemos en el mercado.
Un segmento donde compiten las aseguradoras con las firmas de gestión de activos son los planes de pensiones. ¿Cómo valoran el proceso de trasvase de los planes individuales a los de empleo con la reducción de las aportaciones?
Tenemos dos sentimientos. Uno positivo, porque desde la industria aseguradora veníamos demandando desde hacía mucho tiempo una apuesta por el desarrollo del segundo pilar, que es algo que nos diferencia del resto de países de nuestro entorno. Y, en ese sentido, que se hayan puesto en marcha las bases para potenciar su desarrollo es algo que acogemos de manera muy favorable, y tenemos mucha esperanza en su desarrollo. Pero esto queda en manos de la negociación colectiva y todos los procesos de este tipo llevan su tiempo. Y ver los frutos de las medidas que se han adoptado nos va a llevar varios años. Por eso desde la industria demandábamos que pudieran establecerse pasarelas o sistemas transitorios que permitieran a los trabajadores de aquellos sectores que hoy todavía no tienen planes de pensiones simplificados realizar aportaciones por encima de los límites para los planes individuales, con el objetivo de que ese ahorro complementario se trasvase al plan de empleo sectorial, una vez que se ponga en marcha para ese sector en concreto. Y desde luego el ahorro en planes individuales tiene que potenciarse. Habría que implantar límites más elevados de los que disponemos ahora y más en línea con los límites que siguen vigentes en los territorios forales, que permiten hacer aportaciones hasta los 5.000 euros. Ese ahorro constituido sería en beneficio de los ciudadanos, pero también de la economía de nuestro país, porque estaremos invirtiendo en muchos casos en deuda pública para financiar políticas públicas, lo que genera un círculo virtuoso.
¿Ese régimen transitorio ya se planteó con José Luis Escrivá?
Sí, se planteó esa posibilidad.
Y con el cambio de responsable en el ministerio, ¿qué recepción han tenido a esta propuesta?
Volveremos a retomar el contacto y poner esta cuestión encima de la mesa de nuevo, porque pensamos que va en beneficio del ciudadano y de la economía española.
¿Tienen hecho algún cálculo de cuánto tiempo tendría que estar vigente ese régimen transitorio?
En su momento hablábamos de cinco años, pero depende de cada convenio sectorial. Justo antes de la reforma de Escrivá había convenios recién aprobados, con lo cual la negociación no se volvería a abrir hasta pasados cuatro años... Hay un montón de convenios ahora en vigor, hay que esperar a su vencimiento y que se inicie la negociación, e incorporar en ese proceso ese instrumen. Pero es verdad que hay trabajadores que en estos momentos tienen limitada su capacidad de ahorro a 1.500 euros y están a la espera de que estas cuestiones se puedan incorporar en la negociación colectiva. Y nos parecía que un régimen de transición era una forma de seguir incentivando ese ahorro finalista que luego se trasladaría a ese instrumento del segundo pilar. Pero en el ínterin, mientras se constituyen, se sigue generando masa de ahorro, que es el elemento más positivo de la propuesta.
Otro tema que puede afectar al sector es el RIS, que con las elecciones europeas no se sabe si podrá salir adelante.
Está en trámite parlamentario y se tienen que cumplir los plazos y ver la propuesta final. Es un proyecto relevante a nivel europeo que pretende una mayor participación de los consumidores en el mercado de capitales. Con ese objetivo estamos de acuerdo, pero es fundamental fomentar el asesoramiento para que los clientes tengan el producto que mejor se ajusta a sus necesidades. El foco parece estar muy puesto en las comisiones, y para nosotros tienen que estar en que el producto sea el que mejor se adecúa a las necesidades del ahorrador. Muchas veces hablamos de productos más sencillos pero a lo mejor la necesidad del cliente lleva a un producto más sofisticado. Afecta a unit linked y otros productos aseguradores españoles que tienen garantías, pero que el rescate se hace a valor de mercado. Y ese es el elemento para nosotros diferencial. Muchas veces son productos más cercanos a la previsión complementaria de la pensión y que, por regla general este tipo de productos están excluidos.