
La renta fija reúne ahora todo lo que un inversor conservador busca. Poco riesgo y una rentabilidad que ya no está pegada al 0% como hace no demasiado tiempo. Las letras del Tesoro han atraído a inversores particulares de forma masiva y los fondos de inversión de renta fija a largo plazo han sido el gran destino de muchos ahorradores este año. El atractivo que ofrecía la deuda ha provocado que muchos inversores de fondos dejen de lado la bolsa, cuando este año las ganancias ya superan el 20% en Europa y Estados Unidos. Los productos más puros de renta variable sufren salidas de dinero pese al buen año bursátil, en el que muchos han preferido recoger beneficios. Sería la primera vez en siete años que hay reembolsos netos, a falta de las últimas semanas de diciembre en las que será difícil revertir la situación.
Ya se acumulan unas 40 semanas consecutivas en las que los partícipes de fondos realizan retiradas de dinero en Europa, según los datos que contabilizan desde Bank of America. En España, esta tendencia también es muy clara desde hace meses. Los productos más focalizados en renta variable registran más de 4.800 millones de euros de reembolsos netos -el saldo final entre entradas y salidas de dinero- entre principios de enero y finales de noviembre, según los últimos datos publicados por Inverco.
El año pasado, en cambio, los flujos fueron positivos para la bolsa. Captaron en total cerca de 658 millones de euros. Es cierto que los inversores también se volcaron en los vehículos de deuda, pero la renta variable estadounidense se coló entre las categorías favoritas y otros fondos de bolsa internacional atrajeron dinero.
Precisamente algunas de estas categorías son las que suponen la excepción de nuevo este año. Solo los fondos de renta variable estadounidense y de emergentes atraen algo más de dinero del que sale desde enero entre todos los registrados en nuestro país. Muchos inversores confían en la fortaleza que lleva demostrando Wall Street durante años. La rentabilidad anualizada del S&P 500 en la última década ronda el 10%. Además, en cuatro años de estos diez últimos -incluyendo el actual- ha conseguido que sus ganancias superen el 20% o se acerquen a él.
Otros años alcistas
Las salidas de dinero en productos de bolsa en años alcistas no suele ser lo habitual. Solo basta irse a 2021, cuando el EuroStoxx 50 subió un 21% y el S&P acabó con casi un 27% de rentabilidad. En ese año, prácticamente todas las categorías de bolsa captaron dinero y en conjunto hubo suscripciones netas por valor de más de 10.700 millones. Otro de los últimos años más alcistas de bolsa fue 2017, y coincide con otro buen ejercicio en captaciones de fondos. Los productos de renta variable consiguieron entradas netas por 12.250 millones.

Pese a que en este 2023 la renta fija esté suponiendo una dura competencia, el patrimonio que suman algunos fondos de bolsa aumenta o no se ve tan mermado simplemente por el buen hacer de los mercados. A falta de conocer los datos de diciembre, hasta el mes anterior, el volumen de activos bajo gestión de los productos de renta variable internacional aumentaba un 7,3%. En la parte de bolsa nacional, no obstante, el patrimonio caía un 4% hasta noviembre pese a que el Ibex 35 vive su año más alcista desde 2009, con alzas del 22%. De hecho, los fondos de bolsa española están entre los más rentables, con un 19,9% de rentabilidad media anual ponderada.
Qué esperar de 2024
El escenario para las bolsas ha sido más optimista de lo que se esperaba a principios de enero y muchos pueden creer que se ha comido parte de lo que estuviera previsto para 2024. Pero, a pesar de las fuertes subidas, la mayoría de firmas de inversión confía en que el próximo ejercicio también es favorable para las bolsas.
"2023 ha sido un año que ha sorprendido positivamente por la resistencia de los beneficios empresariales a la desaceleración económica y la ausencia de la tan temida recesión. El punto de partida es bastante atractivo en términos de valoración en la renta variable europea (a un PER 2024 de 12 veces)", valoran desde Renta 4, donde creen que la reducción de la inflación "podría alimentar un escenario positivo para las bolsas ante la expectativa de bajada de tipos de interés" y ven posible que los índices europeos logren estar "consistentemente por encima de los máximos alcanzados a finales de 2021".
Aunque algunos creen que habrá que esperar un poco. "2024 debería ser un buen año en general para la renta variable de los mercados desarrollados. Dicho esto, esperamos que la mayor parte de la rentabilidad se coseche en el último tramo del año que viene, cuando los bancos centrales deberían volver a mostrarse acomodaticios y activar un nuevo ciclo para la economía mundial", señala en un informe Christian Gattiker, Head of Research de Julius Baer.