
La Esma -European Securities and Markets Authority, el equivalente a la CNMV a nivel de la UE- quiere regular el uso de términos como sostenible, verde o de transición en los nombres de los fondos. Su objetivo es que no se utilicen palabras con tintes responsables de forma "poco clara" o "engañosa", según han señalado desde el propio organismo. De ahí que en noviembre de 2022, el supervisor propusiese una serie de directrices para la utilización de dichas denominaciones, que sometió a consulta pública. Ahora, el regulador de los mercados europeos ha publicado una actualización de esas directrices, relajándolas. Visite elEconomista ESG, el portal especializado de elEconomista.es.
En primer lugar, la ESMA rebaja las exigencias para los fondos que deseen incluir en su denominación la palabra transición y, de hecho, propone crear una nueva categoría para ellos. Estos vehículos, explica, deberán aplicar las exclusiones establecidas en los índices de referencia de transición climática de la UE (los Climate Transition Benchmark o CTB). En el texto inicial, la Esma proponía que aplicasen las exclusiones de los índices PAB (Paris Alligned Benchmarks, índices alineados con el Acuerdo de París), que son más restrictivos que los CTB. El objetivo del supervisor es no perjudicar a aquellos fondos que, dentro de una estrategia de transición verde, tengan en sus carteras combustibles fósiles. Con este cambio, "se reconoce la existencia de los índices de transición" y esto "es una muy buena noticia", destaca Úrsula García, Socia en finReg360. III Foro ESG: Aún quedan 10 años para que los ratings de crédito incluyan el ESG.
Tal y como detalla el documento publicado por la Esma hace escasos días, el supervisor reconoce que las exclusiones inicialmente planteadas para los fondos de transición -las de los PAB- "podrían penalizar de forma innecesaria a los fondos que no son medioambientales o que se centran en estrategias de transición". De ahí que el regulador proponga crear esta "nueva categoría" de fondos. Le puede interesar: El uso de términos como 'ESG' o 'sostenible' en los fondos dispara el greenwashing.
Al mismo tiempo, la Esma también aplaza al segundo trimestre de 2024 la adopción de estas directrices, que, según señala Úrsula García, han generado "un movimiento de presión por parte de la industria".
No todas las novedades hablan de relajación y de bajar umbrales. El regulador europeo también detalla que los fondos que utilicen el término "sostenible" deberán incluir en su cartera al menos un 80% de inversiones acordes con la definición de sostenibilidad que recoge el Reglamento europeo de Divulgación (SFDR, Sustainable Finance Disclosure Regulation). En el borrador inicial, ese umbral lo dejaba en el 50%, y ahora lo ha elevado.