
Latinoamérica ha sido en la última década uno de los grandes territorios del planeta en el desarrollo de energías renovables, pero el potencial que ofrece la región está lejos de agotarse. Así se ha resumido este miércoles en el panel Energías renovables, motor de desarrollo en Latinoamérica en el Foro Latibex, el evento anual que organiza BME (Bolsas y Mercados Españoles).
La mesa ha contado con la participación de Antonio Carlos Vélez Braga, gerente ejecutivo de planificación, presupuestos y análisis financiero de Cemig; Jose Antonio Hurtado de Mendoza, CEO de Cox Energy, y Leonardo Pimenta Gadelha, director ejecutivo de finanzas de Neoenergía. Todos ellos han convergido en las oportunidades que ofrece Latinoamérica, la importancia de la regulación y de conocer en profundidad el negocio de cada país.
Entre toda la región, destaca por excelencia Brasil, aunque la situación que vive el país actualmente difiere de la que había hace una década. La energía hidráulica ha sido "la bendición y el castigo" del país durante los últimos años, según Vélez Braga: "cuando llovía suministraba la energía necesaria, pero hemos sufrido una época de sequía y, por tanto, de crisis energética", explica. Vélez apunta a que la regulación actual del país ha favorecido durante los últimos años la construcción de plantas por parte de clientes retail, que solo pagan por la energía neta que consumen. Esto ha impulsado la energía solar en Brasil, en lo que Vélez denomina "un cambio de ciclo". En las últimas semanas, en las que el país ha vivido una ola de calor, el 20% de la energía consumida ha sido solar.
Esta situación ha derivado en una fuerte caída de los precios de la energía y, a su vez, en una pérdida de la iniciativa de nuevos campos solares. "Los precios actuales están tan bajos que no permiten la viabilidad de nuevos parques", explica Pimenta, para quien "proyectos de calidad, con una buena localización y equipamientos", son la mayor oportunidad de crecimiento para las renovables. De hecho, Pimenta ha explicado que Neoenergía tiene un pipeline de 5GW en proyectos eólicos y solares que están listos para desarrollar "pero no los estamos haciendo por la cuestión del mercado, porque los precios no lo justifican", señala.
Con el auge de la energía solar, la hidráulica ha pasado a un segundo plano y ahora "actúa como batería", explica Vélez y añade que "ya no se hacen embalses". En Brasil, la regulación es la que establece el precio de la energía hidráulica y, actualmente con la caída de estos, "a los generadores de hidro no les merece la pena comprar energía para que ellos produzcan más".
Por su parte, el CEO de Cox Energy ha insistido en la importancia de conocer el negocio de cada lugar en profundidad, para poder desarrollar los diferentes proyectos en Latinoamérica y ser rentables en un momento en que Hurtado de Mendoza no denomina como cambio de ciclo, sino una situación macroeconómica más dura. Hurtado señala, además, que la transmisión y la regulación "son las aristas que faltan en el mercado" y la transmisión "es un tema endémico en Latinoamérica, ya que hacer una inversión en ella no tiene rédito político".