
La Inteligencia Artificial Generativa (AIG) es el desarrollo tecnológico más importante de las últimas décadas "y los inversores no deberían ignorar sus implicaciones", escribe la gestora del Banco Santander, en su informe de mercado de 2024 publicado esta semana. El despliegue de la IAG está llamado a transformar numerosas industrias, y a impulsar la productividad, compensando el descenso de la población activa que habrá en muchos países. Como siempre que se produce un cambio disruptivo, surgen productos que tratan de monetizarlo y ya hay siete a la venta en España, entre fondos y ETF, que permiten ganar exposición a esta tendencia.
Hay múltiples estimaciones de cómo la IAG puede cambiar el mundo. Una recogida en un estudio de McKinsey ("El potencial económico de la IA generativa: la próxima frontera de la productividad"), señala "que la automatización de las actividades laborales individuales que permiten estas tecnologías podría proporcionar a la economía mundial un impulso anual de la productividad de entre el 0,2% y el 3,3% entre 2023 y 2040, en función del ritmo de adopción de la automatización". También hay muchas previsiones sobre qué sectores se beneficiarán más. Desde esta misma consultora apuntan al de bienes de consumo, al sector bancario y seguros o al de farmacia y medicina. Otras como Accenture destacan al de la banca y seguros, el retail, el de energía y software.
Pero entre todo ese ruido, el inversor debe interiorizar que la IA generativa es una tendencia de largo plazo, que no todo sucederá tan rápido como a veces parece, y que los líderes futuros no resultan obvios durante los puntos de inflexión tecnológicos. "A menudo los inversores basan sus perspectivas en lo que ha funcionado en el pasado y está funcionando en el presente, sin tener en cuenta el potencial transformativo de los innovadores", señala Lei Qiu, gestora de renta variable de innovación disruptiva en AllianceBernstein. Pero "si la IAG es tan potente como prevemos, tendremos otro momento iPhone que redefinirá la productividad y el comportamiento. Surgirán nuevos modelos de negocio que desafiarán el statu quo en muchas industrias. Sin embargo, a nuestro juicio, todavía no hemos llegado a ese punto", añade.
Identificar las temáticas y sectores que mejor lo harán será clave, y por eso los fondos de inversión que centran su estrategia en la Inteligencia Artificial pueden ser una opción para ganar exposición a ella pensando en el largo plazo, puesto que será el gestor el que construirá la cartera. También es posible encontrar ya ETFs específicos, más baratos que los fondos. Esa última opción es la que recomienda Víctor Alvargonzález, director de estrategia de la firma de asesoramiento independiente Nextep, ya que "en un primer momento, el empuje de la IA va a ser muy sectorial e incluso subsectorial y los ETFs son la herramienta adecuada para posicionarse rápidamente de manera indexada. Por eso es necesario abandonar las reticencias fiscales hacia este producto porque no va a haber fondos indexados que puedan alcanzar el nivel de concreción necesario para llegar a determinados sectores".
La oferta
El producto centrado en la IA que más sube este año es precisamente un ETF: Xtrackers AI & Big Data ETF, que se revaloriza más de un 53%. Este fondo cotizado toma como referencia al índice Nasdaq Global Inteligencia Artificial y Big Data Total Net Return, que se compone de empresas de todos los tamaños tanto de mercados emergentes como desarrollados que están expuestas a temas relacionados con la IA. A largo plazo también ha generado rentabilidades de doble dígito, del 15,3% en un periodo de tres años, según Morningstar, y sus gastos corrientes son del 0,35%.
El otro ETF disponible en España es WisdomTree Art Intelligence ETF USD Acc, con un coste del 0,4%, y una rentabilidad en el año del 36,5%. En su caso replica al índice Nasdaq CTA Inteligencia Artificial.
En cuanto a los fondos de inversión, el que más sube este ejercicio es Echiquier Artificial Intelligence B EUR, que ofrece una rentabilidad del 41,72%, sin embargo en un plazo de tres años sufre pérdidas anuales del 10%. Quien invierta en este fondo lo hará sobre todo en el sector de la tecnología de la información y las telecomunicaciones, ya que supone el 71%de la cartera; y también en el de consumo discrecional (15,5%), servicios de comunicaciones (5,3%), finanzas (4,7%) y salud (3,4%). Por regiones, la mayoría de cotizadas en las que invierte son estadounidenses.
De los fondos disponibles a la venta en España, los dos con mejor nota Morningstar son DWS Invest Artificial Intllgnc NC y ODDO BHF Artificial Intllgnc CN-EUR. Los dos reciben tres estrellas (esta calificación mide la rentabilidad ajustada al riesgo de un fondo respecto a su categoría, y la calificación más alta es de cinco). El de ODDO ha ofrecido una rentabilidad anualizada del 6% en los últimos tres años, superior a la del fondo de DWS, que además tiene unos costes totales también mayores (ver gráfico).
El fondo ODDO BHF Artificial Intllgnc CN-EUR se gestiona de forma activa y tiene la peculiaridad de que además es sostenible -está etiquetado como artículo 9, que son los más puros en sostenibilidad que existen, según el Reglamento de Divulgación de la Comisión Europea-. En su caso, invierte también sobre todo en Estados Unidos, y da mayor peso al sector de software y servicios, seguido del de semiconductores.
