Bolsa, mercados y cotizaciones

Hay que estar siempre en el mercado y solo ocasionalmente hacer 'market timing' táctico

Madrid icon-related

Cuando preguntas a varios gestores cuándo hacen aportaciones a su fondo de inversión suelen cogerse el manual y suscribir la teoría de las aportaciones periódicas o, en todo caso, decir que aprovechan cuando se producen correcciones importantes de mercado sin la pretensión de tratar de adivinar cuál es el momento en el que hará suelo. Son muy pocos los que reconocen seguir el mercado y hacer market timing, tomar decisiones de compra o de venta adelantándose a lo que hará, porque en muchas ocasiones suele ser el principio de una equivocación.

El último mes me ha puesto el ejemplo de quien en plena contraofensiva israelí contra Hamás cambiaba su plan de pensiones agresivo por uno moderado y en el traspaso cogía el peor momento de mercado. Ha vendido renta variable a finales de octubre, no le habrá ido mal con la renta fija, pero se ha perdido la recuperación de noviembre cuando su perfil es agresivo y de largo plazo. Lo único cierto es que cuando se tienen identificados los objetivos, el dinero no se necesita, y la inversión cuenta con muchos años de horizonte, siempre, reitero siempre, hay que estar en mercado porque al igual que uno se come las caídas, quedarse fuera supone perderse las subidas. Solo pongo una excepción: que se tenga la certeza de que las valoraciones de mercado son las de algo parecido a una burbuja. Escenario que sucede en muy pocas ocasiones y no es el actual.

Otro ejemplo más contundente del desacierto de quedarse fuera de mercado son los informes estratégicos de la mayoría de bancos de inversión y gestoras de fondos para este año. El argumento principal de estos es que iba a ser un notable año de renta fija y un aceptable ejercicio de bolsa, pero en el que esencialmente habría que estar fuera en la primera parte y que sería en el segundo semestre donde vendría lo mejor. Pocos años han sido tan fallidos los pronósticos porque a falta de una treintena de sesiones para que acabe 2023 parece que lo hecho en enero rubricaría todo lo que va a pasar en el año.

El futuro nos es desconocido, lo que sí es previsible es que la economía mundial seguirá creciendo, y por este motivo hay que estar casi siempre en mercado. El market timing puede estar en pequeñas decisiones tácticas, pero no en las estratégicas.

Las proyecciones son la Biblia de la religión de mercado, pero está claro que no son axiomas. Peter Lynch siempre ha contado que el año que más optimistas se fue sobre la economía en la famosa mesa redonda de Barron's de comienzos de curso se produjo el crack del 87. Otra anécdota: el 7 de enero de 1973, WSJ publicaba una entrevista con uno de los grandes pronosticadores financieros en la que decía que "solo en casos muy poco frecuentes se dan las circunstancias para poder confiar que el mercado va a evolucionar al alza". El pronosticador era Alan Greenspan y 1973 y 1974 resultaron ser los peores años de crecimiento tras la Gran Depresión.

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky