
El mercado de renta fija se ha convertido desde hace meses en el verdadero termómetro de los mercados ya que es el primer afectado por las perspectivas en torno a los movimientos en los tipos de interés.
En los últimos días, la fortaleza mostrada por los últimos indicadores de consumo en Estados Unidos ha hecho que los inversores rebajen sus expectativas en cuanto a los próximos movimientos de la Reserva Federal donde, recordemos, se había llegado a descontar hasta seis bajadas de tipos de 25 puntos cada una a lo largo de este curso.
Tras la encuesta de Bloomberg de este inicio de semana, que apuntaba a solo 100 puntos básicos menos para finalizar 2024, el mercado se ha posicionado, llevando de nuevo al T-Note a tocar la zona del 4,1% y provocando pérdidas de más del 2% a aquellos que pudieron comprar estos bonos en los mínimos de rentabilidad que fueron el 3,79% de finales de diciembre.
No obstante, para esos mismos inversores, no hay peligro de entrar en pérdidas reales hasta que el bono a 10 años se acerque al 4,3% ya que dichas pérdidas serían compensadas con el cobro del propio cupón (entendiendo que esperaran al vencimiento).